VI

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Narrado por Alejandro (Alexby11)

Le miré de lado mientras me proponía otro disparate, Cheeto me había dicho que procurara seguirle la corriente y que tratara de no recordarle lo mal que habían resultado las cosas al final con Rubén, hasta ahora lo había logrado con regular talento, era fácil, él hablaba de Rubén sin darse golpes de pecho y por lo general con una sonrisa, parecía centrado en los buenos recuerdos y poco angustiado por el triste desenlace, claro que yo aún no le contaba que sabía que Rubén y él habían terminado, menos aún que sabía de tiempo antes que lo engañaba. Mangel es el tipo de persona que sonríe y te da ánimo, yo soy el tipo de persona que se irrita y manda todo al diablo… Dudosamente congeniamos pero hasta ahora ha funcionado nuestra amistad gracias a su capacidad de encariñarse, me aprecia desde que me conoce, me incluye en sus planes, me toma en cuenta, se preocupa por mi ¡y yo por él!

Así que mientras me proponía un proyecto medio armado solamente lo miraba, se veía motivado, su vida no gira alrededor de YouTube y sus fans, su vida gira alrededor de sus amigos y las cosas que disfruta hacer, acepte hacer con él una historia, acepte no incluir a nadie más, solo los dos...Sonaba como una locura pero confiaba en él, lo abrace y le dije que contaría conmigo.

Ahora se ha ido.

Mangel… me duele no haberle contado la verdad antes y haberle evitado el corazón roto, me duele ser solo testigo mudo de todo lo malo que le ha pasado, he tenido que contarle a Cheeto lo que sabía desde antes y él me ha ordenado prácticamente que no le cuente nada pero siento la necesidad de decirle y dejar de sentirme como un traidor, me hundo en el sillón pensándolo y finalmente no puedo tolerar más la culpa, tomé el móvil y tecleé lentamente casi buscando un motivo para arrepentirme.

“Debo contarte algo, ven a casa”

Texteo y envío rezando a los santos que todo salga bien, casi entonces él cruza la puerta de mi casa con su llave propia.

- Alex, perdón, me olvidé de mis audífonos y sin ellos… - comienza a explicar cuando suena mi mensaje en su teléfono, él lo lee y me mira preguntando con la mirada

- ¿porque no te sientas? - pregunto casi sudando

Hay cosas en la vida que deseas con todo el corazón no tener que hacer, es decir, yo habría vendido mi alma con gusto por no tener que decirle a Mangel lo que sabía pero no pude callarme por más tiempo, si no se lo decía probablemente seguiría sin ser capaz de dormir por las noches, se lo expliqué lo mejor que pude, contando la verdad y solamente la verdad desde el principio de la historia, mencioné también que había tratado de hacer que Rubén tomara una decisión sobre sus acciones, que yo no había querido ser cómplice de esto, finalmente y para cuando terminé de hablar Mangel tenía expresión de estar muy lejos de ahí, pensando en cosas del pasado.

- Lo siento, debí decirte antes, es solo que ambos son mis amigos, no sabía qué hacer - remate y Mangel me sonrió

- No te preocupes, entiendo que esto fue complicado, Alexby… bueno, gracias por decírmelo, ya debo irme, pero nos veremos el fin de semana ¿Verdad? - preguntó y yo afirmé como un completo idiota - de acuerdo, cuídate y hasta el viernes - dijo y salió de mi departamento sin comentar nada más

El viernes nos reunimos de nuevo, como siempre hacíamos, las cosas parecían ser como siempre y el hecho de que Cheeto no me hubiera llamado para gritarme me hizo pensar que Mangel no le había dicho nada, me sentía aún un poco culpable pero mientras íbamos rumbo al estadio para ver el partido en el taxi Mangel seguía siendo el mismo amigo de toda la vida, me sorprendía que no me detestara por no haberle dicho nada antes pero aún así me hizo sentir bien, mi cargo de conciencia disminuyó casi hasta “nada” y disfruté del partido como siempre lo había hecho, Mangel de verdad que sabía cómo hacer felices a las personas a su alrededor

Detestable || CheetangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora