Capitulo 6
Cuando llego el lunes al local me doy cuenta de que seguramente Sebastián ya envió a alguien a limpiar. Las sillas están donde deben estar y no esparcidas por el todo el lugar al igual que las mesas, y aunque creí que tal vez la mancha de sangre aun seguiría allí ya que el piso es increíblemente blanco, no hay ni luces de ella.
Como si jamás hubiera estado allí.
Como si lo que paso el sábado jamás hubiera sucedido.
Solo que sucedió y mi cuerpo me lo recuerda cada vez que oigo un ruido o las puertas principales se abren. Salto como un maldito saltamontes y no puedo evitarlo.
Las puertas se abren repentinamente otra vez y mi cuerpo entero se sacude, me siento inestable, como si el piso se tambaleara debajo de mí. la señora Lisa se había dado cuenta de mi estado esta mañana y se me había hecho muy difícil no contarle lo que había pasado, pero recordé lo que había dicho Sebastián sobre su padre y solo me contuve.
Por suerte mi madre no me había visto la noche cuando había llegado después del robo, y el domingo trate con todas mis fuerzas no mostrar nada extraño en mi comportamiento ni en mi rostro, porque entonces mi mamá no habría parado hasta sacarme toda la información. Tal vez incluso me habría psicoanalizado como uno de sus pacientes.
Y bueno, mi padre es despistado por naturaleza, así que no se había dado cuenta de nada. Si lo hubiera hecho me habría obligado a dejar el trabajo y no puedo hacer eso, al menos no hasta que tenga lo suficiente.
Sebastián entra y me tenso esperando que aparezca alguna de sus fans con él, pero está solo y se acerca hasta donde está el camarero nuevo y le dice algo, éste asiente con la cabeza y luego Sebastián se dirige hasta mi.
- Estas libre - dice en cuando se detiene a pocos centímetros de mí.
- ¿Qué? - pregunto desconcertada.
- El nuevo te va a cubrir por el resto de tu turno.
- ¿Por qué?
- Lo necesitas, la señora Lisa me llamo y me dijo que parecía que no te sentías muy bien, que tal vez estabas enferma - acerca una mano a mi mejilla y pasa sus dedos por mi piel.
Dejando una sensación cálida hormigueando en mi rostro - Y tenía razón, estas pálida. Deberías irte a casa.
Deja caer su mano y continua - O puedes irte con tu novio. En realidad puedes hacer lo que quieras - su voz suena más brusca cuando dice eso.
Lo que paso el sábado había estado en mi cabeza desde entonces y me había detenido un montón de veces ayer y hoy en la mañana de llamar a Sebastián para preguntarle cómo estaba su herida. No quería admitirlo, pero estaba preocupada por él.
- Pero no puedo -digo - si no trabajo estas horas...
- Tendrás el dinero de todas formas. Estas enferma y me asegurare de que te paguen este día de todos modos.
Miro hacia mis pies y pienso que es lo mejor, de todas formas no estoy haciendo un buen trabajo.
- Bien, gracias - Asiento y el entra en la cocina. Quiero curiosear que le está diciendo a la señora Lisa, pero no tengo la energía suficiente para ir hasta allá.
Sebastián sale de inmediato y trae consigo mi bolso y la botella de agua que había traído más temprano, pero en lugar de pasármelos solo camina hasta la puerta, pero antes de abrirla, se detiene y se da vuelta para mirarme.
- Vamos - me dice y me sobresalto un poco al oír su voz, me quedo parada allí hasta que él se acerca y aclara - Te voy a llevar a tu casa, suponiendo que tu novio no va a venir a buscarte.

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¿Solo un beso?
Fiksi Remaja¿Cómo es que Un beso puede cambiar tantas cosas? Julieta Rose ha odiado toda su vida a Sebastián, el más arrogante y desagradable chico de su colegio, entonces ¿como es que un beso, un tonto e impulsivo beso puede hacer que ella comience a pensar en...