6
Llegó el día y pude acompañar a Alcander y Bastet en no sé dónde a buscar algo. Me preocupaba mentirles a mis padres sobre mi paradero, pero qué se le iba a hacer.
Los estaba esperando en la puerta de la escuela. Cuando aparecieron estaban alerta, como si temiese que un asesino los apuñalara por la espalda. Se aproximaron a mí y Bastet dijo casi en un susurro:
-No hay tiempo. Debemos irnos, síguenos.- Me agarró del antebrazo y echamos a correr. Luego de un kilómetro (o eso me pareció) corriendo, Alcander paró un taxi y nos dirigimos a... No estoy segura de dónde era.
-¿A què lugar nos dirigimos?
-A la casa de campo mi tìa Tatiana.- Respondió Alcander.
-¿Nos quedaremos allí?
-Desapareció hace tres meses.- lo dijo en un susurro para que no escuche el conductor.- No se sabe nada de ella...
-¿Me pueden decir què vamos a hacer?
-No.- dijo Bastet secamente-
-¿Al menos què pasa?
-Tampoco.
Sabìa que algo pasaba pero no si era bueno o malo. Tenìa algo que ver con esa profecía o con su familia... Tenìa razón desde el principio: estarìa en el medio.
7
Después de lo que parecieron horas, llegamos a la casa de campo de la tìa Tatiana. Había dos pisos construidos sobre los ladrillos. La puerta era de madera bellamente labrada, pintada de negro con manecilla de oro.
-Entremos.- dijo Bastet.
Al abrir la puerta, las bisagras chirriaron. El interior de la casa era mugriento y cubierto de telarañas. Suena tonto, pero cuando veo esas cosas ( ademas de que la "preciosa" casa estaba solitaria) no es buena señal. Es como un mal augurio o significa que el fantasma de una secta satánica anda por ahí. Aunque serìa exagerado de mi parte. Y eso solo se podía ver desde afuera; el interior era MUY horripilante. Parecía que se habìa cometido homicidio: manchas de sangre, sillones dados vuelta con su relleno desparramado, huellas de plasma en el piso... Ojala se tratase de los resto de una reunión de tè alocada.
-Creo que debemos irnos.- dije con voz queda. Pero me hicieron caso omiso.
Con un chasquido todo se limpio y volvió a su lugar. A pesar de parecer acogedora sin todo esos presagios o como quieran llamarlos, algo andaba mal. >Parece muy seguro< pensé. Y luego un piano pasò volando sobre nuestras cabezas. Este se acomodo debajo de una ventana.
-Ahora que la casa està en condiciones,- dijo Bastet.- debemos buscar un objeto que tenga este símbolo.
Sacó un papel arrugado de su bolsillo con el signo:
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Artemisa Mubak y el Portal de la Oscuridad
FantasyArtemisa Mubak es una chica común y corriente. Pero sus nuevos amigos la llevaran a diversas aventuras para destruir el Portal de la Oscuridad, un arma que se usara con el fin de destruir y gobernar los mundos.