Querido Cupido: ¡Tu flechazo me llegó!

Prólogo.

— Te aseguro que te enamorarás de él.- Dijo aquella castaña.

— Estás demente Arianna.

— Soy realista chica, y soy tu mejor amiga, y creéme te enamorarás de él, en algún momento.

— Claro que no, no seas estúpida.

— Vamos, ¿No sientes tan siquiera algo pequeño por él? Tienes que sentir algo por Manuel, ¿no?

— Sí, pero no de esa clase...

— Bueno, no importa, ese sentimiento pequeño que sientes por él, irá creciendo y creciendo poco a poco, hasta que llegue a ser el causante de que te enamores de él, y ahí, verás que tuve razón.

— Como digas Aria, como digas.

Manuel y yo somos mejores amigos desde 1° de primaria, obvio que no podría llegar a sentir nada por él, ¿me equivoco?

— Hey chica, ¿me estás haciendo caso?

Asentí.

— Como decía, puede que pienses que si fuera asi, ya lo hubieras sentido hace años pero...

¿Qué mierda? ¿Cómo diablos siempre adivinaba mis pensamientos?

— Ya crecieron tú y Manuel, ambos tienen 14 años y...

— 13, yo todavía tengo 13.

— Qué importa mujer, dentro de poco 14.

— Hace 4 meses cumplí 13.

— ¿Quisieras dejarme terminar?

Asentí.

— El caso, es que ambos están en secundaria, y ya sabes, ambos crecieron, las hormonas y todo eso...

— Vale, vale, vale ¡Ya cállate! No quiero que me hables de biología.

— Ok, el punto es que, ya crecieron, puede que sientan algo uno por el otro...

— Arianna, ambas sabemos que él tiene novia, y si llegara a sentir algo por él, lo mejor sería negarlo.

— Manuel no es lo suficientemente madurito para saber quién en verdad le gusta, y por lo que se ve, ella no le gusta lo suficiente.

— Vamos Aria, ¿empezaremos a hablar de que él tiene novia por tener?

Aquella chica negó.

— No me refería a eso, es decir, puede estar confundido, y está bien, claro, para su novia no, pero está bien confundirse a veces, eso te pasó recién, y estás mejor ahora.

Me quedé callada.

— Vamos chica, admítelo.

— Lo admitiré cuando ya sea imposible de ocultar.

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