Un convite de sus mascotas hubo sentados sobre los tocones: eran todas agentes secretos de la patria. Por eso. Empezó Bernardo, el cancerbero, gruñendo que había arrancado de cuaje la Emperatriz idiota los espinos rompevientos de la frontera con la plateada república, de modo que en cualquier momento la misma podría invadir el terruño llamado Tchili (que en quechua -un idioma que nos cae tan mal como el creole de Haití y con razón- significa frío en consideración de la falta polar de temperatura, o tal vez quiere decir confín -del territorio) para apoderarse de la linfa -las aguas turbulentas primordiales que constituyen la riqueza natural más cara de nuestro país y del mundo dónde, sin embargo, tanto escasea la misma... en contra-oposición a como es el caso en la nación de nosotros-. Contestole bufando el gato con botas de Cheshire mientras lamía la leche de cabra servida que siguiendo su picardía algún dinero había prestado a Su Graciosa -o desgraciada- Majestad cuando reinaba para salvar el tesoro público pero ahora se arrepentía avergonzado de así haber contribuido a la permanencia en el poder ejecutivo de la soberana que tantísimo agobiaba al pueblo y al dinero con sus comunismos. No se quedó atrás el corcel en comentarios con respecto a los otros dos cuadrúpedos anteriores, pues relinchó entre sus ladridos y ronroneos respectivos que también era digno de debate la guerra civil inminente si entre los candidatos a la monarquía resultaba electo el zurdo izquierdista y bermejo, así que refugios anti-atómicos se precisaba erigir inmediatamente y de calidad suma. Y entonces concluyó el volátil alado con un graznido trinado y gorgeante como pío-pío de pichón de pájaro aviario que mejor sería empacar los bartulos y largarse a circunstancias más promisorias también lejos de la comarca B... pues ésa otra busca acceso al mar de las hadas.
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ANIME KINDJUNGE
Fantasy¿Por qué a este chico le han empezado a pasar cosas terribles?