Algún tiempo antes de la guerra evitada con Bolivia (evitada gracias al acuerdo obtenido entre ambos países en una de esas repúblicas pacíficas y avanzadas o quizás sabias de Europa), algún tiempo antes, os decía, el chico chileno fue visitado en su oficina bancaria, durante el transcurso de una conferencia oficial, por una novia tornada en energúmena debido a que ella encontró papeles legales probando que el mozalbete había ido de paseo a comarcas de ultramar -demostración fehaciente ésta de que el antedicho zagal de seguro sí la había traicionado maritalmente con otras muchachas y tal era la mismísima razón detrás de que el mancebo hubiera retrasado las nupcias. Sin embargo, ha de considerarse el que ella en joyas y gemas y vestimentas y ropajes hubo de gastar a escondidas los dineros de su prometido mientras tanto. En definitiva, el resultado del altercado fue una oficina hecha trizas, y que la damisela en este momento ha quedado con poca moneda y la misma en proceso de esfumarse a velocidad supersónica. Ahora bien, el chico turquesa sí regresó.
Siempre regresa, como lo hacen las hierbas y la luz solar.
Viven con risa-desesperación cotidianas.
Otros aquís y ahoras.
Tienen sexo delante de cualquiera sin inhibiciones.
¿Cómo puede lo deleitoso estar mal?
Hasta con la baja de una batalla, para que no se presentara como viril en el mundo espiritual.
Enfermero, narrador de historias y Celestino.
Una vez en la vida o más frecuentemente.
¡Guay al de reflejos lentos!
En la novela Gran Hombrecito de Jack Crabb, Caballo Pequeño se casa con el Heyoka Osezno.
-Esos Heyokas, o Contrarios, rechazaban el sexo no hay, pero movidos por una especie de machismo.
Si la naturaleza le pone encima una carga al crearlo diferente, junto con eso le otorga un poder especial.
Es Chile una tierra de extremos topográficos que dejan sin aliento, de temblores de suelo y sorprendentes fluctuaciones diarias en el clima.
Cotidianamente se vive sobre el filo cortante de la Vida sin necesidad pues de leer novelas.
Los lugares habitados poseen esas basuras y orden cuadrado tan diferentes a los de la naturaleza.
Sus mujeres son como la Tierra: húmedas y establecidas en casa; sus varones, soles:
calientes con manchas tempestuosas que de vez en cuando ponen todo patas arriba.
Los niños tienen delante un destino para apoderarse de él si son bien machos. Las niñas, coloradas e hinchadas aún vistas de lejos, como los genitales de los monos.
Se comen muchas cosas frecuentemente, y otras muchísimas a veces.
Pero nada es menos perdonador que su Atacama, un lugar no acogedor, demasiado mineral en lo que tiene.
Chile es una dama que te espera en un jardín.
Un jardín para descargar tu agua, tu orine no, tu semen.

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ANIME KINDJUNGE
Fantasía¿Por qué a este chico le han empezado a pasar cosas terribles?