Alguien ya no es considerado amigo por el chileno, alguien que perdió la fortuna. Ha llegado a ser, éste ya sin alcurnia, como un comanche o un huno que ha extraviado su caballo. Y hablando de naciones y nociones bárbaras: Toro Sentado aconsejó a su pueblo vencer al civilizado con la ayuda de Dios pero sin tomar dineros como botín -lo mismo que Samuel a Saúl-, pero ellos caso no le hicieron. Para el chileno, sin embargo, el dinero es importante, y tal vez lo ayuda el demonio a conseguirlo y mantenerlo, lo mismo wue a su abuelo. La vida de Toro Sentado se parece en muchas cosas a la de grandes profetas y místicos de otras culturas: por ejemplo, en eso de Samuel y el oro y los bienes; así como en ser anunciado y dado nombre al nacimiento (por un bisonte parlante, en su caso). En cuanto al chilenito, creo que camina y rueda más que anda sentado; y, aunque tiene varias mascotas, ninguna es un buey. Pero admiro su fortaleza de carácter aunque un hormigueo incómodo de miedo. Algo así como Drácula el crucificador (acabo de visitar Rumanía pedaleando mi bicicleta) y aunque la profusión vistosa de flores salvajes por ser bellísimas atraía mi atención, la sombra de Vladimir el Dragón molestaba de continuo mi subconsciente lo mismo que un guijarro lo hace en el zapato). Comparó su experiencia tal vez al extendido litoral sin gente de Tasmania. O a los visillos europeos que interceptan toda la cegadora luz entrante. Es decir, a la soledad y la obscuridad.
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ANIME KINDJUNGE
Fantasy¿Por qué a este chico le han empezado a pasar cosas terribles?