Parte 1 Introducciones

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Bueno esta es mi historia no la iniciare con la típica frase de; había una vez en... tampoco lo hare con; hace mucho, mucho tiempo en una tierra donde... y mucho menos con un amanecer en algún lugar de África, podría iniciarla con un saludo cordial y presentándome describiendo quien soy, como soy y como es que he llegado hasta este momento, podría sorprenderles oír como un chico misántropo y sedentario pudo rodearse de amigos, conseguir un novio, hasta a mí me sorprendió el momento de cuando llegue a esta etapa de mi vida, entonces me pongo a pensar viendo en el pasado, como fue que cambio todo, incluso a mí me costaba creer ver como todo ese tiempo que viví ahora no se sentía más que un simple instante, recordaba pocas cosas, pero no era algo que me sorprendiera o molestara, yo siempre tuve tan mala memoria que podría hacer parecer a Dory (de buscando a Nemo) aun con mejor memoria, lo que si recuerdo bien era el total desprecio hacia la humanidad que sentía, el imaginarme arder a la gente mientras reía como un desquiciado, terminaba riendo entre dientes recargado en el marco de la ventana de mi habitación, luego mis pensamientos eran interrumpidos por la llamada a mi puerta de mi madre diciéndome que bajara a comer, daba un largo suspiro y me tomaba mi tiempo cambiando la escena de mi mente ahora imaginándome siendo un dictador en un castillo con galas y adornos de oro, la sonrisa en mis labios se dibujaba y dejaba la habitación anhelando que pasara. Recuerdo también aquel fatídico día en que mi vida cambio, aquellas palabras dichas por mis padres que me provocaron un escalofrió que sobrepaso mi tolerancia al frio... (Y eso que soy un zorro ártico) Escuela Pública.

Durante mi niñez jamás había ido a una escuela pública, la mayor parte de mi vida o al menos de los 5 a los 10 mis abuelos paternos me educaron, ambos leones de pelaje rubio oscuro, en esa época aun vivíamos en la Ciudad de México, quizás sea necesario decir que mi hermano, mi padre mi abuelo y yo Mexicanos, mi abuela nació en Norte América, pero debido a su trabajo se mudó a México, era Chef de un restaurante que había por Bellas Artes, mi abuelo era un simple comerciante de frutas y verduras que trabajaba en la central de abastos evidentemente mi abuelo abastecía de ingredientes a mi abuela en el restaurante, ahí se conocieron, se trataron, hubo romance y drama hasta concebir dos leones, mi padre y mi tío que no sabía que tenía en ese entonces, era todo un misterio ese león para mí. A pesar de que mi abuela es norte americana aprendió muy bien el español, hablándolo con fluidez incluso con ese acento de vendedor de tianguis, pero hablaba mejor el mal español. Volviendo a lo principal y en resumen, mis abuelos fueron los que básicamente criaron y educaron a mi hermanito y a mí, mientras mis padres estaban más concentrados en sus trabajos, verlos entre semana era casi imposible y los fines de semana a veces recordaban que tenían dos hijos y nos prestaban atención, salíamos por un helado, a comer en familia o caminar al parque, no era proporcional el tiempo que no nos veían al tiempo que pasábamos los fines de semana pero aun así era divertido, ir a Chapultepec, salir de ves en cuando en trajinera en Xochimilco, caminar por Bellas Artes y cuando estaban de muy buen humor y a Reino aventura cuando aún era Reino aventura y no Six flag como ahora, nunca me imaginé que todo podría llegar a cambiar tan rápido, bueno, no es como si pensara mucho en el futuro cuando era un niño, no pensaba más allá de que jugaría al anochecer, pero como iba a saber que cuando mi madre llego del trabajo lo primero que nos dijo en la cena fue que le pidieron mudarse a Washington, como iba a pensar que aquella ciudad estaba más allá de Puebla, Guajadalara y aún más lejos de Nuevo León. Unos meses después ya estábamos haciendo equipaje, aun no conocía la ciudad, no sabía a donde llegaríamos, pero adonde fueran mis papás ahí tendría que ir yo, no había opción, con diez años y temeroso, me prepare para lo que me esperaba allá donde iría...  

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