Parte 4 Aliados de Vida

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Después de asistir a la escuela durante dos cortas semanas mis vínculos sociales con Gwen y Jorge se hicieron más fuerte con ellos, quizás el hecho de que los tres estamos en el mismo salón y que cuando intento esconderme de esa felina me encuentra bastante rápido, aunque no entiendo por qué Jorge está ahí pero al menos sus bromas me mantiene entretenido entre las clases. El tiempo paso muy rápido, siento como si hubiera sido ayer cuando entre a la escuela y le di su merecido a ese bastardo, que por cierto no lo había visto ya, o soy muy distraído o él tiene gran talento de sigilo o ambos. Mi celular comenzó a sonar con el timbre de despertador que tengo, el tono más alto y repetitivo para asegurarme que me despertare, si no fuera porque era mi celular lo hubiera arrojado a la pared, posiblemente, lo tome desbloqueándolo y mirando la hora y el día, "Sábado 7:00 am", no entendía por qué mi despertador sonaba en un sábado, quien en su sano juicio quiere levantarse temprano en un fin de semana, ¿por qué motivo?, mis ojos se sentían pesados y la luz entraba por mi ventana, di un gruñido al no poder obligarme a dormir y me levante de la cama a horas tempranas del día, sentado en la orilla de mi cama envuelto en las mantas miraba el infinito, me levante de la cama por fin yendo hacia el baño y de ahí baje a la cocina para mi dosis daría de cafeína. Ya en la cocina tome mi taza favorita, una blanca estampada con varias líneas de colores, serví café con leche y dos cucharadas de azúcar sentándome en la mesa, Pensé en todas las cosas provechosas que podría hacer en mi día libre, limpiar mi habitación, hacer mi tarea y ayudarle a Scott con la suya, podar el jardín, puedo hacerlo ahora que tengo tiempo, me reí solo en la cocina como un lunático al pensar aquello, como si fuera a desperdiciar mi descanso con la limpieza del hogar, aun no terminaba mi café cuando llamaron a la puerta, era demasiado temprano si no eran mis padres o algún familiar, me levante de la cocina con mi taza en la pata, bostezando aun y abrí la puerta, el peor de mis errores hasta ese momento

-buenos días joven, ya acepto a Jesucristo como su salvador-

Dijo un labrador amarillo con una biblia en su pata, una camisa blanca y un pantalón azul marino oscuro

Recién levantado de la cama sin haber terminado mi café, no estaba mentalmente preparado para ser cortes ni educado, menos a un religioso que viene a predicar la palabra de su amigo imaginario a tempranas horas del día

-¿salvador? ¿Salvador de qué?-

Pregunte ladeando mi cabeza con mi café en patas

-de la condena eterna-

Me contesto muy tranquilo, que serenidad para hablarme del infierno al que iré

-¿¡y quien me ha condenado?!-

Dije simulando sorpresa de la manera más creíble posible,

-Dios-

Contesto su compañero de a lado, un pastor alemán

-déjeme ver si entiendo, dios me condeno no sé por qué, y ¿luego envía a su hijo a salvarme? Esto no tiene sentido ni lógica, y como un dios que es amoroso me va a condenar si dice que me ama, eso es hipocresía, ¿no les parece?, como sea, no me interesa, que tengan un buen día-

Cerré la puerta en su cara mientras aguantaba la risa hasta llegar a la cocina para reír más a gusto, quizá lo que hice no fue lo correcto pero tampoco es correcto ir tocando de puerta en puerta diciendo que si no crees en una deidad te pudrirás en el infierno. Cuando termine mi café y mi cabeza parecía estar al menos un 90% en su lugar, prepare el desayuno para mi familia, hot cakes, huevo, jugo de naranja, café para mis padres y leche para Scott, cocinar es algo gratificante y relajante, una de mis actividades favoritas aparte de tocar el violín. Prepare la masa de hot cake en un tazón lo suficientemente grande y batí varios huevos para prepararlos con algunos vegetales, ponía la cafetera a trabajar y sacaba unos paltos para dejarlos cerca, preparaba los primeros hot cakes en un sartén bastante amplio dejando que se cocinaran y esponjaran lentamente, agregue champiñones al huevo espolvoreando sal hasta que el huevo quedo cocido y me centre en los hot cakes, repitiendo el proceso varias veces hasta terminarme la masa, deje los utensilios sucios en el lavabo, posiblemente tendría que lavarlos más tarde de igual manera, subí a mi habitación a cambiarme de ropa, pasar toda mi sábado en pijama no eran los planes que tenía en mente, saque varias prendas buscando lo que podría usar para el día, todo era tan...usado, necesitaba más ropa nueva, de preferencia algo Armani, Gucci o lacoste y no la común que mis padres me compran en el supermercado, pero al menos era bonita, me vestí con unos jeans algo holgados, una playera roja peinando mi cabello un poco. Me senté en mi computadora y jugué un poco World of warcraft pero no me divertía, me quede dando vueltas en mi montura voladora en dalaran hasta que lo cerré e hice algo impensable, ordenar mi habitación.

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