El hombre abrió los ojos cuando los insistentes rayos del sol traspasaban sus parados impidiéndole continuar dormido. Se estiro lentamente hasta que sintió una punzada de dolor en la cadera y se quedó quieto. Suspiro frustrado y maldijo mentalmente, maldito Erik y su libido, maldito Erik y su estamina, al parecer los años, no habían disminuido en nada su ímpetu sexual y ahora él estaba bien molido, más a juzgar que el acto no había sido consensual.
Lo odiaba podía sentirlo en cada fibra de su ser, así como antes lo había amado, ahora solo sentía desprecio por él, al principio había sido resentimiento, dolor, decepción, pero poco a poco se había ido convirtiendo en odio. Se dio cuenta que incluso alguien tan centrado como él y que tenía un dominio muy bueno sobre la mente y los pensamientos, alguien que solía ser noble y amable, podía llegar a sentir un odio intenso, hacia una persona.
Se movió un poco sintiendo cada musculo adolorido, no entendía como Erik, podía desearlo aún, él no se consideraba ya atractivo, a él la edad si le había pasado factura, quizá más que nada debido a su invalidez, misma que le impedía arrastrarse hasta el baño para limpiarse y quitar de su cuerpo los rastros de aquel abuso, del que fue objeto a noche pasada, esa y todas las anteriores desde que había llegado allí.
Cuando lo poseía, Erik le decía que lo amaba, que nunca dejo de hacerlo, le pedía perdón una y mil veces, tanto por su engaño y traición en el pasado, como por las violaciones que le daba, pero él solo podía odiarlo y sentir que todo eso era falso, allí no había amor, ni siquiera cariño, sólo obsesión.
Escucho el chirrido de la puerta anunciando que ya no estaba solo.
─Buenos días profesor charles Xavier, oh, oh, por lo visto el capo Lesher, es un salvaje, ¿se encuentra usted bien?
Pregunto el recién llegado mirándolo con atención. Charles, avergonzado se cubrió con la sabana intentando que no le viese, pues sentía vergüenza de su desnudes y las marcas en su cuerpo.
─ ¿Quién eres?
─Me llaman el mago, sólo le diré que mantenga la calma, pronto será rescatado. Mi contacto debe llegar pronto y entonces procederemos a su evacuación.
─ ¿Por qué me ayudarías?
─Me pagan para eso, su hijo quiere recuperarlo y él tiene contactos.
Charles asintió, estaba enterado del pasado de Logan, con la mafia.
─Me retiro, tenga esperanza, saldrá muy pronto de aquí, ahora me voy antes que me descubran, su asistente debe estar por entrar.
Charles asintió, la asistente que el ojiverde menciono, era una sirvienta que se encargaba de llevarle la comida y de ayudarlo a asearse, y él odiaba verla, la mujer era fría y pragmática, no le dirigía la palabra en lo absoluto, pero él se sentía avergonzado de que elle le viese en las condiciones que estaba, porque era evidente que sabía lo que le hacían más a juzgar por las marcas y los residuos en su cuerpo.
Sin embargo, no fue la sirvienta la que entro a la habitación en ese momento, si no Erik, su torturador. Al verlo frunció el ceño y le dio la espalda.
─Amor, sigues enfadado, ya deberías acostumbrarte a esto Xavier.
Se acercó más y se sentó a su lado acariciando su piel, el profesor se apartó dando un respingo.
─Te he hecho mía cada noche y aun rehúyes mi tacto.
El silencio era la única respuesta.
─Insistes en castigarme así, pero tarde o temprano hablaras, por lo menos tus gemidos, no puedes acallarlos.
ESTÁS LEYENDO
Familia Stark
FanfictionSteve Rogers es un agente especial de Shields, a quien le asignan como misión infiltrarse en la Torre Stark, la guarida del Don de la Mafia que está volviéndoles locos, pues por su gran poder, inteligencia y conexiones, no les ha sido posible arrest...