Capítulo 12: Vendetta 1 parte

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─Mira nada más, vine buscando bronce y encontré oro.

Dijo el arquero al mirar al chico, el cual de inmediato dejo su lectura y miro al intruso frunciendo el ceño.

─ ¿Tú quién eres?

Pregunto el chico levantándose de su asiento.

─Quietecito y calladito por favor o tendré que lanzarte una.

Dijo Clint, mostrándole sus flechas. El joven le miro con cierto susto, pero trato de calmarse y poner el mismo rostro inexpresivo que su hermana solía hacer.

─Adelante, cuando mi padre se entere, tú terminaras siendo la diana y quizá mis hombres te disparen con tus mismas flechas.

─Na, están distraídos, mi compañero de equipo hace un buen trabajo, de hecho, yo hice la mayor parte, pero veras tengo que invitarte a venir conmigo, tu papaíto molesto a ciertas personas y eres una moneda de cambio.

Pietro bufo al oír eso.

─No hicieron bien la tarea por lo visto, de haberte informado, sabrías que yo no soy importante para mi padre, no soy su heredero, ese papel lo tiene mi hermana, no les serviré de rehén, para lograr sus propósitos.

─Lo sé hermoso, y sí hice bien la tarea, quizá a tu señor padre no le importes, pero lo eres todo para tu hermana gemela, la heredera, la niña de la bratva, media mafia esta con ella. Cederá, además definitivamente, ella accederá al cambio con o sin la autorización de tu padre, te ama, y odia al hombre por el que te cambiaremos, el Profesor Charles Xavier, y eso mi pequeño, solo si el mago y el guepardo, no logran su misión, porque si lo han hecho, no habrá necesidad de un cambio, ya que lo tuyo, sería una vendetta.

El joven tembló entonces entendiendo su suerte, si antes sentía miedo porque lo tuvo, pensando en lo que podrían hacerle, ahora su miedo se incrementó, sabía bien lo que su padre hizo con el profesor, como también, que el tal guepardo era hijo del mismo, entonces sí, él sería una venganza. 

Le asusto pensar lo que ese hombre haría con él, o lo que ambos hombres le harían, sobre todo a juzgar por la mirada lujuriosa que el tipo de las flechas le estaba dedicando. Trago saliva y se mantuvo en silencio, comenzó a pensar en la forma de huir, era imposible, solo tenían dos opciones, ir con aquel tipo o intentar el escape, lo cual al no ser posible terminaría con él golpeado o muerto, y aunque tenía miedo, supo que él jamás podría ser un tipo dejado y sumiso, podría ser débil en comparación de su padre y hermana, pero definitivamente, no era un cobarde.

Grito en ese momento, al tiempo que se echaba a correr y salía disparado hacía la puerta secreta, Clint, maldijo ante eso, el mocoso era rápido, demasiado veloz ,de hecho, pero disfrutaría de la cacería, capturaría a la liebre y quizá se la cenaría, eso si no se la quitaba por allí otro cazador.


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