iv。

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YoonGi tiene esa forma de convencer a la gente para que hagan lo que él quisiese.

Es lo único que explica cómo todos los argumentos válidos de JeongGuk sobre tener una fecha límite ("entonces lleva tu portátil") y necesitar escribir sus notas ("sólo empaca las que necesites") y que le arruina la rutina ("ahora sólo estás siendo una reina del drama otra vez") caen en oídos sordos, así es como JeongGuk termina yendo a las montañas Baektudaegan en la segunda semana de marzo para realizar un viaje de cinco días, metido entre Jin y JiMin en el asiento trasero del coche de TaeHyung.

Es sobre todo la forma en que YoonGi lo mira, por debajo de su cabello, y dice "TaeHyung esperaba que vinieras" que hace que JeongGuk jale su pequeña maleta de debajo de su cama a regañadientes, las etiquetas blancas del aeropuerto ICN >>> CDG todavía colgando del mango superior, mientras llama a YuGyeom para pedirle que cuide de sus perros.

A este punto —le había dicho YuGyeom—, ni siquiera vas a tener perros. Se van a olvidar de ti y me aceptarán como su nuevo amo y señor.

Jackson reclamó el asiento delantero junto a TaeHyung, haciendo pucheros hasta salirse con la suya, pero aún así sigue girándose para hablar con JiMin, dejando a JeongGuk en medio de una conversación de tres cuando preferiría estar dormido. 

YoonGi va sólo en el auto delantero, abriéndoles camino hacia el complejo.

Alguien tiene que llevar el equipaje —había dicho cuando conversaban sobre cómo dividirse para el viaje—. Además, si manejo durante tres horas con cualquiera de ustedes voy a odiarlos incluso antes de llegar —JeongGuk piensa que sólo quiere hablar con su novia todo el camino sin una audiencia abucheante.

TaeHyung se encuentra bastante silencioso mientras conduce, siguiendo el ritmo de la música pop del radio. JeongGuk no puede verlo mucho desde el asiento trasero, pero le tranquiliza mirar hacia adelante y tenerlo allí.

—Todo lo que haces es viajar, JeongGuk —dice Jin, haciendo estallar ruidosamente su chicle—. Debe ser agradable tener tu propio horario.

—No debería estar viajando en este momento —responde JeongGuk—. Necesito entregarle algo a HoSeok-hyung pronto.

—Puedes trabajar en ello mientras estemos allí, ¿verdad? —Pregunta JiMin—. Tal vez TaeHyung pueda hacerte compañía.

—Probablemente sólo voy a estorbarle —dice TaeHyung—. Estoy seguro de que JeongGuk prefiere la tranquilidad.

—Pero tú siempre... —JiMin se detiene, encogiéndose en su asiento—. No importa.

JeongGuk recarga su cabeza sobre el hombro de Jin, desplomándose sobre su cuerpo mientras él le acaricia distraídamente la rodilla e intenta hacerle cosquillas en el cuello a Jackson subrepticiamente, metiendo el dedo en el espacio entre el reposacabezas y el asiento. 

—Lo siento —susurra JiMin unos minutos más tarde, cuando Jackson plática con TaeHyung sobre un programa de televisión que ambos ven. TaeHyung sigue interrumpiendo a Jackson para corregir su gramática y Jackson suspira indignado cada vez que tiene que repetir cuidadosamente toda la oración. TaeHyung no puede evitar instruir, JeongGuk piensa, porque él es, a su manera, un sabelotodo que nunca admite cuando no puede hacer algo—. De verdad.

—Está bien —dice JeongGuk. Parece que 'está bien' es su frase típica de esos días.

—Es difícil acostumbrarse —dice JiMin—, a TaeHyung siendo... distante contigo. —Su expresión se arruga en un ceño fruncido—. Quiero decir, no distante, pero tampoco...

The heart where I have roots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora