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Su plan había funcionado. Estaba en cama, enfermo.

Estornudó una vez más y suspiró. Siempre había sido delicado con respecto a la salud. Desde muy pequeño, se le había diagnosticado que carecía de defensas en su organismo, lo que facilitaba que pescase un resfriado. Sorbió con fervor un poco del té de frutos rojos que se había preparado y se acomodó dentro de su cama. Hacía dos días que había estado en cama y sólo su amigo NamJoon había llamado para saber sobre su salud. Ni siquiera JiMin le había escrito ni nada parecido. El día de su salida, estaba tan convencido de que enfermaría, que le avisó a JungKook por mensaje, el cual no dudó en darle unos cuantos días libres.

Prendió la TV topándose con una de sus películas de terror favoritas: La Noche del Demonio. Era aterradora y llena de adrenalina.

Estaba tan sumido en la película que no notó que su celular vibraba hasta que este dejó de hacerlo. Abrió los ojos al percatarse de quien había provenido la llamada y mordió su labio inferior con nerviosismo.

-JiMin.

El teléfono volvió a sonar tomando desprevenido al omega, el cual, sintió su cuerpo temblar debido al pánico. ¿Qué podría querer el tonto alfa después de la escena de hace unos días? Sin tener otra opción, presionó el botón de aceptar y tomó una bocanada de aire antes de susurrar un casi inaudible "¿si?".

Un suspiro de alivio se pudo escuchar desde la otra línea y el peliazul se relamió los labios instintivamente. Quería saber qué quería su jefe si ya sabía que se encontraba indispuesto.

-Hola YoonGi. Yo...realmente lamento haber sido tan idiota. En serio ya no sé ni lo que digo- suspiró- No sé si serás mi pareja predestinada, pero de lo que sí estoy seguro es que generas ciertos sentimientos en mí que nadie jamás fue capaz de lograr.

La mente del omega era un desastre. Un remolino de emociones se instaló en su abdomen y una gran ansiedad tomó posesión de su cuerpo. No sabía que responder ante las palabras del alfa. Fingió toser para hacer notar su mal estado y una pequeña risa se escuchó desde la otra línea.

-Al parecer no responderás nada, pero te dije que te enfermarías.

YoonGi formó un puchero con sus labios y frunció el ceño levemente.

-No es como si le importara.

JiMin no pudo evitar soltar un quejido de frustración al escuchar la respuesta y bufó.

-Sino me importaras no te habría llamado.

-Si realmente te importara lo habrías hecho antes- respondió con cierta molestia.

-En verdad lo siento YoonGi. Soy...orgulloso y no quería aceptar de que había hecho mal, pero muy dentro de mí, sabía que te había lastimado y en verdad lo siento.

YoonGi tragó saliva con dificultad debido al desasosiego, y emitió un sonido en señal de comprensión.

-Está bien.

-¿Eso es todo lo que dirás?

El omega apretó los puños al escuchar el tono arrogante y frunció el ceño aún más.

-Sí. ¿Qué más quieres que diga? Sí claro mi alfa, lo perdono no se preocupe. Puede hacer lo que quiera conmigo. Soy todo suyo- exclamó con sarcasmo.

-Mierda YoonGi- respondió antes de colgar.

El omega quedó petrificado al percatarse de que la línea se había colgado y se hizo bolita dentro de su cama. Odiaba que los alfas lo trataran como basura. Dejó su celular a un lado y se aferró a su oso de peluche mientras cerraba los ojos. Quería descansar un poco del mundo.

Kitten ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora