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Hacía unos días que YoonGi había comenzado su nuevo trabajo y le iba bastante bien. Su relación con sus compañeros era bastante buena y su jefe, o como él solía llamarlo, señor Park, era muy amable. El alfa solía ser demandante y estricto con sus asistentes, pero con el peliazul era diferente y él lo sabía. YoonGi podía ser ingenuo pero no tonto y se daba cuenta de su trato. Era especial. Iba tan distraído que no se percató de la velocidad en la que otra persona iba caminando hasta que ambos chocaron, logrando que cayeran al suelo y que los papeles que el menor traía entre sus manos salieran disparados por doquier. YoonGi se frotó la cabeza al sentir un agudo dolor provenir de ella y recogió los papeles con rapidez. Debía entregárselos a su jefe lo antes posible, pero había perdido el orden en los que los tenía. Estaba muerto.

-Lo siento mucho. No me fijé de que venías caminando.

YoonGi elevó la mirada encontrándose con un chico de cabellos castaños y asintió con una sonrisa.

-No hay problema. También es mi culpa. Estaba distraído.

El otro chico le tendió la mano en señal de ayuda, a lo cual YoonGi aceptó gustoso. Una vez de pie y con los papeles en mano, se saludaron formalmente y se presentaron.

-Soy Min YoonGi, el nuevo asistente del señor Park. Un gusto.

El castaño sonrió ladinamente y asintió.

-Soy Jeon JungKook. El segundo al mando. Se podría decir que soy el mejor de aquí, pero JiMin no quiere aceptarlo.

Ambos chicos rieron, pero sus risas cesaron al escuchar un ronco carraspeo provenir de detrás de ambos.

-YoonGi, a mi despacho. Ahora- dijo con voz autoritaria.

YoonGi tragó en seco y se despidió de su nuevo conocido con una sonrisa nerviosa. Sentía que JiMin lo mataría. Una vez estuvo dentro, cerró la puerta y bajó la cabeza en señal de arrepentimiento.

-L-Lo siento mucho señor Park. Estaba distraído y me tropecé. Le prometo que ordenaré las hojas de nuevo.

JiMin le indicó que tomara asiento y el omega lo hizo sin vacilar. Mantuvo su mirada dirigida al suelo hasta que el rubio le indicó lo contrario.

-YoonGi mírame.

El pálido levantó la mirada con nerviosismo y sintió su omega contraerse ante la mirada penetrante del moreno. Jugueteó con las mangas de su camisa y suspiró.

-E-En verdad lo siento. Yo

-No te disculpes YoonGi- interrumpió- No estoy molesto contigo ni nada parecido. Solamente tenía que alejarte de JungKook. Y, ¿cuántas veces te he dicho que me llames JiMin? Deja las formalidades blanquito.

YoonGi asintió lentamente y no pudo evitar ruborizarse al escuchar el nuevo apodo. Le gustaba.

-¿P-Por qué tenía que alejarme? Parecía una persona muy agradable.

-Lo es, pero no me gusta que se metan con lo mío.

El peliazul abrió los ojos al escuchar sus palabras y desvió la mirada tratando de disimular su nerviosismo. No podía negarlo. JiMin era un alfa muy atractivo en todo sentido y su forma de ser con el omega era cálida, posesiva y dulce. Era inevitable no pensar en una posible relación con el moreno, pero recién se estaban conociendo y YoonGi no era un omega fácil, todo lo contrario.

-¿Lo tuyo?- logró formular sin tartamudear.

-Eres mi asistente YoonGi. No quiero que mi mejor amigo me lo robe. Me costó encontrar a alguien tan bueno como tú.

YoonGi asintió con un dejo de desilusión y se incorporó dejando los papeles sobre la mesa del escritorio.

-Me retiro JiMin. Iré a terminar con el papeleo.

Kitten ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora