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Habían pasado algunos días desde que ambos chicos habían comenzado a dormir juntos, más bien dicho, a convivir. YoonGi rara vez llegaba a su casa para dormir y aprovechaba que se quedaba trabajando hasta tarde para regresar con su jefe y dormir juntos.
Desde el día en que recibió la llave del departamento, el dormir se convirtió en su actividad favorita.

YoonGi se encontraba revisando el papeleo en su pequeño escritorio cuando sintió unas pequeñas manos rodear su cintura, logrando que saliera de su ensoñación, y sonrió automáticamente al reconocerlas.

-Hola señor Park- susurró de una manera que sólo fue audible para el rubio.

-Buenos días blanquito- respondió besando una de sus mejillas- ¿Dormiste bien?

-S-Siempre duermo bien si estoy con usted- susurró apenado.

-Eres una cosita.

-Claro que no. Ya se lo dije. Soy rudo y malvado. Algún día lo aceptará.

JiMin rió.

-Está bien. Hoy en la mañana no tuvimos mucho tiempo de conversar. Una pena que el caso haya tenido un cambio tan drástico y hayamos tenido que venir inmediatamente, sino hubiera podido despertarte con miles de besos.

Las mejillas de YoonGi se enrojecieron al escuchar sus palabras y escondió su cabeza dentro del cerro de papeles que habían sobre su escritorio.

-Cuando te avergüenzas, eres mas tierno de lo normal y no puedes negarlo.

El pálido frunció el ceño ante sus palabras y negó.

-Claro que no.

-Claro que sí.

El rechinar de la puerta al ser abierta hizo que callaran y levantaran sus miradas en esa dirección. Una chica con lentes de sol y una cartera sobre su hombro los miraba asqueada mientras miraba amenazadoramente al más bajo.

-Te dije que te alejaras de mi prometido puta. Sólo lo quieres por su dinero, no lo quieres como lo hago yo, así que desaparece de su vida y déjanos en paz.

El semblante de YoonGi se tornó algo decaído y se puso de pie mientras hacía una pequeña reverencia.

-L-Lo siento.

Sintió como era jalado hacia atrás y chocó contra el trabajado pecho de su jefe, él cual observaba con notoria molestia a la chica delante de ellos.

-YoonGi no tiene porqué disculparse Rosé. Entiende que no siento nada por ti. Nuestro compromiso era por dinero, nada más, así que si alguien está interesado en mí dinero eres tú. Eres una hipócrita.

La chica de cabellos castaños retiró sus lentes con brusquedad, dejando a la vista sus llorosos ojos, y se acercó al cuerpo del más alto, el cual rodeaba el del pálido protectoramente.

-Tú sabes que no soy de las que llora JiMin ni me muestro de esta manera ante los demás, pero estoy tomando este riesgo porque te amo. Por favor no me dejes amor. Te extraño. Vamos a casa y casémonos. ¡Seamos felices!

YoonGi, sintió la culpa invadir su ser. Tal vez JiMin decidiera irse con ella y estaría en su derecho. Ellos no eran nada, pero por algún motivo desconocido, sentían que era lo correcto.

Que estar juntos estaba bien.

Los latidos del peliazul aumentaron cuando sintió el calor de su jefe alejarse de él y lo vio rodear el cuerpo de la chica con ambos brazos. Las lágrimas no tardaron en dar aparición, pero tuvo que aguantarlas. No quería llorar, al menos no ahora.

-Rosé, escúchame- suspiró- Yo también te amo, pero no puedo corresponderte. Te amo como una amiga. Eres mi mejor amiga y por más que duela, necesito que aceptes esta decisión. Estoy enamorado de YoonGi y quieras o no, no lo dejaré, pero puedes escoger como será nuestra relación desde ahora. Si me odiarás y nos desearás la muerte o si nos apoyarás y estarás feliz por mí. ¿Crees que podríamos intentar llevarnos bien?

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2018 ⏰

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Kitten ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora