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YoonGi tomó asiento en el sillón de su oficina y comenzó a ordenar el papeleo. Se había reincorporado a su trabajo después de tres días en cama, así que tenía mucho trabajo pendiente. Un fuerte aroma a chocolate logró que su omega regocijara de emoción y de un momento a otro, unos brazos que conocía a la perfección rodearon su cuello.

-Hola blanquito.

YoonGi se tensó al sentir el caliente aliento chocar contra su cuello y se dio la vuelta para observar a su jefe con detenimiento.

-Buenos días señor Park.

-La próxima vez no podrás escapar.

Las mejillas del omega tomaron un color carmesí y asintió con sumisión.

-L-Lo siento.

-Está bien YoonGi. Entiendo que no hayas querido que te dé un beso y acepto esa decisión porque me comporté como un idiota, pero la próxima no podrás escapar.

YoonGi asintió mientras acariciaba las mejillas del alfa y le sacaba la lengua.

-Es verdad, es un idiota señor Park, pero es adorable- exclamó con una sonrisa- Sus mejillas se ponen rosaditas y se ve muy lindo.

JiMin sonrió enternecido ante las palabras del omega y pellizcó su nariz.

-Mira quien habla de adorabilidad. ¿Te has visto en un espejo? Eres la cosita más tierna del universo.

El peliazul rió ante sus palabras y negó.

-No soy tierno hyung. Soy muy rudo y doy miedo- respondió fingiendo molestia.

-Eres muy aterrador blanquito. Tiemblo del miedo al verte- respondió poniendo un rostro de terror.

Ambos chicos rieron ante las muecas del mayor y JiMin no pudo evitar adorar cada facción del omega. Mientras más lo miraba, más lo quería. Era imposible no enamorarse de alguien tan tierno y perfecto como YoonGi.

-¿Ya terminaron?

Una tercera voz logró sacar de su ensoñación a ambos chicos y YoonGi bajó la mirada avergonzado al percatarse de quien se trataba.

-Déjanos JungKook.

-Si necesitan un momento a solas pueden esperar a que termine el horario de trabajo.

JiMin se alejó del cuerpo del omega y bufó.

-No eres nadie para decirme que hacer JungKook.

-No pongas tu rostro de amargado Chim Chim. Sólo lo digo por su bien. Si nuestro gerente los viera en esa posición tan comprometedora, los despediría y no quiero que eso suceda.

JiMin le regaló una de sus sonrisas de alcancía al peliazul, el cual no dudó en corresponder de la misma manera, y suspiró.

-Está bien Kookie. Regresaré a mi despacho.

Se puso de pie mientras se dirigía a la puerta.

-Y espérame para almorzar YoonGi. No te vayas sin mí.

-Está bien señor Park.

JiMin le dedicó un guiño al omega, logrando que soltara una risita nerviosa y que JungKook rodara los ojos.

-Chau JiMin.

-Sisi ya me voy.

YoonGi rió divertido ante la notoria molestia del castaño y lo tomó del brazo.

-Kookie-hyung no debería ser tan amargado. Le saldrán arrugas por todo el rostro y se verá feo.

JungKook rió ante las palabras del omega y negó mientras estiraba sus mofletes.

Kitten ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora