Su nombre era Charlie y era un armadillo.
Dueño de tres hijos y una esposa sintética.
Oía a la gente, los oía en murmullos.
Después de tragedias y Vitex entubado.
Oía a la gente hablando, hablando.
"¡Hey y hey y hey, Charlie se ha ido!"
Su casa en el bosque, ya era muy grande.
Los peldaños, manchados de sangre, de sangre.
Mucha gente abierta, de nudillos a hombros.
Charlie decía no estar loco, estar loco.
"¡Hey y hey y hey, Charlie se ha ido!"
"¡Oh, oh, oh, Miriam de cabeza!"
No saber cuál fue el impulso, de un armadillo.
Hacerse bola, una simple bola.
Sin repulsión y creyendo que él era un único y real.
Se dejó ver para ellos, tres y una.
"¡Hey y hey y hey, Charlie has salido en los titulares!"
"¡Hey y hey y hey, Miriam está de cabeza!"
"¡Oh, oh, oh, Ben está corroído!"
"¡Oh, oh, oh, Ed está mal comido!"
"¡Y la pequeña no muestra alaridos"