Capítulo 9

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Intente gritar pero de mi boca solo salían leves quejidos. Mi vista estaba borrosa sin embargo logre ver a mis guardaespaldas y a Andrea correr en mi dirección. Después de eso todo se volvio oscuro y silencioso.
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Escuchaba gente murmurar, pero no lograba entender lo que decían, quise abrir los ojos pero no pude, quise hablar pero fue lo mismo, mis manos estaban atadas a algo sobre mi cabeza, mis pies apenas tocaban el piso, alguien toco mi pecho haciéndome gritar, una risa resonó por todo el lugar, una puerta se cerro, pero no sabía si esa persona estaba ahí conmigo o se había ido.

Después de tiempo se encendió un televisor y comenzó a hablar sobre mí.

"La hija del empresario Maximiliano Dakota desapareció el día de ayer a las afueras de su institución educativa".

"Se dice que fue vista por última vez en la plaza comercial junto con sus amigas".

"Se ofrece una recompensa por información del paradero de Charlie Dakota"

"Charlie Dakota Evans, desapareció el día de ayer, no se sabe si fue un secuestro o un ajuste de cuentas al empresario Dakota".

"La desaparición de Dakota Evans está causando gran conmoción en todos los Ángeles".

Y horas después ese maldito televisor  deja de hablar sobre mí, estoy harta de escuchar tanta tontería, estaba sola, estaba esperando a Andrea, no puedo creer que esto esté pasándome, nadie conoce a la hija de Maximiliano Dakota... Mi padre se ha encargado que los medios se mantengan alejados de mí.

- Por fin tengo el gusto de conocerte Charlie - dijo una voz grave, estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración -. De conocer a la heredera de las empresas "Dakota", la hija de Maximiliano Dakota, espero que tu padre, esté dispuesto a pagar por tu vida - dijo, mi padre pagara lo que sea por mí, de eso no hay ninguna duda.

Sus manos tocaron mi cuerpo, y ahí me di cuenta que estaba desnuda, llevo sus manos hasta lo que tapa mi boca y lo quito.

-No me hagas daño, te daré todo el dinero que quieras -dije con miedo.

-Quiero más que tu dinero, Charlie, quiero todo lo que tu padre tiene, quiero verlo en la miseria en la que lo conocí -dijo serio, quito la venda de mis ojos, abrí y cerré los ojos hasta que me acostumbre a la luz del lugar.

—Brayan —susurre.

—¿Por qué pones esa cara?  —pregunto con cinismo —Oh ya veo, ¿te sorprende verme?, estoy seguro que lo deseabas tanto como yo —dijo riendo.

—¿Por qué haces esto? —pregunte con la voz entre cortada.

—Charlie, Charlie... ¿Mike no te lo dijo? Siempre han sido amigos, me sorprende que no lo haya hecho —dijo curioso.

—¿Decirme qué?

—Que todo fue una mentira, su amistad, sus deudas conmigo, todo fue parte de un plan que me llevo muchos años llevar a cabo —mi cuerpo comenzó a temblar —, Mike siempre, bueno casi siempre ha trabajado conmigo, es mi mejor amigo, conociste a Mike porque yo lo decidí, conociste a Andrea porque no di la orden para matarla, sabía que en algún momento tu caerías en la trampa.

—¿Por qué?  —susurre.

—Porque odio a tus padres, todo se fue a la mierda cuando ustedes aparecieron, cuando tu madre apareció.

—¡De qué hablas, maldita sea! —grite.  Recibí una bofetada, mi boca comenzó a saber a metal.

—El único que grita aquí soy yo —dijo con tono irritado.

Me quede callada, él se alejo de mí y se tiro en la cama que estaba al lado de una pequeña ventana, se quedo ahí mirándome por lo que parecieron horas, hasta que tocaron la puerta, pero él no respondió.

—Tenemos que hablar sobre la mercancía,  es momento de hablarle al dueño —grito un hombre desde afuera.

Brayan se levantó de la cama y se dirigió a la puerta y la abrió.

—¡Espera! —grite,  se detuvo y volteo a verme.

—¿Qué quieres? —pregunto enojado.

—Tú... ¿Tú fuiste quién me toco hace un rato? —pregunte temerosa.

—¿Tocarte cómo? —parecía confundido, se acerco a mí.

—Hace un rato, antes de que me quitarás las vendas... Alguien me toco lo senos —susurre avergonzada. Brayan dio media y se marcho, escuche como cerraba con llave la puerta.

El silencio reino en todo el lugar, estaba quedándome dormida o quizá estaba por desmayarme porque mi cuerpo estaba quedándose sin fuerza, no sé cuanto tiempo paso hasta se escucho un gran estruendo, parecía que alguien había decidido romper todo lo que quedaba a su paso, entre en pánico cuando tres disparos resonaron por todo el lugar, segundos después Brayan entro a la habitación, tenía el labio roto y los puños llenos de sangre.

—¿Estás bien?  —pregunte en voz baja.

—¿Tú que crees?  Acabo de matar uno de mis mejores  hombres ¿Y todo por qué? —no supe que responder así que solo baje la mirada, me jalo del cabello y me hizo mirarlo —Por una niña estúpida que no debería de importarme si violan o no —mantenía cerrados mis ojos con fuerza, grite cuando su mano se posicionó en uno de mis senos y comenzó a acariciarme, mi corazón latía con fuerza, mis mejillas se humedecierón.

–Por favor –susurre–, no me hagas daño, te juro que te daremos todo, todo será tuyo.

Mis palabras no hicieron que se detuviera, sino por el contrario, sus toques se volvieron agresivos, soltó mis manos de donde estaban atadas y me sostuvo para no caer.

—Quiero más que tu dinero —susurro en mi oído.

Me tiro hacia la cama, me levante lo más rápido que pude y corrí hasta la puerta, pero esta no se abrió por más que lo intente. Su risa resonó por toda la habitación, me tomo del cabello y me llevo de nuevo a la cama, me dio una bofetada​ y comenzó a besarme. Grite una y otra vez pero nadie me escucho, me golpeo cada vez que gritaba, al final me quede sin fuerzas, nadie iba a ayudarme.

No sé si me quede dormida o me desmaye por el dolor, pero mi cuerpo estaba cubierto con una sábana cuando abrí los ojos, mire a mi lado y ahí estaba él, parecía estar dormido, las lágrimas se hicieron presentes, mi cuerpo estaba tan adolorido que hasta respirar dolía. Con mucho esfuerzo me levante de la cama y de nuevo fui hasta puerta, al poner mi mano el picaporte escuche sus pasos venir a mí.

—Ni siquiera lo pienses, si das un paso fuera de esta habitación, los hombres que están allá afuera te matarán —advirtio.

—Solo quería ir al baño —susurre, comenzó a reír.

—Tu baño es ese bote de allá —informó.

—Quiero bañarme —dije entre sollozos.

—Aquí vas a hacer lo que yo te diga, te bañarás cuando yo te diga, te vestirás cuando yo diga, dormirás cuando yo diga y de ser posible respira solo cuando yo te diga —sentenció. Mis manos se convirtieron en puños y una de ellas fue a parar a su cara. Gran error.

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Hola!

Lo sé,  lo sé, me desaparecí durante mucho tiempo. Pero la Universidad me ha absorbido por completo, espero poder actualizar más pronto y si están leyendo esto, son los mejores, gracias por leer, realmente espero que les guste :)

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EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora