—No recuerdo que paso después de que salimos de ahí —susurre, estaba de rodillas frente a él —. Lo siento, de verdad lo hago, todo es mi culpa, jamás debí haber jugado con fuego, perdón, sé que no puedo regresarte a tu mamá, pero voy a ayudarte a recuperar todo aquello que te corresponde, te lo juro —dije llorando, intente acariciarle la mejilla, pero me dio un golpe en la mano evitando que lo tocara. Me tomo de la mano y me levanto del suelo para después lanzarme contra la cama, se puso sobre mí para después comenzar a desabrocharse el pantalón.
—Claro que me vas ayudar, pero hasta que no obtenga lo que quería, te voy a usar de la misma manera que Maximiliano uso a mi madre —dijo mientras me besaba.
—No lo hagas, por favor —suplique, pero de nuevo no sirvió de nada.
De nuevo los días comenzaban a avanzar y no tenía noticia de mi padre ni de madre, tal parecía que ellos se habían olvidado de mí, Brayan seguía "usándome", aunque de vez en cuando llevaba a alguna otra mujer para que se acostara con él, cuando esa pasaba algo dentro de mi comenzaba a enfurecer, estaba muy segura que no me había enamorado de este, no podía enamorarme de alguien que está usándome para despojar a mi familia de todo, no podía sentir nada por mi violador. Sin embargo, cada vez me reusaba menos a pasar un rato con él, comencé a disfrutar el ser usada por él, dolia menos si no me resistia, aunque a veces no le gustaba la idea de que fuera tan sumisa, aunque no me estuviera resistiendo me golpeaba o era muy violento mientras lo hacíamos.
La puerta se abrió de golpe y por ella entro Brayan junto a una mujer que parecía estarle comiendo la cara, ambos se dejaron caer en la cama y comenzaron a desvestirse. Me arrincone hacia la pared, abrase mis piernas y oculte mi cara tratando de ignorar lo que estaba pasando frente a mí, no era primera que pasaba eso.
—Me siento incomoda con esa chica mirándonos —dijo aquella mujer.
—Ni siquiera nos mira, está escondida como siempre —bufo Brayan. Escuche como bajo de la cama para después acercarse a mí, me tomo del brazo y me levanto con brusquedad para después lanzarme fuera de su habitación.
Me levante del suelo y camine hasta el baño, asome la cabeza por ventana y observe lo más que pude del lugar, todo estaba rodeado de hombres armados, era casi imposible escapar, pero yo encontraría la manera de volver a mi casa. Volví hasta la habitación pero me quede sentada frente a la puerta, podía escuchar todo lo que ellos hacían allí adentro, mis manos se volvieron puños y cuando menos cuenta me di, ya estaba llorando.
Cuando deje de escuchar ruidos en la habitación me puse de pie y trate de escuchar lo que pasaba adentro, pero Brayan abrió la puerta haciéndome caer de cara dentro de la habitación, la mujer comenzó a reírse a carcajadas, con una patada Brayan me quito de la puerta, gatee hasta llegar a la otra esquina de la habitación, él y la mujer salieron y minutos después él regreso solo.
—No era necesario que me golpearas —informe.
—¿Qué hacías espiándome? —dijo mientras se acercaba a mí.
—Yo no hice eso —me defendí. Me levanto para después lanzarme hacia la cama, me beso con desesperación, me mordio el labio tan fuerte que me saco sangre, me mordio el cuello y otras partes del cuerpo dejando también una herida, no importo cuantas beses le pedi que dejara de hacerlo.
Unos días después el dejo de pegarme, me dejaba dormir en su cama mientras él se quedaba en otra, me dejaba bañarme todos los días, incluso me había traído ropa limpia y algunos cosméticos, lo único que no podía tener era comunicación, asomarme por la ventana de vez en cuando era un privilegio.
Cuando salí de bañarme escuche gritos, me acerque lo más pude y logre ver a Brayan y a otro hombre discutiendo.
—No puedo entregarte nada más, quédate con todo lo que te he dado hasta ahora, no puedo ofrecerte más — esa voz, papá...
—¿Ya olvidaste que tengo en mi poder a Charlie? —pregunto molesto Brayan.
—No me he olvidado de eso, pero...
—Pero te importa más tú empresa que tú propia hija, debí suponerlo —aseguro Brayan.
—Tienes razón, prefiero mil veces mi empresa antes que mi hija, no pienso perder todo eso que con tanto esfuerzo conseguí —mis ojos se llenaron de lágrimas ante esa confesión —. Voy a darte todas las propiedades que están a nombre de Camille, pero no pienso darte mi empresa, ¿De acuerdo?
—Muy bien, mañana mismo a las 11:00 PM en la desviación hacia San Francisco, es tu ultima oportunidad Maximiliano, si no llegas voy a matar a Charlie —informo.
—Ahí estaré —aseguro.
—Escóltenlo a la salida, no se vaya a perder —dijo riendo, escuche sus pasos acercarse pero no pude moverme ni un solo centímetro —. Sigues escuchando las conversaciones ajenas —aseguro —, ni siquiera vale la pena llorar por él, me alegra que te dieras cuenta de quién es en verdad Maximiliano —dijo sonriendo, estaba a punto de marcharse pero lo detuve.
—Hazme tuya —su sonrisa se amplió más, me tomo de la cintura y comenzó a besarme, la toalla que hasta ahora cubría mi cuerpo se cayó al suelo, me levanto y enrolle mis piernas en su cintura, fuimos hasta la habitación donde estaba quedándome, me había equivocado, todas aquellas veces... jamás las disfrute como hasta ahora, la sensación era placentera, por primera vez estaba disfrutando aquello que las personas llamaban venganza.
—Mañana por fin podrás volver a tu casa —informo.
—¿Debería alegrarme? —pregunte mientras lo observaba, negó con la cabeza.
.
.
.
La mañana paso rápido y la tarde llego hasta darle paso a la noche, eran las 10:45 PM y las luces de un auto anunciaban la llegada de mi padre, el auto se detuvo unos metros antes de llegar hasta nosotros, mi padre bajo con un portafolio en la mano, Brayan me apunto con una pistola y me señalo la puerta, salí lentamente mientas él también lo hacía. Caminamos lentamente hasta la mitad del camino, mi padre puso el portafolio en el suelo.
—Deja ir a Charlie y te lanzare el portafolio, en el están todas las propiedades de Camille a tu nombre.
—Espero que no hayas traído invitados extra, no me gustan los colados en las fiestas —informo Brayan.
—Solo entrégame a mí hija y todo será tuyo.
—¿Estás seguro que la quieres? —pregunto riendo.
—Es lo único que me importa —aseguro mi padre y por una milésima de segundo le creí, Brayan me empujó hacia él y comencé a caminar, mi padre pateo el portafolio y este quedo justo en medio del camino, seguí avanzando hasta llegar a portafolio, me toque la cintura y saca que una pistola que unas horas antes había tomado de unos de los cajones de Brayan, apunte hacia mi padre, levante el portafolio y corrí de nuevo hasta donde Brayan estaba, ambos me miraban sorprendidos, mi camino padre hacia nosotros.
—No te acerque más o te disparo —advertí, mis ojos estaban llenos de lágrimas.
—Este no era el trato Brayan, cumple con tu palabra —ordeno.
—Yo cumplí con mi trato, es ella la que no se quiere ir, así que no puedo obligarla —dijo riendo, me tomo del brazo y me metió al auto, condujo hacia un lugar diferente esta vez, no volveríamos a la misma casa —¿Por qué lo hiciste? —pregunto curioso.
—Porque me enamore de ti —concluí.
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Hola!
Ya sé! Me tardo muchísimo en actualizar, pero apoco no vale la pena la espera?
La historia ya casi llega a su final, espero poder terminarla en maximo 4 capítulos más.
Realmete espero que les este gustando y puedan seguir apoyandome.
Otra gran noticia es que volvi a publicar "El ángel" y su secuela "¿Angel o Demino?", lo más importante, es que por fin terminare esta historia y por fin podre continuar con Clandestino, espero puedan leerlas, ya veran que no se van arrepentir.
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Estocolmo
Teen FictionCharlie Dakota Evans, es hija de Maximiliano Dakota, el empresario más rico de todos los Ángeles California, hija de Camille Evans, modelo internacional. Charlie va por la vida sin importarle lo que diga la gente, sin hacer diferencia alguna, ella s...