Desde ahora en adelante Ashton tendrá muchos flashback para completar más la historia y que se entienda, disfruten.
Ashton's pov;
Llevábamos varias semanas de haber escapado de la casa de Julia, la madre de Diana, había recibido demasiadas llamadas de mamá pero todas las ignoraba. Luke me había estado ayudando estos dos meses prestandome la habitación de huéspedes en su casa. Liz al principio se había opuesto pero luego de tanto convencerla ella cedió y con mi pequeña nos instalamos con las pocas cosas que teníamos. Una mochila pequeña, era de Diana, tenia un par de juegues, dos vestidos, un par de zapatos, dos camisetas, si pijama y un pantalón. En cambio yo no tenía nada, además de la ropa que había traído puesta. Luke me había prestado de la suya y los chicos también. Mis tres amigos se habían encariñado rápidamente con Diana ¿Cómo no? Si a pesar de ser tímida con desconocidos era una ternurita. Calum y michael venían cada tarde a la casa de luke luego de los turnos en su trabajo. ¿Les mencioné que estábamos juntando dinero para comprarnos una casa usada? Mientras yo también trabajaba Liz amablemente se había ofrecido para quedarse con Diana. Mi pequeña no armaba ningún problema, ella solamente quería su libro de dibujos y sus lápices para ser feliz. Podía asegurar de que tenia la casa de luke llena de dibujos pegados en las paredes, era su mini museo.
- Ashton, mike y Calum ya llegaron.- me avisó luke desde el otro lado de la puerta golpeando con sus nudillos.
Diana estaba plácidamente dormida sobre la cama abrazándose a un peluche que michael le había regalado. Me levanté de la cama con cuidado para abrir la puerta y poner mi dedo índice sobre mis labios indicando que mi hija estaba durmiendo, que lindo sonaba eso.
Nos sentamos todos en el suelo frente a la cama escuchando a calum suspirar.
- Aún pienso que esto es una locura, Ashton.- escuché a michael murmurar.
- Yo también lo pienso así, pero no puedo dejar que la aparten de mi lado. Buscaré la forma de poder adoptarla, si es necesario buscaré por cielo mar y tierra.- estaba muy decidido en cuanto al futuro de Diana, y ese no era separarme de ella.
- La madre de luke es abogada ¿Ella no puede ayudarte?- calum se levantó rápidamente como si una idea creciera dentro de su mente.
Luke me miró por unos segundos y en ese momento le supliqué con la mirada, era mi única oportunidad.
- Luke, por favor...- pasé mis manos por mi rostro, estaba seguro de que ya había comenzado a llorar.- Sabes lo desesperado que me encuentro, no puedo pagar un abogado porque mi salario en la pizzeria aún no es lo suficiente. Se que aún no soy mayor de edad, se que Diana tiene solamente cinco años pero por favor, ponte en mi lugar aunque no sea fácil.
Sentí una mano sobre mi espalda tratando de calmarme, subí la mirada y era michael con unos ojos brillosos. ¿Iba a llorar?
- Me encantaría poder ayudarte pero primero necesitamos hablar con mi madre, sabes como es ella y quizás no pueda apoyarte.
Solté un suspiro secando mis lágrimas con mi propia camiseta.
- Nosotros podemos ayudarte a pagar un abogado.- calum se puso a mi otro extremo de rodillas.
- Es fácil decirlo, pero dudo que haya alguien capaz de ayudar a un adolescente de dieciséis años.
Michael tenía razón, y eso hizo desesperarme más. Liz era mi única salvación y necesitaba hablar con ella. Sentí la puerta cerrarse y me di cuenta de que era luke. Calum y michael trataban de darme apoyo diciendo que todo lograría como quería, que dentro de unos años no me acordaría de eso y solamente sería un mal recuerdo. Estuvimos así varios minutos hasta que la puerta volvió a abrirse dejando pasar a luke con su madre, ella venía confundida.
- Mamá, necesitamos tu ayuda. Y antes de que comiences a negarte necesito que escuches los argumentos de ashton.- justificó luke dejándome el paso libre.
Tomé una bocanada de aire y comencé con demasiado nerviosismo. Le contaría la historia completa.
- Mamá solía llevarme a su trabajo, era una casa de alta costura, allí solamente vivía Diana con su madre Julia. Durante todos esos meses que estuve yendo a la casa Julia me comencé a encariñar demasiado con su hija. Le compraba pequeños regalos con el mismo dinero que me daba mi madre, le decía una excusa que eran para materiales en la escuela y luego de que descubría la verdad ella me regañaba. Una mañana con mi madre íbamos llegando a la casa de Julia y en la puerta había un sobre, luego de haber entrado nos pusimos a leer la misteriosa carta. Julia se había ido sin su hija, la motivos que ella daba eran porque su esposo no seguía con ella y no sería capaz de vivir con una réplica exactamente a él. Diana ese día preguntó hasta quedarse dormida en donde estaba su madre y si ya había llegado del trabajo. Siendo tan pequeña al pasar los días ella se daba cuenta de que su madre no volvería. Mi madre no sabia que hacer y solamente quería contactarse con la familia de Diana y que ellos se hicieran cargo, pero no podía dejar que se la llevaran. Estaba decidido en adoptarla, pero solamente tengo dieciséis años y poco dinero para un abogado. Necesito que me ayudes a tener su custodia, prometo darle el mejor futuro, no será lleno de lujos pero podrá estudiar la carrera que quiera. Se que aún falta demasiado para eso pero joder, estoy desesperado, me cuesta dormir por las noches pensando en que será de Diana mañana si se la llevan.- había vuelto a llorar nuevamente, sí, quizás era demasiado sentimental pero no podía desahogarme de otra manera.
- ¿Estás midiendo tus palabras? Tomar el cargo de una niña no es fácil, sobretodo si tiene familia por detrás y están tratando de recuperarla. Lo siento demasiado Ashton, pero me temo que no podré ayudarte hasta que seas mayor de edad.- dijo Liz saliendo de la habitación de huéspedes.
No podía creerlo, había intentado todo para conseguir nada. Les pedí a los chicos que salieran, no tenía ganas de conversar con nadie.
Me senté sobre el suelo apoyando mi espalda en la pared, acercándo mis piernas hacia mi pecho y escondiendo mi cabeza entre mis rodillas. Soltaba sollozos bastante fuertes, estaba llorando de forma desesperada. No me quedaba ningún posibilidad.
El mundo se me había venido encima.
