Existen más de 7 billones de personas. Dicen que las casualidades solo se repiten unas cuantas veces en nuestras vidas, Mérida tiene dos caras como la moneda, pero, ¿y si Ezequiel fuera exactamente igual a ella? ¿como afectaría sus vidas? serian el...
Al terminar de hablar con mi padrino, quería descansar, pero no sabia cual seria mi habitación. Así que decidí preguntarle a Marcy, la señora que estaba encargada de los quehaceres de la casa, era incomodo tener que estar preguntándolo todo. Me acerqué con sutileza, --Marcy, podría decirme donde está ubicada mi habitación--. Me miro un poco raro, pero decidí no restarle importancia, ya estaba acostumbrada a que la gente tenga esa primera impresión de mí. -Claro, venga y se la enseño, suba los escaleras--. me indicó.
--Es la segunda, fue acomodada de acuerdo a sus gustos, disfrútela--. Dijo ella retirándose del lugar. Entré, la miré, y no lo podía creer; era mas grande que mi antigua alcoba, tenia una hermosa lampara en el techo, una cama central grande con dos mesitas de noche a los lados, había una hermosa cómoda de color madera, las paredes eran de color blanco, lo que mas me gustó fue el hermoso fondo, decía HARRY POTTER en grande, me encantaba, había un librero y un escritorio, donde podría acomodar perfectamente mis libros y hacer mis deberes y otras cosas.
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Tenia mi baño privado y la zona del closet aparte, todo estaba en su sitio. Me gustaba todo esto que me estaba pasando, Rob realmente se esforzó por hacerme sentir como en casa. Abrí mis maletas para encontrar alguna pijama cómoda, me la coloqué, deje mi móvil en el nochero y me dormí.
6:35 am, el reloj marcaba la hora de levantarme, aunque no se para que me levanté tan temprano, de igual forma no tenia mucho para hacer hoy. Así que la apagué y volví a dormir, cosa que no resulto tan exitosa, mi madre no paró de tocar la puerta hasta que me dí por vencida y le di paso para que entrara. Ni siquiera un buenos días de su parte, simplemente me dijo --Necesito que te vistas, y estés en la sala en media hora, Robert vendrá y te presentara tu guía-- --De acuerdo--. Asentí. Salió del cuarto sin dejar de mirar su celular.
Me dirigí al armario a ver con que podría comenzar el día, opte por unos jersey blancos con un jean desgastado y unos vans, me coloque rímel en las pestañas y labial suave, coloque fijador para mi cabello ya que es bastante rizado. Al terminar, arreglé la cama y baje a la cocina, preparé unas tostadas con huevos estrellados y jugo de naranja. Al salir de la cocina, me encuentro con un chico y mi padrino, los dos estabas vestidos igual, aquel chico ya lo había visto, ya lo identificaba como Ezequiel. --Hola, Rob, buen día--. dije en el tono mas sutil. --Buen día, Mer..--. Miró a su hijo y luego dijo --Te presento a Ezequiel, tu guía, el te mostrará Dublim y te llevará a la universidad--. Nos estrellamos la manos y un cortante Hola salio de nuestras bocas. Salimos de la casa dirigiéndonos a la universidad, todo el camino fue en silencio, llegamos a al estacionamiento, Ezequiel no dejaba de mirarme, y ya eso me incomodaba. --¿Se te ofrece algo?-- le dije un poco cortante. --No..- dijo dudoso. --Solo que que no sé por que tengo que ser tu chófer, da igual, ¿que carrera vas a estudiar?-- -Literatura y leyes, creo--. Dije.
Al bajarnos del auto, nos dirijamos a la oficina de admisiones, para presentar los documentos requeridos por la universidad. --Buenas, vengo a entregar la documentación y mi perfil estudiantil--. dije dirigiéndome a una señorita de unos 25 años de edad, alzó la mirada, estiró la mano retirando de mis manos mis documentos, --Nombre por favor-- dijo ella. --Mérida Robinsons--. dije. ---Vengo de parte del Lic. Robert Galué---. Ezequiel simplemente miraba hacia otro lado, dejándome a mi con la secretaria que me hacia un sin fin de preguntas. Al terminar el papeleo me dieron mi carnet estudiantil y llaves de mi casillero. Nos dirigimos al parqueadero y salimos de ahí.
---¿Que hay para hacer en Dublim, para chicos de mi edad?--- le pregunté a Izi. Tardó unos minutos en responderme. ---¿Que te gusta hacer?-- respondió. ---Me gusta acampar, el cine, beber mucho alcohol, bailar y jugar fútbol--contesté recostando la cabeza en el vidrio de la ventana con los audífonos puestos escuchando Just Like Paradise de David Lee Roth.
---Llegamos, ya despierta--- escuche decir a lo lejos. ---¿Donde estamos?--- pregunté en tono soñoliento. ---Jugaremos fútbol--- dijo Izi. ---¿Y porque querría yo jugar contigo?---. repliqué. ------------Solo intento hacer mi maldito trabajo bien, deja portarte como pendeja, para tener 18 te comportas como una niña---- dijo exaltándose. Me quede helada, no me moví, no dije nada, lo mire con furia, quería irme de ahí... Agaché mi cabeza y saqué el móvil, Izi se quedo viéndome, sabia que me estaba mirando, aunque no le di el gusto de devolverle la mirada; me senté en la acera a leer mensajes y hablar por WhatsApp, revisar instagram y tumblr. ---¿podría usted llevarme a mi casa?--- le pregunté, aun concentrada en mi el móvil. ---Solo soy dos años mayor que tú--- dijo un poco cabizbajo. ---¿Y?--- refuté. ---Solo quiero ir a mi casa, tengo hambre--- seguí hablando. ---Como quieras--- dijo abriendo con brusquedad el auto.
Bajé del auto seguido de Izi abriendo la puerta de la casa, al darse cuenta que no tenía llaves. Entre rápido y fui a la cocina, no esperaba a mi madre en casa, así que fui a la cocina donde me encontré a Marcy haciendo el almuerzo. ---Hola, Marcy--- dije sonando amable. ---Señorita Mer, ¿como estuvo su día?--- dijo ella. ---Bien, a excepción de mi guía, es un completo idiota--- dije.
----¿Y cual es el nombre del joven?--- preguntó. ----Ezequiel---- respondí. Al decir su nombre, Marcy me miro distinto, diciéndome ----No debería expresarse así del joven Izi, es el dueño de esta casa, y aveces se queda aquí---- ---¿QUÉ?--- dije en tono de asombro. ----Así como lo escucha señorita...---. Quedé en shock por unos segundos. ¿como era posible que mi tío nos diera una casa prestada? ya decía yo que tanta gloria no podía ser real. ---¿Que Izi es el dueño de esta casa? y por favor no me digas señorita, solo dime Mer, como todos los demás---- dije con mi voz entrecortada. ---Así como lo oye, Señori... digo, Mer--- dijo seguidamente. ---Tengo que seguir trabajando, ¿se le ofrece algo? ¿tiene hambre?--- ---No, bueno sí, es que tengo hambre--- la mire y le pregunte si necesitaba ayuda, negó con la cabeza, así que me hice un emparedado de atún concoca-cola ceroy subí a mi alcoba.
Al entrar a mi habitación me encontré con un nefasto desorden, y se oía la pluma de la tina abierta, ¿habré olvidado asear mi cuarto antes de irme o el cansancio y ajetreo del día, me estaban dejando atontada? empece a ordenar todo, nuevamente. Me senté en mi cama a comer el emparedado, sentí vibrar mi teléfono, así que lo tome y husmee los mensajes, habían algunos de mi madre, otros de mis viejos amigos y uno de un numero desconocido... "Espero que te esté yendo bien, pronto nos veremos... te quiero Mer..."
Otra vez, dije para mi misma, ¿quien podría estar molestándome? ¿quien podría estar jodiéndome tanto? ¿que querían de mí? ----¡MALDICIÓN!--- grité. haciendo que Izi se asomara en la habitación... ---¿QUE OCURRE?--- dijo sobre exaltado. ---¡NADA, NO OCURRE NADA!--- grite también. ---¿Seguro?--- preguntó. ---Sí..--- respondí. ---Disculpa, ¿cuando empiezan las clases?--------la próxima semana, mañana compraremos lo que necesites, descansa---- dijo retirándose del lugar. ----¿Podrías quedarte un segundo, por favor?--- dudé mucho en decir eso, pero necesitaba hablar con alguien, aunque el no me agradara tanto, bueno.. algo así.. Me miró y camino hacía mí...