Inés estaba en el comedor esperándola. Cristina se terminó de peinar, cogió la chaqueta y acudió al comedor:
-Ya estoy lista, ¿vamos?
Ambas salieron a la calle, y se metieron en el coche de Inés
-Está cerca, ¿no?
-A una media hora
Cuando llegaron la música ya se oía bastante fuerte.
Ambas entraron en la fiesta que se celebraba en un chalet, la música se oía a cien por hora, y habían mesas, con comida de todo tipo: comida china, chuletas, pan…
-¡Ven!, voy a presentarte a un amigo
Se acercaron a un chico, de aparentemente la misma edad de Cristina:
-¡Hola! ¿qué tal?, cuanto tiempo, te presento a Cristina, Cristina, este es Alan.
-Hola
-¡Hola, Cristina!, encantado de conocerte
Los tres decidieron ir a dar un paseo por el lugar, que ya estaba a tope de gente.
-Mira Cristina, perros calientes, ¿quieres uno?
-Vale
Alan se acercó al puesto y pidió tres, que les entregó a Inés y a Cristina
-Y este para mi- dijo mirándo a Cristina
-Es muy tímida
-Se le nota
Decidiron sentarse a una mesa a comérselo, cuando, de repente, se oyó un trueno a lo lejos
-Se nos acerca tormenta
-¿Y qué hacemos? La fiesta acaba de comenzar
-Bueno, ya pensaremos algo
-Cristina, ¿y tú a que te dedicas?
-Estoy haciendo tercero de magisterio
-¿Quieres ser profesora? ¿de qué curso?
-Sexto de primaria- A, Muy bien, yo estoy estudiando cuarto de medicina, quiero especializarme en oftanmología
-Pues yo, estoy estoy en segundo de diseñadora de moda, ¡me encanta!- intervino Inés.
Sin embargo, no pudieron continuar la conversación, ya que comenzó a llover.
-No me gustaría volver a mi casa tan pronto
-Vayamos a un bar a tomar algo- propuso Alan
Inés accedió en seguida, mirándo a Cristina, que aunque no le apetecía, no se opuso.
Entraron en un bar y se sentaron en una mesa de tres. Cuando el camarero se acercó, Alan pidió sidra, Inés tónica y Cristina, tequila.
-Bueno, que desastre de fiesta
-Pero estaba bien montada
-Sí, ¿verdad , Inés?
-Esto… ¿Qué decíais?
-¿En qué estabas pensando?
-Bueno, el camarero no está nada mal
-¿Qué?- exclamaron Cristina y Alan a la vez
Entonces, volvió el camarero y dejó las bebidas sobre la mesa
-Noche tormentosa, ¿verdad?- dijo marchándose
-Me encanta su voz- suspiró Inés
-Inés, vuelve a la realidad, es un camarero, que trabaja en un bar de barrio, y que no lo conoces de nada
-Tienes razón- dijo cogiendo su tónica
Cristina probó el tequila
-Sabe un poco fuerte-comentó
-¿Porqué no jugamos a las cartas?, voy a pedírselas al camarero- dijo Inés, levantándose
Regresó después con el camarero
-Vamos a hacer un juego de cartas por parejas, ¿cuáles pueden ser las parejas?, yo juego con vosotros- dijo el camarero
-Tu y yo, contra Cristina y Alan- dijo Inés
Se decidió así y se sentaron en una mesa de cuatro personas
-Yo barajo y corto, ¡me hace ilusión!- exclamó Cristina
Todos estuvieron de acuerdo, y así lo hicieron.
Estuvieron dos horas jugando al juego, y al final, ganaron Cristina y Alan. Después se pusieron a jugar al dominó hasta que dieron las cuatro de la madrugada.
-Lo mejor es que cierre esto ya- dijo el camarero
Se despidieron de él, y salieron del bar.
Ya había dejado de llover, pero hacía bastante humedad.
-Yo me voy ya a mi casa, adiós Inés, encantada de conocerte Alan
-¡Espera!, estaremos en contacto, toma mi dirección, y a ver si quedamos otro día
-Vale, muchas gracias, Alan
Pero antes de marcharse, se vió sorprendida por un abrazo de Alan.
-Hasta luego, Cristina
-A..Adiós
Y se marchó hacia su casa, pensando en aquella agradable noche.
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Un recuerdo para olvidar
RomanceCristina, una chica de veinte años, acaba de salir de una relación muy complicada, y para superarlo, se apoya en un chico, que al principio la utiliza para tener relaciones, pero poco a poco, esto se irá convirtiendo en algo más profundo.