Capítulo 3: La Promesa

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Había sido una noche extraña y extenuante, el aullido llevaba tres meses resonando por todo el reino y de alguna forma se sentía muy cansada, no podía dormir por las noches sintiendo que en cualquier momento ese sonido la ensordecería.

Bostezó por largo rato, tal y como lo había hecho en las últimas semanas. Y mientras caminaba por los pasillos escuchó algo muy extraño, miró hacia todas partes pero a esas horas de la mañana la parte alta del castillo estaba desolada.

En los pisos superiores solamente estaba la sala de música y otros sitios de poco interés para los habitantes de aquel enorme sitio. Los sirvientes permanecían en las plantas bajas y los guardias afuera en los jardines.

El rey había salido a negociar a las tierras externas llevándose consigo a la reina y también al primer ministro.

Podría decirse que estaba completamente sola...

El extraño sonido volvió a sonar de manera insistente. Extraño, pero curiosamente articulado. Era como una tierna melodía que distaba mucho de lo que había estado escuchando durante los últimos tres meses.

Caminó hasta la sala de música y entonces supo de dónde provenía aquello. Era evidente que algo de esto tenía que ver con la princesa Zelda pues ella era la única que solía entrar en aquella sala.

Posó la mano en picaporte y lo giró con extremo cuidado.

-Princesa Zelda , ¿Qué es todo éste... escandalo...

La frase se le quedó incompleta porque lo primero que vio al entrar fue a los instrumentos tocándose por sí mismos y a la princesa dando vueltas sola, como si estuviera bailando con alguien invisible.

Cuando ésta última escuchó la voz de su tutora se desequilibró por completo y terminó por ir a a parar al piso. La música también se detuvo y varios de los instrumentos se cayeron al suelo.

-Estoy bien- musitó ella como si hubiera contestado a la pregunta de alguien.

-Me estoy volviendo loca...- clamó Impa con un serio tic en el ojo.

Las noches de desvelo y las extrañas cosas que últimamente le decía Aragón ya la tenían con los nervios de punta. Y ahora, esto.

Sintió que se mareaba y también dio a parar contra el piso.

"¡Impa!" escuchó que la princesa le gritaba pero ya se había desmayado completamente.

[***]

Ella suspiró de manera honda y le correspondió de la mejor manera, no sabía cuánto tiempo había pasado pero se había perdido completamente entre sus brazos.

Pudieron haberse quedado así eternamente pero algo extraño sonó junto a la puerta.

-Princesa Zelda, ¿Qué es todo éste... escandalo...- la voz sonó un poco seria y también un poco asustada.

Kai (2): Eternamente juntos... Eternamente SeparadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora