Capítulo III

7.9K 325 14
                                    

Casarme con Quentin es darle la libertad a mi padre.

Es lo único que pienso, lo único que pasa por mi cabeza esa noche, trato de dormir pero me es imposible hacerlo. Cuando Quentin lo menciono no supe que decir y solo colgué, no tenía palabras para lo que acababa de proponer.

Va en serio, realmente busca una esposa. Y quiere que sea yo.

Veo mi celular y mando un mensaje de texto pidiéndole a Quentin vernos y así, poder hablar de lo que nos interesa a ambos; quedamos en vernos en su apartamento y yo acepto, cenaré en casa de uno de los Sting.

Al salir a la mañana siguiente de mi apartamento veo a Andrew, me sonríe, pero yo no le devuelvo el gesto, solo continuo mi camino a mi auto y voy a mi trabajo.

Cuando entro al edificio varias personas me ve atentamente y después continúan con la conversación con alguna otra persona. Al llegar a mi piso mi jefa me pide ir a su oficina, bueno en realidad lo hace su asistente, por lo que voy directo ahí.

-Buen día señorita Grand -dice ella recibiendome muy atentamente. - Te llamé para hablar de tu último trabajo, al cliente le encantó y a mí igual.

-Me alegro de ello, ¿Algo más?.

Ella sonríe y busca entre sus papeles, yo solo espero a que termine con su búsqueda y trato de entender porque ha actuado tan amable hoy, tal vez se deba a que Quentin dijo que era mi novio y quiere quedar bien conmigo, puede que piense que eso le dará muchas oportunidades de trabajo y desarrollo, pero yo no soy la novia del señor Sting, aún.

Mis pensamientos están por iniciar de nuevo a mi cena de hoy y a las posibilidades que trae consigo, es como él dijo, nunca rechaces lo que es bueno para tí, pero mi ahora amable jefa me interrumpe y demanda mi atención.

-Ayer cuando el señor Sting vino, me pidió como la directora general buscar a un arquitecto para la remodelación de su casa, es un lugar hermoso y él mencionó algo de nuevos inicios, pero pidió también que el arquitecto debes de ser solo tú, nadie más.

¿Yo?.

Quentin se está tomando en serio todo este maldito asunto de la casa. Sí, es hermosa y estoy agradecida de poder ser yo quien realice el cambio, pero eso mete más presión en que decisión debo tomar.

Solo acepto los planos de la casa y las expectativas que el señor Sting tiene, al entrar a mi oficina leo las notas que dejo, generalmente nadie las lee, solo la persona designada para el trabajo, por lo que es seguro expresarse sin temor a que alguien pida algo igual que tú, es parte de la creatividad. Abro la nota y leo.

"Haz lo que desees, sé que eres una gran diseñadora, además ya has visto la casa, sabes que le dará un toque especial y elegante, confío en tí, Margot.

Por cierto, no es por presión, pero tal vez tú vivas ahí, también ve por tí.

Quentin."

La fina letra de Quentin es bastante bonita, las notas anteriores eran hechas por computadora. Había visto su letra antes, en la universidad, pero jamás había imaginado que el dedicarse el tiempo de escribir algo daría a una excelente caligrafía.

Dejo la nota a un lado y abro los planos, la casa es enorme, me encantó a primera vista y bueno, si podía ver qué cosas tenían la posibilidad de cambiar y cuáles no, por lo que inició con la planta baja, justo en la cocina.

A la hora de la comida mi celular recibe la llamada de Quentin, pienso solo una vez en contestar, tomo mi celular y respondo a su llamada.

IF WE MARRIEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora