IF WE MARRIED

Prólogo

—¿Como es que aún no tienes siquiera una novia, Quentin? — dijo mi padre molesto desde su cama, la intravenosa estaba a un lado y me ponía aún más nervioso de lo que ya estaba. —Siempre quise lo mejor para ti y tu hermana, pero, ahora lo mejor es que te establezcas, con alguna chica que te guste, con la que tengas algo serio, una esposa.

Esposa, tener una esposa. La idea siempre me ha parecido patética, jamás me plantee en mi vida casarme, mucho menos pensaba en como sería una vida sin la libertad que tanto me gusta tener.

—Papá, creo que no estamos en condiciones de hablar de esto.

—Lo estamos, quiero hablar contigo de esto y tú sabes porque. No me queda una eternidad de vida, solo unos años, tal vez cinco, y en ese corto plazo tienes que demostrar que te mereces todo, el dinero, los autos, las casas lujosas, absolutamente todo, Quentin. Tienes que casarte.

No sabía que sentir, si enojo por tener que casarme o tristeza por la corta vida que le quedaba a mi padre. Pero si estaba seguro de una cosa, lo haría feliz en ese plazo, aún cuando eso me obligara a contraer matrimonio.

Entonces la gran idea surgió, si me casó ahora, cuando mi padre esté vivo, lo haré feliz y podré tener todo lo que siempre quise, la riqueza y trabajo de mi familia, solo tenía que casarme, pero ese era el problema. Nunca tome en serio a ninguna chica que no fuera mi madre o hermana, ahora tenía que buscar a una mujer que quisiera hacer el trato de su vida.

Entonces la especular morena de mi universidad, terminada ya hace dos meses, vino a mi cabeza.

—Hay una chica — al decirlo la mirada de mi padre cambio, incluso el cansancio de su cara desaparece. —Se llama Margot, es de la universidad y la verdad es que...es raro decirlo, pero siento algo con ella, puedo ser yo mismo sin problema y le agrada, y jamás ha estado detrás del dinero.

Lo que decía era totalmente cierto, Margot siempre fue fría y directa conmigo, me ponía que la realidad, que era lo que más me hacia falta de vez en cuando, y por lo que sé de ella, un trato como el que estaba a punto de proponerle le traería más beneficios de los que espera. Además, siempre imagine a una mujer espectacular a mi lado, aunque fuese solo para un rato, y ella es preciosa.

—Mañana a más tardar, la buscaré, ella sabe que es lo que siento.

—No esperes hasta mañana, ve, tan solo escuchar esto me dejó con una gran paz, hijo.

Asiento y salgo de la habitación, en el pasillo me topo con mi hermana y su nuevo novio, al verme niega con la cabeza y entra a la habitación. Yo en cambio camino al estudio de trabajo y comienzo a buscar casas por internet, una pareja recién casada necesita una casa para formar una familia.

Paso al menos dos horas buscando casas hasta que veo una que me agrada, llamo a la representante de los dueños y pido una cita para una semana, listo, tengo casa y trabajo, falta mi compañera de vida.

Saco mi celular y la llamo, espero al menos unos segundos hasta que contesta.

—Hola Quentin, ¿A qué me debo el placer? — su voz es burlona y hace que ponga los ojos en blanco. —Crei que dijiste que jamás usarias mi número.

—Margot, ¿Quieres verme mañana?.

—Oye, esto si que es raro.

—Tengo algo importante que proponer.

—Eso fue raro e interesante, pero si, aunque mañana no puedo, ¿Qué te parece la próxima semana?,  nos veriamos en mi apartamento, ¿Si lo recuerdas?.

—Si, muy bien.

—Entonces aquí nos vemos, hasta luego, Quentin.

Y corta la llamada, si no acepta tendré que buscar a una exelente actriz.