Ranmaru's The Type Of Boyfriend. (B O O K. 2)

Rude

Ranmaru es el tipo de novio que...
aunque su apariencia pueda ser algo ruda por dentro no lo es tanto, puede llegar a ser algo sensible pues a pasado por mucho (traición,separación de su familia, entre otros).

Odia que lo vean llorar.

🥀

Entraste a la casa extrañada al no ver ninguna luz prendida o algún ruido en ella. Caminaste por el pasillo de la entrada en busca de cierto peliplateado.

— ¿Ran?— lo llamaste— ¿estás aquí?— revisaste la sala, la cocina y cualquier otra habitación de la planta baja en busca del mismo, pues desde que te habías ido en la mañana se encontraba demasiado serio. Mientras pensabas en lo que podría estar pasando con él un repentino estruendo sonó revelando la ubicación de Ranmaru en aquella casa.
Corriste hacia la habitación que ambos compartían ya hace años, en específico, el baño de la habitación— ¡Ranmaru!— entrando gritaste su nombre al ver vidrios rotos en el piso y pequeñas gotas de sangre en los azulejos.

— Todo fue mi culpa— murmuraba cuando pequeñas lágrimas empezaban a caer por su pálido rostro. La escena te rompió el corazón, ver a alguien que era de personalidad fuerte y segura ahora tan frágil— Por mi culpa ya no está aquí, ¡fui yo maldita sea!— te abalanzaste hacia él, envolviéndolo en un cálido abrazo, acariciabas su espalda y su cabello en un intento por calmarlo mientras él lloraba sobre tu hombro empapando tu blusa, aún así no te importó, lo sujetabas con tanta dulzura; después de unos minutos de llanto y maldiciones comenzó a hablar despacio.

— Lo siento... lo siento...— susurraba en voz baja sin moverse, con su mirada baja y el flequillo cubriendo su rostro.

— Sh... tranquilo— seguías abrazándolo cuando ya casi se había calmado— ¿quieres hablar de eso?— preguntaste separándote un poco para ver su rostro, secando con tus pulgares sus mejillas, él negó con la cabeza, tomaste suavemente su rostro dándole un corto beso— por favor.— suspiró intentando hablar, palabra por palabra, consolándolo logrando hacerle entender que lo que había pasado no era su culpa.

Al finalizar se acurrucó entre el espacio de tu hombro y cuello. Murmurando un suave gracias, agradecido por tenerte con él, a su lado.

A veces solo necesitamos unos brazos que nos hagan sentir seguros, que nos recuerden por qué estamos aquí, así como Ranmaru te había hecho sentir segura y tranquila en sus brazos, ahora él te necesitaba.