Tras sollozar en silencio y sentir mi trasero arder por un buen rato finalmente quedé dormida en la misma habitación donde había recibido mi castigo.
Aproximadamente las 2:00 AM fue cuando Mommy me despertó ya que era hora de irnos; aunque la fiesta seguía ella decidió que había sido suficiente por esa noche.
Durante todo el trascurso hacia nuestra casa no se mencionó una sola palabra pero mis ojos seguían buscando por su mirada. Lo cual no sucedió. De a ratos limpiaba mis ojos por las lágrimas que caían repentinamente. Más que triste me sentía herida ya que ella nunca me había tratado de esa manera y es que, aunque fuera dominatrix y los castigos fuesen parte de una dominante rutina sexual, nunca había reflejado su molestia de aquella manera.
Al llegar, ya estando dentro de la sala de estar el silencio siguió por lo que decidí retirarme a mi habitación. Mientras subía las escaleras escuché sus tacones ir hacia mi dirección por lo cual me detuve pero sin girarme para verla, sentí su mirada clavada en mí pero ella siguió quieta y en silencio en alguna parte de la sala a mis espaldas. Sin decir nada continué hasta llegar a mi habitación.
Frustrada me deshago de mi disfraz y peinado, después me dirijo hacia mi baño personal; al verme en el espejo me decepcioné, la melena hecha un revoltijo, mi nariz y mejillas rojas por haberlas estado tallando y mis ojos tristes e hinchados los sentía más que cansados. Tras lavar mi rostro fui directo hacia mi cama en la cual me dejé caer boca arriba, mi cabeza trabajaba al 1000 por segundo.
- Dita me cambiaría en el preciso momento en que se canse de mí... Y yo no podría hacer absolutamente nada más que seguir actuando mi papel de hija.
Aquella noche, más allá de mis pensamientos y uno que otro sollozo, escuché a Dita subir y bajar de la planta baja en repetidas ocasiones. Para cuándo dejé de pensarlo mucho me rendí al cansancio y dormí.
Al despertar, el Sol ya iluminaba la habitación entera ,ya era tarde. Me percaté que la puerta seguía cerrada lo cual era poco común, ya que, de las escasas en la que no dormía con ella, Mommy tendía a entrar conmigo durante la noche solo para revisar que todo estuviese bien, incluso en los días en los que estaba de viaje ni siquiera yo cerraba la puerta en caso de que volviera antes. Era costumbre.
Descalza caminé por el pasillo que daba hacia las escaleras. Discretamente dirigí la mirada hacia la recamara de mi amante, estaba todo perfectamente recogido y la cama hecha; adentrándome, decidí revisar también su tocador personal el cual siempre se encontraba con la puerta cerrada, pero de nuevo estaba completamente vacío. Me desconcertó el hecho de que ya estuviera levantada y no me hubiese despertado también, así que bajé las escaleras a paso rápido mientras la buscaba con la mirada en cada una de las estancias y el jardín.
Cuando volví a adentrarme en la sala me percaté de una pequeña nota dejada a un costado del televisor.
« Salí a hacer las compras de la casa con Laszlo. »
Mi pecho se estrujó cuando realicé que ella había preferido salir con su compañero de trabajo, y sin mí.
No quería dejar aquellos pensamientos pesimistas revolotear en mi mente por mucho tiempo, quizá solo debía resolver cosas en las cuales mi presencia hubiera sido inconveniente; Así que me dispongo a preparar la fruta de la cual haría mi desayuno para seguir mi rutina diaria. Mientras preparaba mi alimento, escuché el cascabel de Alliester viniendo desde la planta alta directo hacia la cocina, en el momento en que me vio maulló.
- Hola minino - Le saludo. Él se acerca y empieza a restregarse en mi pierna mientras ronronea - Sí, sí, ya sé que tienes hambre. Ya prepararé tu comida.
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I'm Yours © (Lesbian)
Teen FictionNadie la conoce en la manera en la que yo lo hago y jamás lo harán. Ella me quiere, dice que soy su niña, su amante... su pecado. Ella no permitirá que deje de ser suya.