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primer paso

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Will estaba preparado para invitar a Mike a su casa después de la escuela. A pesar del miedo que tenía, sentía la necesidad de hacerlo, de confesar le cuanto lo ama, como lo hace sentir cada vez que tienen contacto físico, lo mucho que lo emboba verlo sonreír o reír. Pero él tenía miedo, de perder a su mejor amigo, el que siempre estuvo con él desde que eran pequeños, quien lo acompañó en momentos en los que ni siquiera Will confiaba de que su existencia permaneciera.

Will no quería que todo cambie entre él y Mike, quería que a pesar de que Mike lo llegase a rechazar, seguirían compartiendo la bonita y cálida amistad que siempre tuvieron.

-Hey Will!- Exclamó Mike sacandolo de sus pensamientos.

-Mike... ho-hola- Dijo este algo tímido y triste por su proxima partida.

-¿Pasa algo Byers?-

-Si... Mike. Necesito que después de la escuela vengas a mi casa, necesito que hablemos, es urgente.-

-No es nada malo, ¿o si?- Esta vez mostraba preocupacion en su cara.

-No lo sé Mike, tu definirás si es bueno o malo.-

Mike se puso triste, supuso que algo similar estaba pasando, esperaba que no sea malo, pero la expresión de Will lo decía todo.

Will se fue y dejo solo a Mike en el patio trasero. Mikese sentó bajo un árbol con ganas de llorar, hasta que escuchó un ruido de ruedas acercandose.

-Hey Mike!- Dijo Max acercandose a él para saludarlo con un estrechón de manos.

-Hola Max...-

-Hey, sucede algo?- Preguntó sentandose al lado de él.

-Es Will, creo que me tiene que dar malas noticias, y estoy muy preocupado y triste de lo que pueda llegar a ser.- Habló arrancando el pasto.

Max era la mejor amiga de Will y de Mike, sabía que de parte de Mike habían sentimientos hacía Will, ella sabía lo mucho que le encantaba.

Pero en cambio, Will nunca le quiso hablar de sus sentimientos, siempre fue muy cerrado con ella en esos aspectos, pero todo lo demás si le decía, le hablaba hasta de todos los desastres que hacía de bebé en su casa.

En la tarde de ayer ella había ido a visitarlo. Toco la puerta y nadie atendía, tocó otra vez y tampoco nada, hací que decidió ir a ver por la ventana si Will o alguien se encontraba en esa casa.

Se asomó por la ventana y vió a un Will llorando, abrazando sus rodillas y a una Joyce acariciando su liso pelo.

Logró escuchar una parte de esa charla,"nos iremos en 30 días". Max se sintió mal y decidio irse, el solo hecho de ver a uno de sus mejores amigos llorar ya la había hecho sentir así.

Debo decirle a Mike. Penso ella.

-Mike.... Escuché a Joyce hablando con él, ella le dijo que se irían en 30 días, no se si serán vacaciones o será permanente, pero... creo que no hay que arriesgarse, creo que es hora de que confieses tus sentimientos, no pierdas el tiempo, quizás sean sus últimos 30 días juntos..-

-¿QUE? ¡NO! ¡NO QUIERO PERDERLO MAX!- Mike se abalanzó hacía la pelirroja para abrazarla y llorar en su hombro, estaba desesperado, no quería perderlo.

-Mike tranquilo, nadie lo perderá, ahora, no pierdas el tiempo y ve a buscarlo, disfruta cada segundo con él mientras puedas, él te aclarará de que tratan esos 30 días, así que ve, ¡buscalo!- Max acaricio el pelo de su amigo y ante es ultima palabra le palmeó la espalda para que vaya.

-GRACIAS MAX, ¡ERES LA MEJOR AMIGA DEL MUNDO!- Gritó Mike mientras se alejaba rápidamente para ir a buscar a Will.

Este se encontraba en un aula vacía dibujando, sin que nadie lo molestase.

Estaba dibujando a Mike, pero también a él mismo, sentados en un banco tomando un helado, sus helados favoritos.

-¡Will! ¡Will!- Escuchó los gritos de Mike acercandose, lo cual guardo rapidamente su dibujo tratando de no dañarlo.

-¡WILL!- Grito alegre al ver a su amigo.- ¿Por qué estas aquí solo?-

-N-nada, solo quería despejarme.-

-Entonces, yo tambien quiero despejarme.- Respondio Mike sentandose al lado suyo.

-¿D-d-de qué hablas?- Pregunto confuso.

-Quiero despejarme, contigo, quiero que compartamos todo el tiempo posible juntos.- Habló Mike provocando un sonrojo a Will.

-Si tu quieres, no tengo problemas en compartir tiempo contigo, sería lo mejor.- Habló mirando a Mike directamente a los ojos.

-Vamos a tu casa Will, quiero saber de que me tienes que hablar.-

-S-si, vamonos.-

Will subió al asiento trasero de la bicicleta de Mike mientras el conducía. Él no tenía bicicleta, ya que la había deado tirada en el bosque cuando vió al motivo de sus malas experiencias en esos años.

Tomaron rumbo a su casa, mietras que Max los veía urgullosa mientras patinaba.

Tú puedes Mike.

30 GOALS ¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora