Hay personas que esperan que les devuelvas lo que otra persona les sacó. Cómo si uno fuera un dispenser de sentimientos perdidos en el tiempo.
Otras personas no logran abrirse a las oportunidades porque están arraigadas a la rutina, a la zona de confort, a no atreverse a ser más que eso. Otras viven en sueños que no concretan por miedo al fracaso, por miedo a decir, y recibir un "no" como respuesta. Seamos claros, a nadie le gusta que lo rechacen, a nadie le gusta que le hagan perder el tiempo, y por eso todos creamos nuestra propia coraza defensiva. Pero al fin y al cabo, todos estamos buscando eso que nos enseñaron de chicos, esa persona con la qué a pesar de ser dos sumen uno.
Y así vamos saltando de cuento en cuento buscando dónde dejarnos caer. Buscamos brazos que nos den seguridad, ojos que no digan mentiras, y bocas que reciten poemas al sonreír. "De amor en amor hasta el cajón", así es cómo aspiramos a más buscando besos donde no hay, buscando recepción cuando ya no hay señal que nos haga compatibles.
Tiempo al tiempo, dicen todos, dejá que fluya, dicen todos, cuando menos lo esperes, dicen todos.Y así como quién no quiere la cosa, nos vamos olvidando de los buenos momentos que vivimos, de esas tardes y noches que compartimos pensando en eso que no sabemos si existe. Recordando lo que pudo ser, aletargando lo que no supimos ser.
Y el amor, el puto amor, es tan ambicioso como la mente, la misma que te hace reflexionar y te pega cachetadas de coherencia de vez en cuando, para recordarte que sos humano y está bien llorar por quién no te corresponde, porque a veces hay que saber aceptar que hoy no es nuestro turno.
La mente, tan reflexiva, el corazón tan incoherente y el cuerpo tan receptivo. Tiempo al tiempo, daño al daño, y sin darte cuenta se te pasan los años...
La impaciencia de esperar, la impaciencia de no tener, de no querer buscar más, de estar cansado y embarrado por jugar tanto tiempo en el banco de suplentes.
Pero si hemos caído, hemos de levantarnos. No perdamos la costumbre de espiar nuestros adentros de vez en cuando para entender en qué fallamos, o en qué fallaron los demás. Y si nada ha fallado es porque todo aún espera, todavía no ha terminado.Tiempo al tiempo mi amor, me deshojo, me desparramo entre líneas. Me cansé de mirar de lejos mi amor. Te dejo libre como te encontré. Me dejo libre cómo me encontré, tiempo al tiempo mi amor, ya va a dejar de llorar este corazón.
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Mis Veintitantos
RandomCuando los pensamientos queman y las conclusiones arden. Cuando las sensaciones tiemblan, la realidad mata y el tiempo se congela. Lo único que queda es salir a respirar, como si fuera la primera vez. Con amor, Loli Báez.