U N O

136 13 2
                                    


Por primera vez, quizás en un mes, estaba viendo mi reflejo frente a un amplio espejo en el camarín que se me había asignado. Ese no era yo, por supuesto el maquillaje hacía todo el trabajo para lograr que tuviera un aspecto presentable y digno de ser transmitido a nivel nacional.
Tragué saliva con algo de esfuerzo y miré abajo, hacia los cerrados puños que mantuve sobre los muslos; no estaba dispuesto a tener una crisis de pánico en aquel lugar. El doctor había mencionado que si intentaba tranquilizar mi mente podría comenzar a respirar de forma pausada y calmada, me concentré en ello hasta que el sonido de la puerta me alertó provocando me instintivamente mirara por sobre mi hombro.

- ¿Estás preparado? - Preguntó Hiro mientras se acercaba hacia mí, noté que estaba decidiendo en ese instante si actuaba como el policía bueno o malo.
Una tenue sonrisa confirmó que esta vez tendría encima al bueno.

- Nunca lo estoy. - Respondí casi en un murmullo, pero rápidamente me aclaré la voz. - ¿Hiciste relevo? - Enarqué una ceja y estiré mi espalda para incorporarme y encararlo.

Mi manager había tenido la gran idea de custodiar mi puerta y para ello tenía a un par de miembros del staff quienes se turnaban en "ver si estaba bien y tenía todo lo necesario". No causé ningún alboroto, esta vez accedí porque aún existía una pequeña, casi insignificante parte de mi cabeza que razonaba y en ese momento estaba sedienta por tener el control del todo yo.

- ¿Estás haciendo bromas? Vaya, que hilarante estás hoy. - Se burló de mi y no pude hacer más que enervar un hombro.

Muy pocas personas pueden entender mi humor y aún peor es lidiar conmigo, soy un completo caos, alguien al que describirían como "niñato en busca de atención"; posiblemente eso sea, tal vez si quiero atención, que todas mis acciones lleguen hasta él y vuelva a mi solo para demostrar interés en saber si me encuentro bien, claramente eso no pasará.

- Es hora de salir. - Hiro miró mi rostro y descendió hasta mis manos, se detuvo ahí un momento y al comprobar que todo está bien suelta un resoplido cansino, también aliviado me imagino.

- ¿Los chicos están afuera?

- Esperándote.

- ¿Ken?

- Te sentarás junto a él y no hablarás en esta oportunidad, lo harán Tetsu y Sakura. Di especificaciones sobre eso así que no supondrá un problema.

Le sonreí en agradecimiento; a Hiro no puedo engañarlo, pasa demasiado tiempo conmigo como para entender mi comportamiento así que me resigné a que me leyera.

Tomé el teléfono móvil del bolsillo de mi pantalón, lo apagué y lo dejé caer sobre el pequeño sofá junto a mi. Era hora del show y aunque no lo expresara abiertamente, me importaba una puta mierda... solo quería verlo a él.


Las luces en los programas de televisión parecen demasiado brillantes, hace demasiado calor y aunque todo parezca armonioso y amigable no lo es realmente.

Tomamos asientos en nuestros lugares mientras llegábamos paulatinamente, me pareció haber visto a GACKT aunque no podría comprobarlo hasta finalizar el programa. Junto a nosotros tomaron asiento un grupo de chicas, bastante pequeñas a mi parecer; escuchaba como susurraban sobre nosotros, pero no me molesté en saludar.

Me recargué contra el respaldar del pequeño asiento individual y crucé los brazos sobre el pecho en el preciso momento en que Atsushi Sakurai apareció para sentarse a un par de metros. Sé que Ken intentó hablar, pero no recuerdo absolutamente nada, lo ignoré hasta que se dio por vencido.

PrayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora