¿Elsa?

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-Hola hermanita, ¡Veo que no has cambiado en nada! -Dijo feliz aster al ver a su hermana, había llegado el sábado a San Fransokio, fue directo a casa de su hermana, sabía que ese día estaría libre.

-Tu tampoco, entra tengo visitas -Dijo ella tranquila mientras su hermano paso y se instalo en una de las recamaras.

Después de instalarse, bajo al patio ahí estaba su hermana con Philip, el saludo amable y vio a su sobrina jugando alegre con un pequeño de cabellos grises.

-Alicia, mira pequeña como has crecido -Dijo en dirección a los niños.

-¡Tio! -Grito ella mientras corría a saludar a su tio- ¡Te extrañe mucho! -Y lo abrazo fuerte.

Él sonrió, amaba a su sobrina -Y dime, ¿Quien es ese niño eh? -Dijo levantando la ceja, viendo al pequeño que se acercaba.

-Mucho gusto mi nombre es Mateo -Saludo el pequeño.

-¿Y cuales son tus intenciones con mi sobrina eh? -Pregunto tosco, haciendo que el niño se molestara, él quería a Alicia claro pero porque este tipo venía así de grosero a preguntarle cosas a el.

-Es mi amiga, ¿Algún problema? -Contesto con los brazos cruzados frunciendo el ceño.

Un grito se escucho.

-Aster deja de molestar a los niños, ven vamos tenemos cosa que tratar -Dijo Aurora.

Aster asintió con la cabeza a su hermana, y se dirigió de nuevo al niño.

-Mas te vale que cuides a mi sobrina niño -Y se retiró.

Mateo miro a Alicia, y se sonrojo, porque todos decían cosas así, ella era su amiga solamente, y ella solo le dió una linda sonrisa tímida, mientras lo llevo al lugar donde seguían jugando.

Dentro de la casa Philip dejo a aster y aurora solos, sabía que quería que le ayudara con un caso, y la verdad a el no le gustaba mucho eso de meterse a investigar vidas ajenas, así que optó por vigilar a los niños mientras los hermanos hacían lo que tenían en mente.

-Bueno entonces, ¿Crees que esa niña sigue viva, y que está aquí en San Fransokio? -Pregunto ella intrigada, pues leyó el informe y habían pasado mas de 20 años, como podría haber sobrevivido después de ser abandonada a su suerte.

-Exacto, logré llegar hasta una residencia de un hombre que al parecer fue quien la recogió, él tenía ya una hija, pero su mujer había muerto, el hombre murió hace poco más de 8 años, pero según los informes tenía dos hijas, una de ellas encaja perfecto con el perfil de la niña -Explico tomando unos cuantos papeles.

-Todo está bien, pero ¿Como es que llegaste hasta aquí? -Pregunto, revisando las fotos, expedientes y demás.

-Al parecer una de las hermanas se casó con un hombre rico, la otra tuvo un hijo, pero parece que se casó hace poco, ella es a quien busco, debe de tener en su propiedad una pulcera de oro con su nombre, es este mira -Le dió la foto.

-¿Elsa? -Dijo ella intrigada.

Mateo había entrado a la casa por un poco de agua y paso por donde los hermanos Mund estaban, y vio que en grande una foto de una pulcera que era igual a la de su madre, y con su nombre grabado eso le intrigaba, se acercó un poco a los hermanos.

-Señora Aurora, ¿Por que tiene una foto de la pulcera de mi mamá, acaso piensa hacerse una igual? -Pregunto inocente.

Esto causo que los hermanos lo miraran extrañados, Aster creía que le tomaría más tiempo encontrar a la propietaria de aquella joya, aunque sabía cómo podría ser físicamente no estaba seguro de hacerlo, solo eran rumores lo que lo llevaron hasta San Fransokio, pero si había una mínima posibilidad de encontrar a esa chica, el lo haría, no por nada era uno de los mejores investigadores privados.

Soy Tu Hijo [jelsa adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora