Capítulo 2: Secretos

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Nieve, era lo que había tras la ventana de aquel enorme pero oscuro cuarto. Eran las doce de la noche cuando me desperté, pensé:

Oh no en mi primer día y me duermo

Me levante rápido ye dispuse a salir de la habitación, no conocía la casa pero aun así seguía andando, como si algo me empujará hacia algún lugar, como si estuviera persiguiendo algo, que no podía mi ver ni oír. Simplemente seguí mi instinto y baje a la planta de abajo, a la entrada, allí había una puerta gigante y de ella salían unos ruidos muy extraños, era como si los fantasmas de la casa estuvieran chillando. Entre a la sala y era todo lo que me podría imaginar de una casa así.
Las paredes altas estaban llenas de libros, a un lado había un gran piano blanco como el que tenía en casa. Al otro lado había una mesa muy larga llena de más libros y papeles. Si no hubiera sido por lo que había al final de la estancia había pensado que era una biblioteca.

Al final había unos sofas y una chimenea.


Pero también había alguien, alguien con el cabello plateado y tarareando una canción. Cuando llegue dejo de tararear, por lo que supongo que noto mi presencia, al girarse vi un chico que no había visto en mi vida, blanco. La nieve no tenía nada que envidiarle, con los ojos rasgados, la nariz recta y simétrica y la mandíbula perfecta y a marcada, el cuerpo, aparentemente delgado y con una figura musculada pero delicada, como sacado del cielo, como un ángel, eso pensé, pero me equivocaba.


- ¿ Tu eres la criatura ? - me pregunto

- Que ...

- Así te llama mi hermano

- No te pareces en nada a él - le digo

- Es que no compartimos la misma sangre, mi padre es un mujeriego - me dice maleducadamente - Bueno como te has quedado dormida y Alan no queria despertarte pues se hizo cargo de Lisa, pero ahora te toca a ti - me dijo mientras me lanzaba algo al aire y por suerte lo conseguí coger

Aquel chico me resultaba tan familiar ...

- ¿ Algo que tenga que saber sobre Lisa ? - le pregunte

- No, tan solo que es muy pesada y por la noche te mareara mucho. ¿Sabes utilizar esa cosa ?- me pregunta mirando al mini altavoz

- emm - me quedo pensando- Solo tengo que llevarlo encima y ... - me interrumpió

- Así es, solo haz caso a cuando mi hermana te llame y ya está - me dice


- Bueno vale ... -no sé que mas decir así que me vuelvo en dirección a la puerta, al día siguiente tenía tiempo libre para aprenderme el horario de lisa y ordenar mis cosas.

Antes de que pudiera irme Isaac de manera muy extraña y realmente sorprendente se coloca a mi lado

- Oye pero no me vas a decir nada de ti - me dice y me sobresalto al oír su voz tan cerca de repente- eres como un extranjera ¿ no ? - me confirma

Otra vez a contar la historia

- Pues porque lo soy - le digo, pero hago una pausa - pero tu también lo pareces

- Oh si, mi madre era una mujer preciosa, pero a mi padre no le basta con una mujer, así que cuando mi madre se puso enferma tardo poco tiempo en conocer a Maddie, la madre de mi hermanastra Lisa - me dijo

- Oh, lo siento ...

- No que va, si no me acuerdo de ella y tampoco mi hermano Alan se acuerda de la suya - me dice riéndose

CιcαтrιceѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora