Me miraba mientras yo intentaba esquivar la mirada, ¡Maldita sea! Era imposible escapar de él, ¿Tendría una idea de lo avergonzada que me encontraba? Esa noche sería imposible de olvidar.
—¿Qué pasa, nena? –pregunto— ¿Por qué estás tan callada?
—No tengo nada que decir –levanté los hombros—
—¿Estás segura?
Asentí con la cabeza mientras hundía la cuchara en el cereal. Era domingo y yo simplemente pensaba en escapar. ¿Por qué me sentía de esta manera ahora? Me había acostado con él… con Harry Styles y actuaba como si hubiese cometido un pecado, ¡Dios no! No era tan malo, ¿O sí?
—¿Esto es por lo que paso anoche? –dijo sin más—
—¿Ahora de que estás hablando?
—Hablo de tu actitud extraña el día de hoy –sonrió— Si no querías… debiste detenerme –me miro— Sabes que no haría nada que te lastimase
¡Y ese era el jodido problema! Yo quería, yo lo quería más que a nada en el mundo. Mis mejillas se ruborizaron y un mechón de cabello se escapó de la coleta. Relamí mis labios sin saber que decir.
—Sé que solo ha sido un buen polvo para ti
—¿En realidad crees eso?
—Así es como funcionan las cosas con los chicos como tú –lo mire—
—¿Los chicos como yo? –pregunto confundido— ¿Y cómo crees que soy?
—Bueno… bueno tú –ladeé la cabeza— Ya sabes, una noche y adiós
Se supone que te entregas a alguien solamente cuando lo amas, ¿Yo lo amaba? Quizás, ¿Harry me amaba? Por supuesto que no. Mis pensamientos se encargaron de molestarme, también intentaron hacerme entrar en razón pero mi mente era un desorden en ese momento.
—Soy solo una más, ¿cierto?
—Fátima…
—Yo… yo no espero ilusionarme –me detuve— Y menos contigo –sonreí— ¿Por qué querrías una estúpida americana cuando tienes a Mollie? Tienes a Taylor, Dios… podrías tener a cualquier chica con solo sonreír… Así que, ¿Por qué perder tu tiempo conmigo?
Debía dejar de pensar en voz alta. Harry solamente me miro, estaba sentado frente a mí y no decía absolutamente nada. Parecía querer entender lo que decía pero no llegaba a ninguna parte. Las manos me temblaron como de costumbre, mi corazón se aceleró cuando él me miro… comenzaba a acostumbrarme.
—Estás tan equivocada ahora, preciosa –sonrió—
—¿Estás diciéndome que te fijarías en mí? –reí—
—Sí –murmuro— ¿Por qué no podría hacerlo?
—¡No mientas! –reí un poco más— Por si no lo has notado, soy un desastre… Harry, soy una chica torpe y tú… tú no necesitas esto
Paso una mano por su despeinado cabello y dibujo una pequeña sonrisa en su rostro. Y eso era todo, tenía miedo de enamorarme de él o de simplemente, no ser nada en su vida. Tragué saliva, aun jugando con la cuchara del cereal.
—Eres buena en la cama –sonrió—
—Cierra la boca –fruncí el ceño—
—¿Qué? –rió— Estoy siendo sincero
—Pues, no me gusta que seas sincero… no de esa manera
—No eres una más, preciosa –me miro—