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† Último Capítulo †.

»Harry:

El despertador sonó, obligándome a abrir los ojos una vez más. Me había despertado a las 4:30 de la mañana, el sol ni siquiera había salido y todo me recordaba a lo miserable que era mi vida. Metí mis manos en los bolsillos de mis pantalones y resoplé, aun no podía asimilarlo. 

El verla sonreír era una de las cosas que más me gustaba y ahora, no la tenía más. Los días continuaban pasando, cada vez un poco más rápido y sentía que todo había acabado, que había dejado un capítulo de mi vida incompleto. 

No podía dormir bien, no me apetecía comer y tampoco salir. Era como si Fátima se hubiese quedado con todo lo que me pertenecía. Pateé una pequeña piedra que se encontraba en mi camino y allí estaba yo. Recorriendo cada calle de Holmes Chapel, en la madrugada y pareciendo un loco. Mire mi reloj, 5:38, los pies me dolían de tanto caminar y joder, que hacía mucho frío pero no importaba.

¿Qué estaría haciendo? ¿Se habría levantado ya? Las preguntas llegaron a mi mente en cuestión de segundos y ojalá supiera como respondérmelas a mí mismo. No me había atrevido a llamarla, ¿De qué hablaríamos? Tal vez se había tomado las cosas con calma, tal vez estaba dispuesta a conocer a alguien más. Solo pensarlo me enfurecía pero había pasado un mes, y la comprendería sí lo había hecho. 

Subí los pequeños escalones para poder entrar de nuevo a casa, abrí la puerta con lentitud y el calor que sentí cuando la atravesé fue acogedor. Luego mire todo con atención y pensé en mudarme porque todo me recordaba a ella. El «incómodo» sofá, las tazas para el café, la terraza… absolutamente todo. 

Coloqué las llaves suavemente sobre la mesa de centro y camine hacía la habitación, intentando no hacer ningún sonido y cuando abrí la puerta de madera, no pude sentirme más jodido. ¿Por qué todo lo que hacía me parecía estar mal? 

Justo como lo había pensado, Fátima no estaba pero sí estaba ella, abrazando la almohada completamente dormida y su cabello rubio totalmente despeinado. Mi corazón latió fuertemente, tragué saliva y la vocecita dentro de mi cabeza me dijo que era un imbécil al creer que podría olvidarla con alguien más, al creer que Mollie podría sustituirla. No eran para nada parecidas, esto no era lo que quería.

“—Ve por ella, joder—“

Parpadeé un par de veces.

El mundo estaba deteniéndose 

Y la necesitaba más de lo que pensaba

“—Encuéntrala—“

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Es el final... por ahora.

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