Fallen [Jikook]

Epílogo

El oscuro cielo azul de la noche se cernía sobre los habitantes de Seúl, en diciembre el invierno los envolvía con su gélida capa haciendo tiritar a más de uno, sin embargo entre la multitud apenas se sentía el frío. Aun a través de la cacofonía de voces se podía oír el sonido de los vehículos transitar en la calle lejana. Jimin se abrió paso entre la aglomeración de personas con algunos empujones y alguna que otra disculpa hasta llegar al frente.

Un escenario estaba dispuesto en el exterior, enormes parlantes a cada lado, una gran pantalla en la parte superior y algunas luces formaban parte de aquel espectáculo.

Había más gente de la que había imaginado, hombres y mujeres en su mayoría jóvenes de una edad similar a la suya, Jimin supuso serían conocidos de las personas que se presentarían, amigos, familiares y gente que pasaba por allí y se veía interesada.

Había tan solo un par de guardias de seguridad para mantener el orden del lugar, pero era una función completamente pública.

Acababa de terminar su concierto un grupo rock poco conocido, probablemente chicos que recién comenzaban y necesitaban darse a conocer para saltar a la fama.

Jimin se mantuvo firme en su lugar justo frente a todos, tenía una vista increíble desde aquella zona y no dejaría que se la robaran a empujones como había hecho él mismo en momentos anteriores. Se sintió cohibido al ser consciente de que en su mayoría eran todas chicas a su alrededor y a su vez una punzada de celos lo asaltó al pensar que estaban allí para ver al grupo de jóvenes bailarines que se presentarían a continuación.

Y en efecto, luego de que el grupo anterior se marchara, la pequeña multitud de chicos hizo aparición, el presentador estaba hablando, probablemente diciendo algo sobre el grupo de jóvenes cuando un suave golpe a su costado le robó su atención.

—Tienes una buena visión desde aquí, ¿eh?

Yoongi le sonrió, metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo negro, una voluta de vaho escapó de su boca al hablar.

—Se ven increíbles —le comentó Jimin regresando su vista a los chicos que comenzaban a tomar sus respectivos lugares en el escenario.

Y realmente lucían increíbles, vestidos todos con trajes similares, combinando el blanco y el negro de una forma perfecta que los hacía lucir como un grupo de ídolos del pop.

—Lo que en realidad quieres decir es que Jungkook se ve increíble —dijo Yoongi, viéndolo con una sonrisa burlona.

—Tal vez —respondió, sonriendo de igual forma—. ¿Y tú por quién vienes?

—Por todos, son mis amigos, y sabes que Jungkook es como mi hermano menor —contestó al acto, la música comenzó a sonar en los parlantes y ambos dirigieron su atención al escenario.

Sin embargo, Jimin le dirigió una mirada perspicaz mientras le sonreía ladinamente. Yoongi negó con la cabeza pero cedió.

—Hoseok —dijo finalmente.

—Lo sabía.

Jimin sonrió triunfante y satisfecho concentró sus sentidos en los chicos que comenzaban su coreografía.

Hacía ya poco más de medio año que salía con el bonito chico de pelo castaño que ahora se encontraba moviendo seductoramente sus caderas y sonriendo al público, se habían conocido en el café en que trabajaba y había sido un flechazo instantáneo. Jimin lo había invitado a salir a través de un mensaje que escribió en el momento en el cartón del vaso cuando se lo entregó. Jungkook lo había leído mostrándose sorprendido pero finalmente le había sonreído y dicho que sí.