Ansias de poesía

'Aquella noche...'

Horas antes pedí cualquier señal.
Tú dijiste estoy bien, no pasa nada.
Nada era un todo. Todo estaba mal.

La última señal que me mandaste,
aquella llamada.
¿y yo que hice? seguir adelante.

¿por qué no cogí tu llamado?

Las manos que fuerte me sujetaban,
desaparecieron aquella noche.
Ya todas tus heridas dispersaban.

Rezo para que vuelvas.
Lo siento, suena egoísta.
Sé que ahora feliz estás.

La sombra que permanecía a mi lado,
ya ha desaparecido.
Tú solo querías ser liberado.

Sé que tu deseo ha sido concedido.
Ahora eres libre de sufrimiento.
Te has ido.

Repito una y otra vez tu ausencia.
Miles de veces en un día
recuerdo y pienso en tu presencia.

Otro día más y no hay señal de tu voz.
Esto ya se ha hecho tan común,
igual que oír mis propios sollozos.

La herida quema más.
Se hace más profunda de lo esperado.
No imaginé esto jamás.

Tu ya no estás.

De nuevo los mismos pensamientos:
quiero encontrarme contigo.
Ya no puedo recoger más mis pedazos rotos.

Cierro mis ojos cada vez que puedo.
Solo así puedo sentirte.
Te quiero ver en mis sueños, de nuevo.

Podría ser más fácil morir que olvidarte.
Pero no sé si mi verdadera intención sería quitar ese dolor o alcanzarte.

¿cómo no pude ver la suerte que tuve de conocerte?

Nosotros sin poder notar tus gritos.
Siempre restando importancia
más tu necesidad de ayudar a todos.

Cada noche con el "Y si..."
Si hubiera respondido a tu llamada.
Quizá ahora estarías junto a mi.

Ahora todos siguen con su camino.
Yo quiero terminar el mio. Aquí.
Y así pedirte perdón y verte de nuevo.

¿por qué ellos pueden seguir adelante?
Y yo quiero volver atrás.
Yo solo sé que hubiese podido salvarte.

Eso pienso yo, pero ellos no.
Dicen y repiten que...
lo hubieras hecho en otro momento.

Solo querías ser escuchado.
Aquella noche te rompiste, ¿verdad?
Era ese llamado...

Y nadie te respondió.
No te escucharon.
Ni siquiera yo.

Aquella llamada. Aquella noche...

Si no es demasiado tarde...

¿a quién engaño?

Ya es demasiado tarde.