Bienvenida al infierno. (Samuel De Luque)

Fin de la historia.

Mis queridas y fieles lectoras, ha pasado tanto tiempo sin escribir, tantos años. Sin dar muchas vueltas quiero decir que no voy a seguir más con esta historia... Por el simple hecho de que no estoy motivada para hacerlo, a veces suele suceder. Pero como lectora sé que es una mierda empezar una novela y que nunca la hayan terminado, por eso les doy este último capítulo como agradecimiento, no es una despedida porque amo Wattpad y quizá algún día vuelva con otra novela (Para saber eso siganme en mi perfil). Pónganse cómodas, y con un buen bocadillo cerca por que se viene un capitulo bastante largo, las quiero y gracias. Florencia B.

Fin de la historia.

- Jeff, por favor, dime que es mentira...- Mis lagrimas no dejaban de caer por mi rostro.

- Lo lamento tanto mi vida...- Dijo en un susurro a través del teléfono, mi corazón no podía contener tanto dolor.

- ¿Por qué me diste el caso de Samuel a mí? Sabiendo lo que era, lo que iba a pasar, SABIAS PERFECTAMENTE QUE ME ESTABA ENAMORANDO, ERES MI JEFE DEBÍAS CUIDARME-

- Siempre te cuido mi reina, aunque no lo veas...-

- Deja de querer arreglar las cosas, ni siquiera te he visto alguna vez en mi vida, solo hablamos por teléfono, POR QUE MIERDA NO PARASTE TODO ESTO JEFF -

- Tú eras perfecta para este caso... Lo lamento-

- Deja de decir eso joder, no arreglas nada así. - Estaba cabreada, dolida, tantos sentimientos encontrados. - No quiero hablar más contigo, vete al infierno-

- Ya estuve allí...- Dijo y colgué.

Todo este tiempo me habían mentido, nadie me dijo nada, parecía la única que no sabía lo que estaba pasando. Me tomaron el pelo, la idiota fui yo, COMO ME PUDIERON ENGAÑAR ASÍ.

Samuel es Hades... El que domina el infierno... Él es el encargado de repartir toda la mierda que pueda existir en la tierra y yo todo este tiempo lo protegí, es un embaucador que juega con la vida de las personas. El día del galpón, ese día no fue a hacer negocios normales, fue a traficar almas, ese es su trabajo, las peores almas, las que merecen los castigos más viles, de eso se encarga Samuel, mi trabajo es proteger a los humanos de toda esa maldad y esta vez tenía que protegerla. A Quien mierda se le ocurre... A Jeff nada más.

Salí de mi casa murmurando groserías, tenía hambre y estaba enojada, mala combinación. Cruce la calle para dirigirme a un local de comidas cuando un auto se me cruza justo en frente y frena de golpe.

- GILIPOLLAS! - Grité - ¿Que no ves por donde andas? Imbécil... - le dí una patada a el capó del lujoso auto y seguí caminando, no se veía la cara del conductor por los vidrios polarizados.

- Charo, mi amor...- Escuche la voz que salía del auto. ESA VOZ, no ahora...

- Rubén...- Dije girándome, comencé a sudar en frio.

- Se te ve enojada muñeca, más bien diría decepcionada...-

- No quiero hablar con nadie ahora Rubén, por favor déjame sola-

Hizo un chasquido con los dedos y pronto salieron dos tipos enorme del auto, fueron hasta donde estaba yo y se posicionaron uno a cada lado, sin tocarme.

- Veras... Charito de mi vida, te presento a Jordi y Mono, ellos son unos amiguitos, si no te subes al auto a la de ya, ellos te ayudaran con esa tarea, tú decides...-

La idea de correr desesperadamente había quedado descartada, así que sin decir ni una palabra me adentre al auto en la parte trasera, Rubén me siguió y se sentó junto a mí.