El sol quemaba mi piel con sutileza, me hacía apreciar de alguna forma el último verano que pasaría en Los Ángeles, las ondas de calor de la zona me recordaban que en tan sólo un par de días no sería más una chica Americana, aunque eso no me importaba demasiado, había cosas que iba a extrañar. Cosas como mi habitación, mi vecindario, los restaurantes locales y hasta el Instituto.
Definitivamente una de las cosas que más extrañaría sería el Instituto.
Había vivido tantos momentos lindos, mis amigos, los maestros e incluso el personal se quedaba en mi mente, aunque mudarse a otro continente pueda parecer emocionante, sentir nostalgia era algo inevitable.
─Acabó, tengo tus papeles y finalmente puedo inscribirte en el instituto de Manchester...
La emoción y el alivio en la voz de mi mamá es notable, la observo por unos segundos, está sonriendo.
Ella realmente quiere esto.─Me alegra, no sabes el estrés que sentía al ver que aún no salías de eso─. Confieso mientras abrocho mi cinturón de seguridad. Ella enciende la radio e imita mi acción.
─A mi también, pero aún no entiendo por qué no entraste conmigo, y te has negado a ver a tus amigos está última semana.
Su afirmación me hace vacilar entre sí decir lo que siento o mejor callarme, pero pienso que decirlo no cambiará nada y lo que menos quiero es que mi mamá se preocupe por mi en este momento, no quiero que sienta que no puede ser feliz por mi culpa.
─No es nada importante, sólo... no he tenido tiempo, es todo.
El auto se pone en marcha y se que mi mamá no me creyó nada de lo que dije, pero no continúa y lo agradezco. Ahora sólo quiero que pasen los días, viajar y empezar de nuevo. No puede ser tan malo.
*** *** ***
La música que sale por aquella radio antigua me hace sentir extasiada, el volumen es el indicado, el olor del restaurante es delicioso y el ambiente es perfecto, sin duda no podía irme sin haber venido una vez más a este lugar.─Papas con tosino y un café, que rara combinación, pero como se trata de ti sé que no importa─. La voz de Emilio llega hasta mis oídos, haciéndome sonreír.
-Exacto, pero debo confesar que estoy felíz de que hayas sido tu quien me atendiera.
Mis ojos conectan con los del rubio, y empecé a observarlo detenidamente, es alto, delgado y de tez clara, sus ojos son verdes agua, resaltan por unas cuántas pecas sobre su nariz. Él es perfecto, pienso, como la primera vez que lo vi.
─Deja de mirarme así, soy gay─. Responde sin siquiera haber recibido un comentario de mi parte.
Sí, el es Emi, mi amigo guapo y gay.
─Lo mismo dijiste cuando te conocí, me quedó claro─. Confieso riendo.
Emi hace unas semanas que se enteró de que me voy y dice que prefiere no hablar de eso, el no quiere sentirse mal cada vez que me vea, prefiere sonreír y de cualquier forma recordarme como su sexy amiga no homofóbica.
Esto último tiene razón en que antes de que nos conociéramos, y con antes me refiero a horas antes, en el Instituto de Emi le habían jugado una broma pesadísima por su preferencia sexual, fue tan denigrante que se marchó con ganas de nada que no fuera morir y no volver a saber más de los idiotas de su colegio, ahora el dice que yo de alguna forma lo vi como lo que es, una persona igual a las demás.
Flashback.
Odio a Carlos, odio a Eva, los odio a todos esos idiotas traicioneros.
Mi mente era un caos, necesitaba golpear algún bote de basura o conseguir amigos de verdad, de cualquier forma necesitaba hacer algo que me ayudara a pensar de otra forma antes de llegar a mi casa, detesto mucho más ver como mi papá le niega que le es infiel a mi mamá, lo odio a él también.
─Espero que se les caiga el colegio, y que sus oreos no traigan crema y─. Las quejas de aquella voz llegaron hasta mis oídos, haciéndome mirar más allá de todos esos arbustos- también que se les mueran las mascotas.
Wow, ese chico contiene mucho odio, pienso, y sin vacilar decido acercarme hasta el sítio en él que está.
─No te irás al cielo si sigues deseando todo eso...─.Digo, y lo siguiente que hace es encogerse de hombros, restándole impotancia. No puedo ver su cara ya que está de espaldas a mi.
Me río internamente y decido volver a hablar─. Existe algo llamado carma, el se va a encargar de las personas de las que hablas, a menos que sigas diciendo eso, en ese caso se encargará de ti.
Mi comentario pareció afectarle, porque se giró con determinación, tomándome por sorpresa, y vaya sorpresa la que me llevé.
Este chico es más que lindo, es guapísimo. Ojos verdes, rubio, tez clara y esas jodidas pecas en su nariz. Es perfecto.
─Deja de mirarme así, soy gay─. Votó las palabras con cierto rencor.
─Qué triste, eres muy guapo─. Suspiré, resignándome─. Pero al menos quiero ser tu amiga, soy Abby.
Mis palabras fueron suficientes, el chico rubio había centrado su atención en mí, sonriendo y hablando con amabilidad y vergüenza, por primera vez.
─Soy Emilio, me gusta tu nombre Abby─. Confesó, y fue suficiente para saber que era el inicio de una gran amistad.
Fin del Flashback.
─Pero ahora soy el doble de guapo y uno nunca sabe, ¿cuántos años han pasado, eh?
Alardea con desepero, su sonrisa se ensancha cuando me ve sacar las cuentas con mis dedos.
─¡Tenía quince años!─. Concluyo, sintiendo por alguna extraña razón, la nostalgia reposar en mi pecho.
─Yo tenía dieciséis, y ahora tengo dieciocho, y tu diecisiete, no puedo creer que pierda mi tiempo hablando de edades, Abby, van a correrme─. Chilla resignado, y yo, sin evitar reír, respondo.
─Lo lamento, Emi, pero soy tu amiga y mis razones valen la pena─. Suspiro─. Respecto al tema que no se debe tocar pues, faltan pocos días, y mañana quiero pasar contigo, desde que sale hasta que se oculta el sol.
─Voy a darte el mejor último día de la historia, Abby─. Promete, golpeando levemente su pecho.
Mi sonrisa se ensancha cuando lo veo hacer una seña militar y finalmente mecharse, no puedo creer que hayan pasado dos años desde que lo conozco y como desde el primer momento fuimos amigos. Al parecer mi petición de cumplió ese día.
El sonidito de las campanas sobre la puerta anuncian la llegada de clientes, en este caso una pareja de novios, muy enamorados, recordándome mi soltería, lo que me hace volver a mis pensamientos y desear, aunque sea por una vez, encontrar el amor verdadero.
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¡Hola!Si has llegado hasta aquí es probable que te haya gustado este primer capítulo. 😀
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(Estoy ansiosa por leer y responder). 🙏
Bien, sólo espero no estar hablándole a la nada... 😓
Besos, bendiciones.
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OBSESSION (Pausada)
RomantikAbby es una adolescente y Alexander ya vivió esa etapa, ella aún piensa en salir y disfrutar, pero para él, eso ya no es una prioridad. Sus visiones se enfrentan en un combate cuando la vida decide acercarlos, unirlos y enamorarlos. Alguno de los d...