Capítulo 5: ¿Él es Alexander Wolf?

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Sexy foto de Alexander en pantalla... ¡Mueran ya! ♥

Lean...

Era el segundo día de mi período, y sentía las lágrimas correr por mis mejillas casa vez que recordaba el triste final de aquella película, desde el principio supe que no era buena idea verla teniendo en cuenta mis hormonas, pero últimamente tomo riesgos, algo tontos y otras veces descabellados, pero al final riesgos.

─Abby, necesito hablar contigo un momenro─. Entró mi mamá con la vista en su móvil─. Es una buena noticia.

Sequé mis lágrimas y me incorporé en la cama dejando de un lado mi laptop y la funda de nubes vacía, la estaba devorando y sin darme cuenta la había acabado.

─¿Qué ocurre?─. Pregunté, recordando que lo mismo me dijo cuando me enteré de que íbamos a mudarnos, y ahora estoy en otro continente, por favor Santa Virgen María, que no sea otra de sus 'buenas noticias'.

─La reunión que tuve esa noche─. Comenzó, la emoción la recorría y en mi el miedo iba en aumento─. El proyecto del que te hablé es en verdad muy importante, y el promotor un cascarrabias obsesionado con la perfección, pero en fin, incorporó al equipo que maneja el proyecto en un plan de mejoramiento y calidad, algo así nombró esa noche, bueno, resulta que a los hijos de cada integrante le dan una beca en un instituto privado del que también es dueño él y...

─No quiero─. Respondí ignorando gran parte de lo que dijo, era clara la dirección que tomaba la conversación.

Su rostro demostraba que no entendía a lo que me refería, pero la verdad ni yo lo hago, sólo creo que no necesito estudiar en un instituto privado, la escuela local me viene bien y un magnate obsesionado con la perfección no me va a hacer cambiar de opinión.

─¿Éstas bromeando?─. Preguntó anonada mi mamá, negué.

─No, sólo te he dicho que no quiero estudiar en un instituto privado, con el local estoy bien─. Además, ni siquiera entendía el porqué de estudiar en un Insti que nos elijan, ¿qué mas da ir a uno cualquiera?

─Pero Abby... La educación es muy buena y...

─Tu me dijiste que la educación en Manchester es muy buena, de por si estaré estudiando en un buen lugar, despreocupate.

─¿Y el proyecto de Alexander?─. Preguntó, acercándose está vez.

─Dile que está bien, yo no influire y mucho menos seré obstáculo, sólo no quiero estudiar en su Insti.

─Abby, ¿estás segura?─. Mi mamá me miraba como si fuera lo más rato del mundo.

─Sip─. Dije riendo─. Y es más, me diste la posibilidad de entrar en una semana por lo de la mudanza pero yo ya quiero iniciar, ¿se puede no?

Mi mamá fruncio el ceño cuando las palabras salieron de mi boca, y sólo asintió. La conozco, piensa que no podré sobrellevar esto de esta forma, pero se equivoca, claro que podré hacerlo. O eso espero y me esforzare por conseguirlo.

─¿Entonces mañana?─. Pregunté, y ella, sin decir más, volvió a asentir. 

Está bien, mi decisión está bien, me hace felíz. La pastilla que había tomando para los cólicos había empezado a hacer efecto, y la ansiedad de la buena empezaba a llenarme el pecho.
Bien, Emi dijo que la actitud era el primer paso del éxito o del fracaso, en pocas palabras, actitud positiva igual a éxito y actitud negativa igual a fracaso.

Puedo con esto.

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No puedo, no puedo, no puedo.

El miedo de lo desconocido me había congelado los pies frente a la imponente institución, de por si el frío no ayudaba.

Santa Virgen María, ¿qué haría ahora?

Había personas por todas partes lo cual era bueno si sabía disimular mi rostro de miedo y confusión.

Bien, este día será normal, tu puedes, Abby, sólo camina y enfrenta como valiente está situación.

No pasaron más de dos segundos cuando el destino me enfrentó a mi, dejándome claro que este día sería de todo menos normal.

─Abby Ackerman─. Dijo un sujeto que a mi parecer tenía pinta de cybord, y me debatí entre decir que nunca antes había escuchado ese nombre o simplemente correr. Pero era tarde porque estaba rodeada por el y segundos después por varios curiosos.

─¿S...si?─. Tartamude. Estaba estática en mi sitio, hasta que sonrió y sentí por extraño que parezca, la sensación de alivio recorrerme.

─Lamento mucho que mi apariencia te haya asutado, lusco así por mi trabajo, pero tranquila, soy amigo de tu mamá y justo ahora vengo a verte para hablar de algo relacionado con eso, ¿me acompañas?

Lo que dijo me hizo soltar un suspiro y luego una risa divertida, no me iría con un desconocido ni en un millón de años y el simplemente llega, me dice su argumento y espera que me vaya con el sin pruebas que validen lo que dice. Es increíble.

─Creo que eso no será posible─. Me disculpo, lista para irme.

─Su mamá me dijo que diría eso, pero ella me envió esto.

Su enorme mano me ofreció la credencial de mamá y una hoja con su sello. Es imposible que consiga uno igual para raptarme y además sería mucha molestia.

─¿Dónde está ella?─. Pregunté.

─Sigue trabajando, pero me dio el permiso de que la llevará a usted con el señor Wolf.

Por un momento sentí que ese nombre ya lo conocía, pero lo ignore, quizás en alguna película, últimamente me estaba volviendo fan de ellas, las series habían pasado al olvido.

─¿Tengo que ir a hablar de qué con ese señor Wolf?

─El lugar es agradable y sólo será un segundo.

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Había terminado siendo convencida y ahora esperaba en un salón en un décimo piso con ventanas de vidrio. Perfecto.

─Buen día─. La imponente voz se hizo presente, supe que no era Pol, el hombre que me había traído y sin saber que hacer no me giré, esperando otras palabras.

─Señorita Abigail, estoy aquí.

Mi ceño de fruncio cuando lo escuché decir eso, no por lo demandante que se escuchaba, sino por la forma en la que dijo mi nombre, 'Abigail'.

─Mi nombre es Abby─. Me giré, levantándome del asiento.

Frente a mi, una cabeza y media más alto que yo, había un hombre, vestía traje y corbata, su cabello estaba peinado sin parecer soso y sus ojos eran magnéticos, devoradores, haciendome sentir como su presa elegida, pero no había más, ni una sonrisa, ni un gesto, nada. Sólo seriedad, y el olor de colonia varonil, no cualquiera, sino la famosa One Millón.

Me estaba desesperando y el ambiente a mi alrededor se desintegraba, o así lo sentía yo, pero la única cosa en la que podía pensar era.

¿Él es Alexander Wolf?

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¿Ya votaron? No se vayan sin hacerlo, gracias.

Besos y bendiciones. ♥

OBSESSION (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora