Esperé a que suenen las tres campanadas para ir a buscar a Yoongi. El regalo que tenía para él aún estaba allí: escondido bajo la cama. No me junté con los chicos hoy, estaba muy preocupado por lo que le diría a Yoongi si es que lo encontraba allí. De hecho, creo que el encontrarlo en la cafetería me dolería mucho, ya que, gracias a que me olvidé de mi estúpido pedido, el chico con cabello gris se había mantenido yendo allí por semanas, y la simple escena de él esperando por mí me rompía el corazón.
Esperé una hora luego de escuchar la tercer campanada para evitar algún tipo de peligro. Cuando llegó la hora, salí casi corriendo mientras cargaba el regalo conmigo, mirando a mi espalda o a los costados todo el tiempo, ya que sí, tenía miedo. ¿Cómo no tenerlo? En los 10 años que llevo aquí, la mayor adrenalina que tuve fue cuando jugábamos a las escondidas en el patio, y de día. Pero ahora era completamente distinto y eso, sumando la oscuridad y el silencio del lugar, me aterraba.
Cuando llegué a la cafetería no podía ver nada ya que definitivamente todo estaba oscuro. Por suerte, había agarrado una linterna antes de salir de mi habitación por las dudas de que algo así llegara a suceder. Prendí la linterna y entrecerré los ojos para acostumbrar la vista a la claridad y la apunté a las distintas mesas, buscando al enano de cabello gris que efectivamente, allí estaba.
Verlo sentado ahí logró que mi corazón se contraiga, y solo bastó que él se diera vuelta para hacer que mi corazón bombardee culpa y dolor.
- Sabía que ibas a venir.- Murmuró dedicándome una sonrisa que fue lo suficientemente triste como para lograr que un par de lágrimas caigan por mi mejilla.
- Lo siento, Yoongi.- Me disculpé, con la voz un poco entrecortada.
- Vamos a tu habitación, no me gusta estar aquí.- Pidió el chico, acercándose a mí.
Asentí con la cabeza sin poder decir nada más y caminé por el pasillo intentando ocultar el hecho tan notable de estar llorando, pero cada que lo intentaba era delatado por un sollozo que se oía por todo el lugar.
- Deja de llorar por favor.- Pidió Yoongi.
- Está bien.- Dije para luego limpiar mis lágrimas que no tardaron en volver a salir.
Sin embargo, a pesar de mis casi imparables lágrimas, Yoongi no volvió a decir nada más hasta que entramos a la habitación.
- ¿Por qué estás llorando?- Preguntó, sentándose en la cama.
- Porque... Yo... Estuviste esperando allí... Lo siento, lo lamento demasiado.
- Lo sé, no te preocupes.- Respondió.
- ¿Lo sabes?- Pregunté.
- Ajá. Y bien, ¿Cuál es mi sorpresa?- Preguntó, tapando sus ojos con las manos.
- Oh, sí.- Contesté para luego secar mis lágrimas y respirar profundamente.- Toma.- Agregué, dejando una caja sobre su regazo.
El rostro de Yoongi abriendo el regalo fue hermoso, verlo feliz se sentía demasiado bien.
- De... ¿De dónde sacaste esto?- Preguntó con la voz temblorosa.
- Lo encontré en objetos perdidos. Lamento no poder comprar uno nuevo, pero sabes que no puedo salir de aquí. Aún así, me lo dieron porque dijeron que era de un niño que ya se había ido hace mucho, ¿No es una cosita demasiado tierna? La señorita Lee me dijo que el nombre de este oso era...
- Kumamon.- Murmuró él, para luego abrazar al oso con mucho cariño.
- ¡Eso!- Exclamé señalando al chico con cabello gris.- ¿Cómo lo sabías?
- Adiviné.- Respondió él, para luego mirarme y dejarme ver que sus ojos se habían puesto llorosos.- Gracias.
Continuamos hablando de todo lo que no habíamos podido hablar en estas semanas, por fin el peso que tenía en los hombros se había ido. Extraño a Yoongi, incluso si lo tengo frente a mi, lo extraño. La horas pasaron rápido, y para cuando Yoongi miró el reloj colgado en mi pared ya eran las 3AM pasadas, y eso hizo que él se levantará de golpe y me mirará asustado.
- Vete a dormir.- Pidió.
- Pero... Quiero quedarme a hablar contigo, yo...
- ¡VETE A DORMIR!- Gritó.
- No quiero.- Insistí.- ¿Por qué siempre haces esto?
- Joder Hoseok, ¡VE A DORMIR! Es tarde, mierda.
- Yoong...
- Maldita sea Hoseok, ¿Por qué sigues despierto?- preguntó al mismo tiempo que una lágrima caía por su mejilla.
Sólo eso fue suficiente para que mi cuerpo corriera hacia la cama. Luego de taparme cerré los ojos con fuerza y luego de unos minutos me quedé dormido.
La imagen de Yoongi llorando se había quedado grabada en mi cerebro, incluso al otro día, mientras estaba con los chicos en la azotea, en lo único que pensaba era en la lágrima del chico con cabello gris que me volvía loco.
¿Por qué? ¿Por qué siempre me pide que me vaya a dormir? ¿Por qué las lágrimas caían de sus ojos? ¿Por qué me miró asustado? Podría escribir un libro entero con preguntas sobre aquel chico con cabello gris que me obliga a dormir todas las noches, pero aún así, sé que jamás sabría sus respuestas.
- Te juro que esta vez es verdad, vi una serpiente.- Dijo Taehyung, sacándome de mis pensamientos y logrando que una sonrisa se formará en mis labios debido al recuerdo de aquel incidente con el cinturón.
- ¿Seguro que no es un cinturón?- Repitió Jimin.
- ¡Seguro! Jungkook también la vió.- Se defendió el pelirrojo.
- ¿Yo?- Preguntó el castaño, confundido.
- ¿Quieren saber dónde lo vi?- Preguntó, esbozando una sonrisa.
- Luego de ver tu sonrisa, no.- Respondí poniendo mala cara, ganando que Jin riera, o mejor dicho, limpiara los vidrios con su risa.
- ¿Dónde la viste?- preguntó inocentemente Jimin.
- En mi entrepierna.- Respondió Taehyung, riéndose de su propio chiste mientras que el resto lo miraba con desagrado.
- ¿Seguro que no era un cinturón?- Volvió a preguntar Jimin, ganándose una risa de todos a excepción del pelirrojo que lo miraba seriamente.
- No te rías, Jungkookie.- Soltó Taehyung mirando al castaño.- Ayer no te reías cuando te la metía.
- ¡Tae!- Gritó Jungkook mientras sus mejillas se tornaban rojas.
- Esto ya se volvió demasiado sexual.- Confirmó Seokjin mientras negaba con la cabeza.
- Cambiando de tema, ¿Escucharon lo que pasó con Seohyuk?- Preguntó Jimin, mirándome.- Supongo que si no lo hiciste no es algo que te gustará escuchar.
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Early Morning. « YoonSeok »
FanfictionHoseok es un huérfano de 17 años que siempre se duerme luego de oír la tercer campanada, tal y como debe ser. Yoongi es un chico que lo visita todas la noches para comprobar si él está durmiendo. ¿Qué podría pasar si un día Hoseok se queda despierto...