Early Morning. « YoonSeok »

Capítulo 5

- ¿Pasó algo?- Preguntó Seohyuk, jugando con el arroz que quedaba en su plato.

Acabábamos de almorzar y aunque no hice ningún comentario al respecto,  supongo que Seohyuk, al igual que los demás, notó que mi estado de animo era distinto.

- No.- Mentí. 

- Sé que mientes. Dilo sino quieres perder un ojo.- Amenazó, apuntándome con la cuchara.

- No es nada, cariño.- Insistí, levantando las manos como si me estuviese apuntando con un arma.

-  Tengo una cuchara, ¿Quieres correr el riesgo de ser brutalmente asesinado?- Bromeó agitándola.

- Oh no, perdóneme la vida, por favor.- Pedí, fingiendo que comenzaba a llorar exageradamente.

- Bueno.- Respondió ella bajando la cuchara.- Pero debes decirme que te pasa últimamente.

Suspiré y la mire a los ojos. No quería hacerla preocupar más, tampoco quería que ella creara malentendidos con respecto a lo de Jimin, o que crea que estoy loco respecto a lo de Yoongi. No quería nada de eso, pero aún así sentí que debía contarle todo esto a alguien o acabaría ahogándome con mis propios pensamientos, por lo que tomé esto como una oportunidad y decidí desahogarme de una buena vez por todas.

- ¿Por dónde debería empezar?- Pensé en voz alta, mientras rascaba mi nuca con la mirada apartada.

- Por el comienzo.- Respondió ella.

- Supongo que empezó por Jimin, ya sabes, el pelinegro.

- ¿Tu mejor amigo? ¿El que siempre me clava cuchillos con la mirada?- Preguntó.

- Sí.- Asentí.- Él... dijo que le gusto. 

- ¿De verdad? ¡Que hermoso!- Exclamó, logrando que yo la mirara sorprendido, pero aún así, continué:

- Cada vez que lo veo recuerdo sus ojos llorosos pidiéndome que no me olvide de sus sentimientos. Se volvió incómodo estar cerca de él, sé que no siento lo mismo, y eso... Hace que... Que me sienta culpable por haberlo hecho llorar de ese modo.

- ¿Lo viste llorar?

- Él fue a mi habitación a pedirme que no negáramos el hecho de que sus sentimientos alguna vez existieron, y si, estaba llorando ese día.- Expliqué.

- Ay Hobi, no debes preocuparte, puedes salir con él si quieres. ¡Yo seria su fangirl número uno! Les tomaría fotos hasta cuando...

- ¿De qué hablas? Él no me gusta.- Respondí luego de suspirar.

- Es una pena.- Contestó.- Realmente quería ser su fangirl.

- ¿De verdad? ¿De verdad no te molestaría que me comience a gustar otra persona?- pregunté, mirándola a los ojos, sorprendido.

- ¡Por supuesto que no! Aunque bueno, depende. Si es una chica... Necesitaría pensar la situación. De todas formas, que te guste un chico no podría hacerme más feliz. A decir verdad, sé que puedes pensar que Jimin realmente no te gusta, pero... ¿Te sientes bien cuando estás con él? ¿El tiempo pasa volando cuando están juntos? ¿No paras de pensar en él?, Cuando escuchas su nombre o algo que te recuerde a él, ¿tu corazón aprieta? Si es así, pues felicidades Hobi, estás enamorado. Sé que cuando estamos juntos no te ocurre eso, pero aún así, si realmente me quieres ver sonreír... ¡VUÉLVETE GAY! Los chicos gays son la única cosa que jamás me dejara de hacer sonreír. Eso y los miércoles de canelones.

Me quedé mirándola atónito, todas sus palabras eran cálidas incluso en un momento como este. Por fin podía entender lo que me estaba pasando y era gracias a ella. Y eso me quitaba la mayor parte del peso que había sobre mis hombros, ya que, sí, por más duro que sea tener que admitirlo, eso que genera él no lo hace nadie más. Esa catarata de emociones y sentimientos totalmente descontrolados ya no serán escondidos en lo más oscuro de mi pecho con el miedo de que podrían lastimar a Seohyuk. Pero esas no eran buenas noticias, no para las lágrimas que cayeron sin previo aviso por mis mejillas, logrando que la chica con cabello verde se sorprendiera y me mirara con tristeza.

- Él no... No está.

- ¿No está? ¿Jimin? Tranquilo, él debería estar aquí para la cena.

-No es Jimin quien me gusta, Seo.

- ¿Quién es? ¿Lo conozco?- Preguntó ella sonriendo.

Negué con la cabeza lentamente y limpie inútilmente las lágrimas que seguían brotando de mis ojos.

- Se llama Yoongi.- Confesé.

- ¿Yoongi?- Soltó extrañada.- ¿Y ese quién es?

- No es de esta área.- Aclaré.- Él entraba a mi habitación todos los días a las 2:30AM para confirmar que estuviera dormido. El día que me enteré de los sentimientos de Jimin me desvelé y fue ahí cuando me lo encontré.- Continúe, bajando la mirada y apretando los puños por lo bajo.- No sé cuando fue que me enamoré de él, Seo, pero todo eso que decías antes, todo eso y mucho más es lo que me pasa al recordarlo o al estar cerca de él.

- ¡Que tierno!- Chilló ella mientras se aplastaba las mejillas con las manos.- Tus sentimientos son hermosos, Hobi. Pero... ¿No está?

- No lo volví a ver, él no viene a mi habitación ni siquiera cuando estoy desvelado. Se siente horrible, todo esto lo es.

- No es horrible, solo es amor.- Respondió ella, dándome unas suaves palmadas en la cabeza.- ¿Se pelearon? ¿Pasó algo?

- No, el simplemente... en mi habitación... ¡Mierda! ¿Como pude haberlo olvidado? Soy un idiota, Seo.- Confirmé, agarrándome la cabeza.

- ¿Qué pasó?

- El día que Jimin vino llorando a mi habitación.- Solté y luego golpeé la mesa.- ¡Mierda!

- Cálmate y dime, no me dejes con la intriga.- Insistió.

- Yoongi me dijo que ese día, hace años atrás lo abandonaron en el bosque y que luego de caminar y caminar encontró este lugar, donde fue admitido y vive aquí desde entonces. Le dije que me esperara en el comedor ya que tenía una sorpresa para él... Pero luego Jimin llegó y... Lo olvidé. Olvidé que le había pedido que me esperara allí y lo abandoné.- Expliqué, sin poder retener las lágrimas.

- Tú... Eres un tonto.- Respondió ella, asintiendo con la cabeza.

- ¡Soy un mounstro! Aún cuando sé que muchos terminan teniendo pequeños traumas con la razón de ser traídos aquí, yo simplemente... Soy un desastre.- Le dije, golpeando suavemente mi cabeza.- un idiota, un estúpido.

- Lo eres, pero se puede solucionar, Hoseok. Discúlpate.

- ¿Cómo lo haré sino sé dónde está?- Pregunté con un poco de enojo en mi voz.

Ella se encogió de hombros.

- No tienes nada que perder ¿Verdad? Tal vez él regresa todas las noches aquí porque confía en que vendrás.- Contestó ella, levantándose de su asiento.- Debo irme, Aera me regañará sino las ayudo a limpiar la habitación.

Asentí con la cabeza y le agradecí por todo con un cálido abrazo.

- Perdón.

- Sólo prométeme que serás feliz con él, que le pedirás perdón y se arreglaran las cosas entre ustedes. Y claro, que me mandaras el vídeo de su primera vez.

- Claro, de nuestra primer.. ¿Qué? ¡No!- Respondí casi gritando.

- Al menos déjame saber cómo se ven juntos. ¿Si? Sólo eso.- Respondió ella riendo.

- Lo prometo, Seo.- Contesté sonriendo.