Early Morning. « YoonSeok »

Capítulo 2

Normalmente me iba a dormir luego de oír la tercer campanada, tal y como debía ser, pero hoy no. No podía siquiera pensar en dormir. No luego de oír la confesión de Jimin, no después de enterarme que aquel que provocaba una sonrisa en su rostro era yo.

Me sentía mal por él. Me dolía saberlo y no por el hecho de que el pelinegro sea gay, en realidad, a pesar de que yo creía que le gustaba una de sus amigas, él me había dejado demasiados indicios de su sexualidad antes, aunque en ese entonces no les había prestado atención. En fin, me duele porque no siento lo mismo que él. Y rechazarlo significaba lastimar mucho más su corazón. 

¿Por qué tuviste que sonreír cuando te conté que estaba saliendo con Seohyuk?

¿Por qué nunca me dijiste que cada vez que te contaba sobre mi relación te lastimaba?

¿Por qué, entre tantos hombres, tuve que ser yo?

¿Por qué haces que me quede sentado en el balcón pensando en todo lo que vivimos juntos?

¿Por qué me confundes, Jimin?

El orfanato en el que vivimos es grande, realmente es muy grande. Tanto que está dividido en distintas secciones. Mi sección es la D, no sé bien que significa eso o porqué fui puesto allí, aunque tampoco le di mucha importancia. Si mal no recuerdo, fui traído cuando tenía 7 años y a pesar que pregunté muchas veces sobre la razón de mi llegada, nunca me respondieron; por lo que supuse que mis padres murieron en algún accidente en el que perdí la memoria, o algo así. Jimin, por otro lado, fue traído cuando tenía tan solo 3 años y al igual que yo, tampoco recuerda el porqué fue traído aquí. Lo mismo pasó con Taehyung y Jungkook, que llegaron juntos cuando tenia 9 y 8 años, y desde ese entonces jamás se separaron. Quizás fue por eso por lo que ninguno de los 3 se sorprendió demasiado cuando ellos nos dijeron su relación. En fin, nuestro grupo se formó gracias a Seokjin. Pero, por alguna razón, con Jimin fue con quien más tiempo estuve a lo largo de todo este tiempo. 

Si mis cálculos no fallan, estuve en este lugar por 10 años. Jimin vive aquí  desde hace 13 años. Los menores del grupo solo estuvieron 6 años, y solo les tomó 2 darse cuenta que se amaban y como mucho más que hermanos.

Seokjin era distinto. Él realmente es mucho más fuerte de lo que aparenta ser y por eso todos lo apreciamos mucho. Ingresó cuando apenas tenía unos cuantos meses, por lo que prácticamente vivió toda su vida aquí. El rubio pasó 19 años de su vida viendo como sus amigos desaparecían de su vida, mientras él aún seguía deseando ser adoptado para desaparecer al igual que ellos. 

Sé que lo que vivió fue muy difícil. A pesar de que yo sólo lo viví una vez, fue lo suficientemente doloroso como para desear desaparecer de aquel lugar cuanto antes.

Su nombre era Namjoon. Llegó un mes después de mi, y Seokjin no dudó en hacerlo parte de nuestro grupo. El chico de cabello verde era divertido, tierno y torpe, teníamos la misma edad aunque él aparentaba ser mayor debido a lo muy inteligente que era. Jin fue el primero en encariñarse aunque no pasó mucho tiempo para que Jimin y yo sigamos los pasos del mayor. Fue horrible despertarse un día y no volverlo a ver. Según Seokjin, Namjoon fue adoptado o trasladado a otra área muy lejos de donde estábamos, y fue ahí cuando nos contó cada una de las veces que había pasado por algo parecido.

Mis ojos habían comenzado a cerrarse, y justo cuando estaba por quedarme dormido, el sonido de la puerta abriéndose bruscamente me asustó, sacándome de todos mis pensamientos y logrando que, debido al susto, dé un pequeño saltito y que me arrinconó rápidamente en la esquina del balcón.  

- ¿Por qué sigues despierto?- Preguntó un chico con cabello gris que no pude reconocer debido a la falta de luz que había en la habitación.- Vete a dormir, Hoseok.- Me apresuró, mientras caminaba hacia donde estaba.

Mi corazón comenzó a palpitar de manera desesperada tras oír su voz, estaba muy asustado y me costaba reaccionar debido a que no entendía absolutamente nada de la situación.

- Vete a dormir.- Repitió el chico, señalando la cama.- Ahora.

Luego de unos segundos en los que estaba tratando de procesar sus palabras, corrí a mi cama para luego acostarme allí y ocultar mi cara con las sábanas. Cerré los ojos tan fuerte como pude, como si tratase de olvidar todo y calmar a los pulmones que estaban intentando escapar de mi pecho.

Desperté al otro día, debido a la claridad que provenía de la ventana. Había sudado toda la ropa que tenia puesta, y aunque solo era el uniforme del orfanato, era tedioso tener que cambiarme por algo como eso. Me sentía cansado a pesar de haber dormido lo suficiente,  y supuse que tal vez era producto de todos los pensamientos e inquietudes que merodeaban por mi cabeza. Intenté alejarlos refrescando mi cara con agua en el baño, pero empeoraron luego de oír como alguien golpeaba la puerta.

- Hoseok.-  Me llamó una voz un tanto familiar, la cual no me alegraba oír.

Abrí rápidamente la puerta, para encontrarme del otro lado a una señora de cabellos canosos, y tal como había supuesto antes, se trataba de la señora Kang.

- ¿Tienes idea de la hora que es?- Preguntó con su tan habitual malhumor.- No haz ido ni a desayunar, ni a almorzar, ¿Se puede saber por qué?.

- No tenia hambre.- Mentí.

- Llevas muchos años aquí, Hoseok. Sabes muy bien que aunque no tengas hambre debes ir.- Continuó.- Me asombra de ti, jamás habías faltado a una comida o hecho alguna rebeldía, creo que te estás juntando mucho con Taehyung. 

- Será la ultima vez, lo prometo.- Respondí intentando terminar con la conversación. Sabia que cuando la señora Kang se lo proponía era capaz de hablar horas y horas sin parar, y no estaba de humor para eso.

- Eso espero.- Agregó ella, para luego voltearse e irse.

Por mi parte, luego de acomodar algunas cosas de mi habitación, me fui de allí para reunirme con los chicos. Ellos estaban donde siempre solemos juntarnos: La azotea. Nadie me notó al llegar, pero yo noté al pelinegro sentado junto a Jin, riéndose de lo que sea que estaban hablando, y solo eso fue suficiente para recordarme lo que había pasado la noche anterior, eso que había olvidado gracias a la visita del chico con cabello gris.

Tener que rechazar a Jimin era un problema. No quería causarle ningún daño, pero no puedo mentirle sobre mis sentimientos. Mi novia es Seohyuk, y no tengo ninguna intención de terminar la relación. Así que... simplemente, ¿Estaría bien actuar como si nada hubiese pasado?