Capitulo XI "La oscuraridad del corazon"

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Kiba se tendió en la hierba con brutalidad y rabia. Miró al cielo y algo llamó su atención. –Shikamaru, ¡Las aves...Vienen hacia aquí!

Bajo la bandada el estratega frunció el ceño

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Bajo la bandada el estratega frunció el ceño. –No puede ser...¡TODOS, AGÁCHENSE!

Nada más dada la orden todo el séquito obedeció. Un gran eco se estremeció la Tierra del Fuego. El silbido engañoso del viento junto al humo negro despejó toda duda. Un árbol cayó producto al temblor al lado de su amigo, y ardiendo de dolor se quejó: –¡Mi pierna!

Sai dijo poniéndose de pie:– Algo debió asustar a las aves, antes de la explosión. Además de las brasas, no logro percibir nada.

– No se preocupen por eso y ayúdenme... –El Nara se hincó para liberar del tronco de encima a su amigo.

–Parecía que sobreviviríamos. –Bromeó Kiba recibiendo miradas asesinas.

–Sai, ¿Puedes verificar el perímetro? Si las cosas van como pienso, Naruto y Sasuke deberían seguir adelante. El enemigo no podría detectar tus ratones con tanto Chakra disperso.

–Entendido. –Dijo el pálido. Sus sellos como siempre se escabulleron por todo el bosque y habló: –Nada en el área próxima a quinientos metros.

–Buen trabajo. Estableceremos la base en cuanto  y el equipo de Neji esté...

–Todo listo. –Dijo una voz resaltante perteneciente al Ninja del Taijutsu vestido de verde.

–Tenemos noticias. –Continuó el otro. –Mi Byakugan captó movimiento de chscka al este. Parece ser del tipo de los explosivos.

– ¿El que parece idiota? –Dijo Ino.

Sai no pudo evitar reírse. Lee dijo comenzó a correr en su lugar: –¡Eso es asombroso! ¡Podemos alcanzarlo y exigir respuestas!

–Esperen. Akamaru y yo tenemos el olor de otro. Seguramente patrullaron en el lugar antes de que anochezca.

–¡¿Se nos adelantaron?!

–No, lo dudo. De la única forma que hubieran sabido de nosotros sería que tuvieran a alguien sensorial. Eran siete en ese momento, y para nuestra suerte tampoco eran muy buenos. –Shikamaru sonrió. –Pero al menos logramos destruir su defensa.

– Eso no nos ayuda. –Admitió Ino apartándose con los ojos puestos en la luna. –No es suficiente. Sakura está cada vez más lejos... Y siento que aún no puedo alcanzarla.

Neji suspiro. –Es inevitable... Pero si esto sigue así, tendremos que cancelar la misión.

– ¡¿Cancelar la misión?! –Hinata no podía creerlo. –Ne-Neji-Nisan, no harías algo así.

–Como Ambu, tal vez no lo haría... Pero acepté ésta misión porque eran ustedes. –Miró a Hinata con intensidad. –Pero lo siento, Hinata-sama, no podemos arriesgarnos.

El silencio describió los sentimientos de preocupación. Habían pasado seis meses desde que la pelirosa había dejado Konoha, y las cosas se habían complicado con un atentado. A pesar de eso, Ino no estaba dispuesta a darse por vencida. –Conmovedor, Neji. Pero al igual que tú o Hinata, Sakura es parte de nuestro equipo. No pienso renunciar a traerla de vuelta.

La miraron sorprendidos. Normalmente su relación no era tan buena, o su rivalidad aumentaba con el tiempo y aún así, seguía existiendo su amistad. Sai dijo acercándose: –No tenemos tiempo de preocuparnos, además Sasuke y Naruto fueron tras ella. Nosotros deberíamos ocuparnos del enemigo...

–... O el enemigo debería ocuparse de ustedes. –Aquella era una voz aguda y divertida. Entre su oscuros ojos bajó una sonrisa blanca. Su figura gatuna, fina como junco. Les miró a cada uno para elegir su presa. Fue corriendo en dirección de la rubia, y unos ojos lunares se interpusieron. Consiguió hacerle un rasguño...a lo que ella sonrió. Pasó su lengua lamiendo su boca. –Delicioso. Voy a hacerte mío, niño lindo.

–Mmf... –Gruñó Neji saliendo de sus casillas.

Ino gritó: –¡¿Quién diablos eres tú?!

– ¿Yo...? –Enredó sus dedos en su pelo verdoso. –Soy la mejor amiga de Sakura, por supuesto.

Ya no se pudo controlar. En una fracción de segundo una cuchilla filosa había volado por los aires cortando unos mechones de la peliverde. Su sonrisa decayó mientras la miraba. –Maldición, aún respira. –Murmuró con el ceño fruncido.

 –Murmuró con el ceño fruncido

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–Y eso, caballeros... –Susurró mirando a su alrededor. –...Es actuar sin pensar.

Comenzó a correr mientras tocaba el suelo. Una hilera de espinas y rosales envolvió cada cuerpo asfixiándolo sin miramientos. Uno a uno se retorcía en el aire intentando y zafarse sin suerte.
De pronto, ella reaccionó. – ¡T-Tú...!
¡¿C-Cómo es que conoces a Sakura?!

Akemi sonrió con destellos en sus ojos. Se exitaba de ver la cara agonizante de aquella estúpida que la trataba como una mosca muerta. Se acercó a su cara, tomándola entre sus dedos y dijo: –Si fueras su amiga realmente, lo sabrías. –Con tono feliz apartó el flequillo de su cara y apuntó con la punta de su lengua en su frente un perfecto círculo de sangre. Ino gritó desgarrando su garganta de dolor ante sus fríos ojos de hiena.

 Ino gritó desgarrando su garganta de dolor ante sus fríos ojos de hiena

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Un enorme saludo a quienes han llegado hasta aquí. Disculpen la demora, pero entré a trabajar hace unos días. Estaré subiendo sin falta estos días. Un beso ❤

El último cerezo, ¿¿Por qué Tengo Que Amarte??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora