Perdido en los recuerdos

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Dos semanas después...

Daniel había sido invitado a una cena, con los doctores y básicamente me obligó a irme con él, jajajajaja... Me encanta cuando él insiste en tenerme a su lado, no puedo mentir.

Salgo del cuarto con un vestido negro muy lindo, paro delante de un espejo que teniamos en el corredor, me miro de abajo arriba con una cara de aprobación, en la verdad jamás me había imaginado como me veía en aquel espejo. Camino en dirección a la sala donde él me esperaba hace mucho, porque soy mujer y como una buena mujer indecisa, lo dejé a esperarme solo un "tantito mucho". Y sin sacar la mirada de mi, él se me acercó

- ¡Estas maravillosa! - me halaga, tomando mis manos y besando

- ¡Gracias, me he producido toda para haver bonito junto a ti! - yo giro mostrándome toda para él, que no disfrazaba la mirada que tenia en mi, de alguna manera sus miradas me hacían sentir la mujer que tenía adentro de mí gritar con plan de salir, le miro rápidamente y me detengo, algo me decía que aquel no era el momento para expresarme de aquella manera

Ya hacía mucho tiempo que yo veía las ganas que él traía en contra mio, a pesar de tratar o intentar no demostrarlo.
Yo me acerco a él, arreglo su corbata que estaba torcida.

- ¡Quiero que estés perfecto!... Ahora sí - hablo después de arreglar la corbata

Él sonríe cerrando los ojos, parecía viajar en medio el olor de mi perfume

- ¿Te pasa algo? - le pregunto, seguia parada delante de él, con las manos en la corbata negra con listas rojas que combinaba con mi vestido

- No me lleves a mal... Pero... Me encantaría que fueras mi novia, sabes... No te estoy presionando, pero es que... ¡No! Olvidálo ando hablando muchas babosadas - tocó en mi rostro, me mira y luego cambia de tema.

Salimos hasta el coche y en él hasta el lugar indicado, llegamos y ya fuimos recibidos por Víctor que hasta parecía estar a nuestra espera, estaba en la puerta del lugar mirando para la calle como se buscara a alguien

- Hola amigo - saluda Daniel. Yo lo miro y sonrío cortésmente, él hace el mismo

Desfrutamos de cada detalle de aquella cena, a pesar de sentir las miradas matadoras de Víctor en nuestra dirección, pero fuera esto todo estaba maravilloso, tanto yo como Daniel nos divertimos demasiado.

Llegamos en casa un poco borrachos no puedo mentir. Habíamos pasado un poco de las copas, y uno sostenía el otro como podía

- En serio ya no puedo con mis piernas jajajajaja - le digo en cuanto abro la puerta. Él carcajeaba y todavía ponía la mano en la boca con la intensión de hacer el menos barullo posible

Nos bañamos y luego caímos en la cama, necesitábamos descansar ya que a las ocho de la misma mañana teníamos que trabajar
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Algunos días después...

Más de una vez yo había sorprendido a Daniel distraído perdido en el tiempo en los últimos días, y de esta vez no fue distinto. Me quedo algunos segundos parada delante de la puerta mirándolo con los ojos perdidos en el pasado

-¡Hola, bello! - le digo me acercando y depositando un beso en sus labios
- Pensé que estabas en el hospital todavía - él me mira y sonríe, siempre tan caballeroso con su mirada, sonrisa y atención, camino en dirección del baño esperando que él me contestara

- Vine más temprano a la casa. ¡No me sentía bien! - rápidamente me acerco de él buscando algo en su cuerpo como si estuviera averiguando donde le dolía

El cambio de Marta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora