Lobo, lobo ¿Estás ahí?

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Neji y el grupo de cazadores voluntarios se reunían en comuna en las fronteras del bosque. El sol se notaba débil ese día, y la nieve tranquila amenazaba con convertirse en una ventisca tormentosa más tarde.

Yahiko se posicionó enfrente de todos. –Recuerden que a partir de aquí todos tenemos un enemigo en común y una única responsabilidad. –su potente voz lograba captar la atención de los demás. –Cazar al lobo. –al decir esto todos gritaban con euforia.

Naruto no prestaba mucha atención ya que seguía intrigado por el sujeto con el que chocó. Nunca lo había visto, lucía un rostro un poco sucio, su cabello estaba muy desordenado, y usaba ropas bastante aptas como para enfrentar el frío del bosque. ¿Acaso se trataría de un ermitaño que viviese en las montañas?

La marcha comenzó.

Se adentraban al bosque en zonas especificas, siguiendo el camino que Neji predijo. Ya que era el más adecuado para el avistamiento del lobo.

Todos iban alertas y pendientes de cada detalle. Naruto se separó un poco del grupo, subiendo ligeramente por una zona inclinada, con sus manos palpó la nieve, dándose cuenta que esta misma ya había sido removida antes. Sus ojos azules divisaron ramas rotas de los arbustos pequeños.

Más adelante había un pequeño arrollo que no estaba congelado. Esto captó rápidamente su atención. –Chicos. –los llamó.

Yahiko siguió al muchachito rubio, los demás venían atrás. Comprobaron que efectivamente el arrollo estaba en condiciones aceptables.

-Es la única fuente de agua descongelada por el momento. –dijo Sakura, ya sabiendo que conseguir agua en el bosque en pleno invierno era un problema.

Neji analizaba con sus ojos críticos. –Este se encuentra en la zona sur. –

-Bastante cerca de la aldea. –murmuró Naruto. –Si el lobo necesitase comida y agua este sería el punto perfecto. –

-Y suponiendo que aparte de asaltar la aldea, venga en busca de agua. ¿De qué zona provendrá? –cuestionó esta vez uno de los demás cazadores.

-No lo sé, pero tendremos la cabeza de esa bestia. –al decir esto, Yahiko soltó las correas de los perros de rastreo que iban consigo.

Los caninos de inmediato comenzaron a olfatear, estos ya conocían el aroma de lobo, por lo que tratarían de encontrarlo lo más pronto posible.

Su caminata se extendió por horas, llegando a las cercanías con las montañas, bastante lejos de su preciada aldea.

Neji notó que faltaban horas para que anocheciera. –Debemos montar el campamento. –

Yahiko concordó con él -vayamos a esa dirección, ahí pasaremos la noche. –

Era una zona rodeada de árboles, prendieron una fogata que cumpliría con la tarea de mantenerlos calientes. A los perros se les ató dejándoles comida.

-El humo atrae a los animales salvajes. –comentó Naruto.

-Pero el fuego los asusta. –contestó Neji. –Así que por eso debemos mantenerla prendida. –Al decir esto dejó caer la leña que llevaba en las manos.

El rubio acomodaba su lugar para dormir, se usaban unas colchas de piel gruesa para recostarse sobre ellas. Aunque no todos tenían el privilegio de dormir sobre uno.

Naruto se sentó sobre su colcha mientras observaba a la hermosa luna, preguntándose si saldría vivo de esa experiencia. Ya que en el bosque no había puertas que los separaran del lobo, estaban a merced de cualquier ataque.

"C A P E R U C I T A    R O J  A"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora