"C A P E R U C I T A R O J A"

La bestia

Naruto estaba quieto por completo, su ballesta apuntaba torpemente al animal frente a él.

En pocos segundos llegaron todos en su auxilio, anonadados de la cercanía del rubio con la bestia.

-No te muevas Naruto. –escuchó la voz tranquilizadora de Neji.

El lobo al verse acorralado por tantos pegó tremendo saltó que evadió la flecha que iba rumbo a su cuello.

Y la persecución empezó.

Disparaban tratando de darle, incluso los peligrosos perros que llevaban se habían unido entorpeciendo la huida del cánido más grande.

El lobo cayó en una de las trampas ingeniosas de Neji, terminando por acorralarlo. Este mismo tenía las patas lastimadas, gracias a que los perros lo habían mordido innumerables veces.

-Por fin serás nuestro. –susurró con voz fría Yahiko.

Un gutural gruñido hizo que todos se dieran tremendo sobresalto, incluso el animal trató de esconderse en cuanto lo oyó.

De un salto un enorme lobo que triplicaba el tamaño del que perseguían apareció. Su pelaje era un manto ébano, y grueso.

Sin duda tener la cabeza de tremenda bestia sería un gran trofeo.

Varios retrocedieron debido al miedo que de pronto apareció. Incluso Naruto sintió una opresión en el pecho, algo que quemaba instintivamente quiso alejarse de ahí.

-No se acobarden. –

Y tras esto con más intensidad se abalanzaron contra el lobo negro, solo que este poseía una fuerza tremenda, repelía y atacaba por igual, parecía tirar a matar.

Naruto vio esa feroz mirada y prácticamente se quedó congelado, incapaz de reaccionar, solo fue capaz de dar un gritito cuando el animal se abalanzó contra él acorralándolo en la nieve. Esa poderosa mandíbula pretendía desgarrarle la yugular de no ser por Sakura.

La chica con un grito de euforia alejó al enorme lobo usando su hacha y sus poderosos brazos.

En el lomo del lobo se encontraba una enorme herida causada por la pelirosa.

-¡Reacciona, Naruto! –

Naruto se arrastró por la nieve con rapidez, sintiéndose completamente lleno de terror. Simplemente no reaccionaba.

Frente a sus ojos vio como el enfurecido animal se abalanzaba contra Sakura, arrancándole una pierna de un solo mordisco.

Los gritos de dolor y la sangre lo hicieron despertar.

Con agilidad disparó con su ballesta clavando la flecha en el ojo escarlata de aquella bestia, la cual bramó de dolor.

Todo sucedió tan rápido, el lobo tomó entre sus fauces el cuerpo de Sakura. La cual no tardó en gritar por ayuda, completamente aterrorizada.

Clavó sus uñas en la nieve dejando un rastro de sangre, luego de eso el animal pegó un salto iniciando su carrera adentrándose al oscuro bosque del cual era dueño.

-¡Sakura! –gritó Naruto intentando torpemente alcanzarlos. Sin embargo, Neji lo detuvo.

Luego de eso todos se quedaron en silencio, completamente anonadados por lo que habían visto.

Horas más tarde ya se encontraban de regreso a la aldea, con los ánimos por los suelos, y muchos quedaron heridos con el reciente enfrentamiento.

Naruto había terminado con el hombro derecho lastimado, ya que ahí puso su pata el lobo cuando lo acorraló en el suelo, y la espalda de igual forma, le costaba caminar.