Capítulo VII

5 0 0
                                    


Es de noche, las estrellas brillan a más no poder en un cielo sumamente despejado de cualquier nube que se le pueda cruzar, lo que me hace sumamente feliz. Hoy no me quiero mojar como la primera noche. Sobre todo en estos momentos en los que me estoy dirigiendo con el tal Ryan Maxwell a una cita. "Solo piensa en que te dará lo que más quieres en este mundo Tess", mi cabeza no para de repetirse eso una y otra vez hasta el cansancio. No es que él sea feo o que aparenta ser una mala persona, solo es que... yo..., no me siento lista para esto (sé que nunca lo estaré), pero esta es una oferta a la que yo no me puedo negar, tengo que hacerlo, no por mí, sino por Thomas, él hizo un refugio de ese lugar y yo no lo quiero dejar como si nada. Estoy dispuesta a todo y una cita con Ryan no parece la peor de todas las opciones.

Desde el primer minuto está siendo un caballero, la verdad no me puedo quejar de Ryan. Llegó a mi casa a la hora que dijo, antes de que me subiera a su auto me abrió la puerta, antes de dirigirnos a un restaurante me dijo si tenía deseos de elegir una radio estación y que sí tenía frió que le dijera, así prendería la calefacción del auto. Él es alguien que a cualquier chica le gustaría, incluso más que un diamante, a cualquier chica... excepto a mí, yo era lo suficientemente feliz y mucho más con mi imperfectamente perfecto novio. Él hacía que mi mundo tuviera sentido, felicidad, amor, sensaciones que nunca en la vida volveré a tener y un millón de cosas más que las palabras no pueden explicar, por el simple hecho de que el mundo todavía no ha creado palabras tan buenas para hacer mención de esas acciones.

Soy una niña encaprichada con lo que no puede tener y tengo conciencia de ello, pero es que no lo puedo evitar. Lo necesito más que al aire que están respirando mis pulmones en estos momentos, más que a la sangre que recorre por mis venas y mucho más que a cada uno de los latidos de mi corazón que está hecho añicos. Sigo estando firme con mi pensamiento, "si amas algo no lo dejas libre" y yo no iba a estar nunca lo suficientemente preparada como para dejarlo ir sin más.

La vida es un continuo círculo de injusticias, de dolores, de malos gustos y de las peores sensaciones que una persona jamás podría llegar a sentir, sin embargo en una muy desequilibrada balanza aparece el amor para tratar de justificar todos esos sentimientos, pero a pesar de que aparenta ser suficiente en algunos momentos, verdaderamente no lo es. El amor es una de las cosas a las que más nos volvemos dependientes y en su ausencia podemos llegar a cometer locuras, "¿pero qué harías tu si te quitan todo lo bueno del mundo?", yo me sigo haciendo esa pregunta, porque no encuentro una respuesta certera de que es lo que yo realmente haría ante una situación como esta. No lo puedo pensar por más que lo quiera, hay algo en mí que me está bloqueando ese pensamiento y no sé cuál es el motivo.

— ¿Una linda noche no lo crees? —y de repente todo rastro de pensamientos abandona mi cabeza, para concentrarme en esa voz. No quiero que nada salga mal en esta "cita", tengo miedo de que él enfurezca y no me dé el granero, por lo que me trato de mostrarme lo más atenta posible a todas sus palabras, pero en realidad no deseo estar atenta a ninguna de las cosas que salgan por su boca.

—Sí, la verdad que no ha habido noches tan lindas como estas en el pueblo hace mucho tiempo —trato de parecer calmada en mi respuesta y no tan acelerada como una mujer que estuviera desesperada.

—Es que llegué yo al pueblo —un guiño y una risa algo tierna le nacen como expresiones de su cara. Yo solo me rio un poco de su chiste egocentrista. En realidad esos chistes no me hacen reír nunca, aunque no sé por qué, este sí me ha causado gracia, quizás la razón es que estoy tan desesperada por su aprobación, que no mido mi forma de actuar.

En los últimos tiempos he sido una roca, sin sentimientos en mi corazón, con la mente solo en ese bendito secreto, que me está por matar de la intriga que le proporciona a mi mente. Aunque no solo intriga me proporciona, sino que también me nubla la claridad, ya que no puedo pensar en otra cosa, todo se mantiene en un segundo plano, todo menos su muerte, eso es algo que nunca quedará apartado de mi mente, estoy muy marcada como para hacerlo. Pero además de eso no me he puesto a pensar en otra cosa, que no sea la forma en la que me siento, es decir, de la peor forma posible, que no voy a ser feliz nunca más, que el mundo se ha hecho el lugar más triste en el universo y que todas las cosas malas que jamás existieron comenzaron a aparecer todas juntas en mi perfecto paraíso, arruinándolo tanto que ya no quisiera pisar nunca más este lugar.

¿Quién conoció a Tom?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora