Los inicios Hace unos milenios, Dios creó a una raza tan feroz que incluso sus mujeres eran temidas en batalla. Era un pueblo guerrero en todos los aspectos, que rechazaba someterse a cualquier gobernante que no fuera de los suyos… sin importarle cuán grandes fueran las fuerzas enviadas para someterlos. Sus enemigos decían que luchaban como animales. Sus enemigos vencidos no decían nada, porque simplemente estaban muertos. Eran considerados un pueblo primitivo y bárbaro porque deslucían su piel con tatuajes de tinta azul. Los diseños eran por lo general simples. Una bestia solitaria era representada en un contorno sin adornos, aunque algunos miembros del clan poseían más marcas que rivalizaban con las de los celtas por sus diseños intrincados. Éstos eran los líderes del clan, y sus enemigos nunca fueron capaces de descubrir el significado de alguno de los coloreados tatuajes azules. Unos suponían que eran símbolos de su naturaleza guerrera y de hecho en parte tenían razón. Ya que las bestias representaban una parte de ellos mismos, algo que aquel pueblo feroz e independiente mantenía en secreto bajo pena de muerte. Era un secreto que habían guardado a través de siglos de existencia, mientras la mayoría emigraba por todo el territorio europeo hasta instalarse en el inhóspito norte de Escocia. Sus enemigos romanos los llamaron Pictos, un nombre aceptado por otros pueblos de su tierra y tierras al sur… Ellos se llamaban a sí mismos Chrechte. Su gusto salvaje por la lucha y la conquista venía de la parte de su naturaleza que sus equivalentes absolutamente humanos no disfrutaban. Porque este pueblo feroz era uno de cambia formas, y los azulados tatuajes en su piel eran marcas realizadas como parte de un rito de transición. Cuando su primer cambio ocurría, eran marcados con el tipo de animal en el que podían transformarse. Unos dominaban el control de su cambio. Otros no. Y mientras la mayoría eran lobos, también existían grandes felinos y aves de rapiña. Ninguna de las ramas de los cambia formas se reproducía tan rápida o prolíficamente como sus hermanos y hermanas humanos. Aunque fueran una raza temible y su astucia estuviera realzada por un entendimiento de la naturaleza que la mayoría de pueblos no poseía, no eran temerarios y no los gobernaba su lado animal. Un guerrero podría matar a cientos de sus enemigos, pero si ella o él murieran antes de tener descendencia, la muerte ocasionaría una inevitable reducción del clan. Algunos clanes Pictos y aquellos conocidos con otros nombres en diferentes partes del mundo ya se habían extinguido, en vez de sucumbir a los inferiores, pero multitudinarios humanos que los rodeaban. La mayoría de los cambia forma de las Highlands Escocesas eran demasiado inteligentes para enfrentarse al final de su raza, por eso prefirieron mezclarse. Ellos vislumbraron el futuro. A la llegada del noveno siglo, Kenneth MacAlpin subió al trono escocés. Descendiente Chrechte a través de su madre, MacAlpin era el resultado de un matrimonio mixto y su naturaleza humana era la predominante. No era capaz de el Cambio, pero esto no lo detuvo de reclamar el trono Picto (como se le llamaba en ese entonces). A fin de garantizar su monarquía, traicionó a sus hermanos Chrechte durante una cena matando a toda la Familia Real de su raza, y por siempre se consolidó la desconfianza hacia los humanos por sus pares Chrechtes. A pesar de esta suspicacia, los Chrechte se dieron cuenta de que podrían morir luchando contra una siempre creciente y usurpadora raza humana, o podrían unirse a los clanes celtas. Se les unieron. Para lo que atañía al resto del mundo, aunque muchos vivían para dar testimonio de su antigua existencia, el pueblo Picto ya no existía.
Porque no estaba en su naturaleza ser gobernados por cualquiera que no fuera uno de ellos, en dos generaciones, los clanes celtas que habían asimilado a los Chrechte fueron regidos por jefes de clanes cambia formas. En su mayor parte, los integrantes humanos ignoraban este hecho; sin embargo, a unos cuantos se les confió los secretos de sus parientes. Aquellos que sabían los secretos eran conscientes de que traicionar el código de silencio significaba una muerte irrevocable e inmediata. Ese código de silencio fue raramente roto hasta este día, aunque los cambia forma hayan emigrado a otras partes del mundo junto con sus pares humanos. Se le puede encontrar en cada continente, aunque pocos crean en su existencia e incluso menos lo sepan con seguridad.
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Corriendo con la luna - Los hijos de la Luna
WerewolfEl amor puede tener muchas pieles, muchas formas pero en el fondo siempre es el mismo. Susannah, una mujer lobo Chrechte, aprende que a veces huir del destino hace que te topes directamente con él. Mientras corre con...