Venganza

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-Segura ¿Qué los 3 están bien?- pregunté a través de la línea de la oficina.

Decidí llamarle a Charlotte para preguntarle por su estado de salud, claro al día siguiente y en tiempo que se que Alexander viene para la oficina.

-Si Víctoria- sonrió- Ya te pareces a Alexander, el doctor me dijo que ya tenía cuando entre en mi 28 semana ya estuviera en cama pero Alexander piensa que desde ahora.

-Bueno se preocupa por sus hijos-  rodé los ojos- Bueno me alegra que eso lo halla acercado un poco.

-Bueno hablando de eso- escuche como se movia- Quisiera tener una cita con mi esposo y recuerdo... Bueno ves que lo hablamos.

-.... Hay si ya recordé - me senté a observar mi manicura- No se si sea lo correcto en tu estado.

Ya tenía algo trazado pero ahora ya ni va poder salir de su casa.

-No, yo estoy bien y solo va ser una cita- escucho su risa nerviosa- Tu prometiste ayudarme.

Suspiré y hice una mueca.

-Bueno, pero recuerda que el final tú tomante la decisión, yo había desistido- solo hasta que naiceran sus hijos, pero si ella ya quiere quitarse la careta, bueno.

-Muchas gracias, entonces ¿cuál es el plan?

Entre a la agenda de Alexander desde mi computadora, suerte que aún tenía acceso.

Y si está marcado que tiene una vídeo conferencia a las 6 de la noche, haciendo cálculos tal vez dure dos horas y se quede tarde, como siempre y está vez sin su secretaria (por su estado) ella se irá  como todos a nuestro horario de salida que es a las 7.

-Bien a las 9:30 pm, ya está totalmente desocupado- hablé de nuevo- Tú llega a esa hora, y ya no abra nadie en la oficina.

-Suena excelente- su emoción se eleva - Y llevaré unos quesos, fruta y algo de vino espumoso; claro sin alcohol.

-Entonces ya quedamos todos nosotros nos vamos a la 9 y tú llega 9:30, ya lo demás queda en tí.

Soltó una risa histérica que me hizo alejarme el teléfono.

-Hoy es martes, bien tengo 3 días para preparar todo, compraré las cosas y un lindo vestido, otra vez gracias Victoria.

-De nada- cerré los ojos- Te dejo tengo que ir a ... Recursos humanos.

-Si perdón, pero tranquila yo me encargo de mi esposo no te regañara, nos vemos.

Colgué la llamada y ví fijamente el teléfono.

-Un penique por tus pensamientos- llegó Dimitri.

-Creo que valen mas, no te diría ni una palabra por eso- solté una risa- ¿Cómo te fue con tu familia?, Ya que nos perdimos de mi tour.

El cambio su postura a una galante, hay pobre estúpido. Pero bueno es muy guapo.

-Ya se pero podemos hoy - se acercó-

-Hoy no puedo, pero te aviso- me aleje de él- Para que me cancelas

Hizo una mueca. Yo me rei en su cara.

-Eres mala - ví molestia en sus ojos- Ten cuidado Víctoria, porque hay hombres que tienen un límite.

-Es una amenaza- afirme, poniéndome sería-

-No es una advertencia- acaricio mi mejilla- No siempre estaré ahi para protegerte y ser una caballero.

Si supieras que tengo un papel tuyo en mi casa deciendome tu mitad de acciones, no pensarías igual.

Seducción (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora