No quiero solo una noche

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Alexander POV
Aquí estoy yo en medio de la oscuridad de mi habitación con sola la luz de la luna que entra desde el ventanal que dirige al balcón, sentado en mi sofá que queda al frente de la cama revuelta pero cubierta con la sabanas color canario que cubría el cuerpo desnudo de Victoria que con su cabello rubio podría decir que dorado descansaba en sus senos, subió la mirada hasta los labios un poco entre abiertos que tanto me gustan de ella y adoraba que usara el rojo carmín me fascinaban eran tan jugosos, tan suaves y irresistibles que aproveche la oportunidad de probarlos una y otra vez.
Observo sus párpados donde mientras duerme esconde sus ojos verdes aceitunados , que brillaban y expresaban su juventud, lujuria incluso la picardía de una joven que apenas se esta convirtiendo en adulta. Me encanta. observarlos aun que siento que esconden algo y guardan una tristeza, pero a pesar de todo me hechizan de una manera que solo ella me provoca.
Su piel se eriza con la pequeña corriente de viento que entra por la ventana y la hace más apetecible; esa piel tan blanca y suave que trate de recorrer centímetro por centímetro esa piel que me hizo caer al pecado.
Trague saliva, esta mujer me hace creer que es un ángel o fue creada por ellos su cara me lo dice; pero se ve que su cuerpo fue diseñado por el mismísimo diablo. Mis ojos empiezan a recorrer sus curvas y mi mente empezó a recorre cada parte y detalle de esa misma noche, en la forma que mi cuerpo y el de ella se movían al compás encajaban perfectamente. Ninguna mujer me había provocado como ella lo logro, jamás ni ha Charlotte le había hecho el amor como se lo hice ha ella con tanta pasión, lujuria, deseo y agregando el toque que lo que hice es algo prohibido y nos llevo a los dos caer a en nuestro limite, la mejor extasis. Prácticamente el mejor orgasmo que jamás tuve con todas emociones juntas y mezcladas.
Y ahí con ese pensamiento la culpa me invadió falte a mis juramentos de matrimonio, las promesas que le hice a Charlotte, caí muy bajo; ya que podría ser un secreto pero me falle a mi mismo cayendo en la más terrible pero perfecta, seductora, y placentera tentación.
Ya lo presentía sabia desde que desde que empece a pensar en ella, en como la haría de mía, los celos que tenía cuando los hombres la miraban y mas de Dimitri, en la forma de que me seduce con su mirada, pero ese deseo fue mas fuerte que mi fuerza de voluntad, que yo y incluso que el amor hacia mi esposa.
Es la primera ves que el deseo me domina, pero eso no es pretexto y también soy consiente que el deseo tiene una meta, el cual siempre tendrá ese lado oscuro que el mundo dice que es malo pero desean practicar y caer ante ella yo lo acabo de confirmar, pero al igual que los pensamientos que tenía hacia Victoria ya no podía quedar en la imaginación tenía que concebirlo culminarlo hacerlo real ya no me resistía lo tenía que hacer para controlarme.
Victoria Victoria era esa clase de mujer que afecta a cualquier hombre hasta tenerlo a sus pies y llevarlo al borde de la locura. Su cara de ángel,la hacen ver inocente pero ella es un ángel caído .
¿Que carajos había hecho? Me lleve las manos a la cara cubriéndola en mi estado de pánico y culpa ¿Que demonios haría ahora?
Vuelvo la vista hacia mi cama y ahí estaba ella mi secretaria que es más joven que yo desnuda durmiendo plácidamente ajena a toda la mezcla de pensamientos, emociones e incluso sentimientos que rondan en mi mente.
La hice mía de la forma mas perfecta que jamás imagine ella provocó todo ese deseo y no pude controlarme. A pesar de todo la trate, y que con respeto sin obligarla y presionarla aunque ella aceptó y me acorraló donde ,no yo, ya no tuvo escapatoria.
Charlotte mi esposa acabo de traicionarla de una manera cruel, me acosté con otra mujer en nuestra casa, en nuestra habitación, en nuestra cama y que precisamente ella elijo estas sábanas  que ahora cubren a Victoria; que ella está dispuesta dejar su carrera de diseñadora para formar una familia, que ella y yo luchamos contra todos para poder estar juntos.
Soy un idiota no podía ir a otra habitación no la tuve que llevar en la que era de mi esposa.
La hice mía y ahora el remordimiento me carcome. Pero se que suena mal pero no paro de pensar que no me basta con una noche como ella dijo, no quiero solo una noche quiero mas de ella. Esto se me esta me esta sacando de control.

Seducción (Sin Editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora